Los líquidos tóxicos —o lixiviados— de la ciudad de Quito se enviaron a la Amazonía el 23 de marzo de 2022. Desprendidos de los desechos acumulados en el Relleno Sanitario del Distrito Metropolitano de Quito del sector del Inga, ubicado entre Pifo y Sangolquí, los lixiviados fueron transportados al sector La Parker, ubicado en el cantón La Joya de los Sachas, en la provincia amazónica de Orellana. Sin embargo, ante protestas de los pobladores del sector, los líquidos regresarán a Quito.
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Los lixiviados son líquidos producidos de la descomposición de la basura. En este caso, son los líquidos que se encuentran en un relleno sanitario y se convierten en tóxicos. Al moverse por los residuos sólidos, conforman una mezcla de compuestos que provienen de los desechos que han atravesado y de sus procesos de degradación. En el Relleno Sanitario de Quito, estos líquidos probablemente se encuentran filtrando hacia el suelo y se podrían estar mezclando con la vertiente de agua más cercana que, en este caso, es el río Inga.
Estos líquidos se enviaron a la Amazonía, hay “ un problema en cuanto a la gestión de lixiviados” en el Relleno Sanitario de Quito, según la Gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS), Maricruz Hernández. Además, ella dijo que la capacidad del Relleno ya no es suficiente para almacenarlos. Esto, según Hernández, podría haber causado un “desastre ambiental” porque en algún momento podrían alcanzar el Río Inga y contaminarlo.
Por eso, junto a la empresa contratada para su tratamiento, Green Globe, se decidió enviarlos a la provincia de Orellana como parte de un “plan de contingencia”, después de que Green Globe no pudo tratarlos. Allí, la empresa gestora PECS Soluciones Ambientales, cuyo Centro de Tratamiento y Disposición Final está en el Orellana, iba a ser la encargada de tratar los líquidos tóxicos.
La comunidad rechazó la descarga de lixiviados en Orellana
La EMGIRS explicó en la sesión del Concejo Metropolitano del 22 de marzo que esta acción estaba planeada y debidamente aprobada por el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate). Sin embargo, los moradores del cantón La Joya de los Sachas no tenían conocimiento de que los lixiviados llegarían a la zona, según comunicó el colectivo ambiental Frente de la Amazonía.
La madrugada del 23 de marzo de 2022, veedores ciudadanos y pobladores de ese cantón salieron a manifestarse frente a las instalaciones de PECS en contra de la descarga de estos líquidos en la provincia. En una entrevista publicada por Frente de la Amazonía, Víctor Landazuri, director Zonal 8 del Maate, dijo que la entidad está levantando un informe técnico de control y asegurándose de que la gestora PECS esté cumpliendo con la norma ambiental.
Sin embargo, una de las molestias de los manifestantes era el olor que se podía percibir a los alrededores del sector La Parker, en donde se encuentra la planta de tratamiento de PECS. Sobre esto, Landazuri dijo que “el dueño de la empresa [PECS] explicó que hay ciertos procesos de aireación que se dan que hacen que, en ciertos momentos, se perciban ciertos olores”.
Por más de 12 horas continuas, las personas del cantón La Joya de los Sachas “mantuvieron una acción de resistencia” pacífica, según el colectivo Frente de Defensa a la Amazonía. Tras esta jornada, la gestora ambiental PECS suspendió su actividad y se firmó un acuerdo mutuo entre la compañía y la ciudadanía para suspender el transporte de los líquidos a Orellana.
En este acuerdo, la gestora accedió a dejar de traer los lixiviados del Relleno Sanitario de Quito a Orellana. “Lo que nosotros estamos haciendo es que los vehículos que estaban en tránsito después de que se suspendió la actividad [descargar lixiviados], se regresen al Relleno Sanitario de Quito para hacer la descarga en el mismo lugar”, aseguró Germán Ávila, gerente general de PECS, al medio de comunicación local TV Cisne.
Esto sucedió en el Relleno Sanitario de Quito
“Se atienden 182.000 metros cúbicos de lixiviados y cada día se producen 600.000. No se está atendiendo, las acciones que están teniendo son demasiado lentas” cuestionó la concejala Andrea Hidalgo en la sesión del Concejo Metropolitano ante los pronunciamientos de Maricruz Hernández, de la EMGIRS. Según la cifra de la concejala Hidalgo, en promedio, en Quito se produciría el equivalente a 178 piscinas semiolímpicas de lixiviados cada día.
Sin embargo, la cifra de la concejala es incorrecta. Maria Luisa Cruz, especialista en residuos sólidos, dice que no son 600 mil metros cúbicos los que se atienden cada día, sino 450 metros cúbicos en verano y hasta 800 metros cúbicos en invierno, por las lluvias.
Según la EMGIRS, existen dos tipos de lixiviados: los que ya están acumulados por muchos años —producto de la basura almacenada por largo tiempo— y los que se generan diariamente por la descomposición de los nuevos desechos. Actualmente, existen 17 piscinas habilitadas en el Relleno Sanitario del sector del Inga, a 45 kilómetros de Quito, y cada piscina tiene una capacidad de almacenar 162.655 metros cúbicos de lixiviados.
Los lixiviados almacenados por largo tiempo son los que gestionaría Green Globe. La empresa fue contratada por la EMGIRS para tratar 182.500 metros cuadrados de lixiviados en 820 días, desde octubre 2021. Estos, son los que se transportaron a la Amazonía para ser tratados por la gestora PECS porque en febrero de 2022 Green Globe informó que no podía cumplir con el trabajo para el que fue contratada “porque el lixiviado tiene una sustancia que le impide sedimentar la materia orgánica y están teniendo taponamientos en sus filtros”, explicó la Gerente de EMGIRS.
El problema radicaría, según EMGIRS, en que los lixiviados generados diariamente por los nuevos desechos deberían ser gestionados por una planta propia de la empresa, pero no s lo ha podido hacer porque la última etapa de tratamiento por la que pasarían estos líquidos no está funcionando. Además, el costo de reparación supera el millón de dólares y, cada seis meses, esta planta de tratamiento necesita otro millón de dólares para su mantenimiento, según Maricruz Hernández. Por eso, el Relleno Sanitario de Quito tiene un “problema”, según Hernández, en cuanto a la gestión de lixiviados y necesitó de una empresa externa —a Green Globe— para resolverlo.
Para algunos concejales las explicaciones de Maricruz Hernández no fueron suficientes. Marianella Irigoyen, ex secretaria de Ambiente del Municipio de Quito, mostró su rechazo ante las decisiones de la EMGIRS respecto al tratamiento de lixiviados. En su cuenta de Twitter, Irigoyen publicó que “la EMGIRS contamina el Río Inga con lixiviados (presuntamente) no tratados y ahora también quieren contaminar la Amazonía, esto se llama daño ambiental (…), y es delito tipificado por el COIP”.
Ahora los lixiviados regresarán a Quito, en donde continuarán siendo almacenados en el Relleno Sanitario del Inga. En una entrevista con Teleamazonas, la Gerente Hernández explicó que la empresa Global Green será la encargada de encontrar la forma de que estos lixiviados sean tratados hasta el 10 de abril.
En caso de que la empresa no cumpla con esta estipulación contractual, la EMGIRS tiene planeado buscar a otras empresas que puedan hacerlo antes de que estos líquidos tóxicos lleguen al Río Inga. “En este momento estamos atendiendo a varios gestores para ver cuáles son las alternativas”, aseguró Hernández.
Esta nota originalmente decía que Marianella Irigoyen era concejala. Esa imprecisión ha sido corregida