La violencia de género no solo afecta a las mujeres que la sufren sino también a los hijos o niños que tienen a su cargo. Uno de los impactos en las niñas, niños y adolescentes se refleja en la educación: en su entusiasmo por hacer las tareas, asistir y participar en las clases. Más de 89 mil mujeres que han sufrido violencia en el Ecuador dijeron que sus hijos e hijas (u otros niños a su cargo) han perdido dos días y medio de escuela por tener que lidiar con las agresiones contra ellas. El dato es parte del informe Los costos individuales domésticos y comunitarios de la violencia contra las mujeres del programa PreViMujer/GIZ junto con la USMP de Perú.

Las cifras

El estudio también reveló que las reuniones del Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) con las madres o padres de familia para atender la violencia en contra de las mujeres, solo en 2017, le costó al Estado ecuatoriano 2,2 millones de dólares: se atendieron 308 mil casos. 

Por cada minuto de reunión con las madres o padres de familia, al Estado le costó 12 centavos, cada reunión pudo durar hasta 60 minutos. 

La investigación también dice que al menos 63 mil estudiantes repitieron el año escolar como consecuencias de la violencia contra sus madres porque ya no realizan sus deberes o participan en clase. Por lo que pierden la continuidad de sus estudios, lo que dificulta su aprendizaje. 

Más cifras del impacto de la violencia en la educación de los hijos: 

• 25 mil estudiantes han dejado la escuela por causa de la violencia contra las mujeres. 
• 3 de cada 10 hijos e hijas atestiguan la violencia contra sus madres unas 4 veces por año. Cerca del 17%, interviene para intentar frenarla.
• 2 de cada 10 mujeres violentadas han tenido que faltar a su trabajo o pedir permiso para atender los problemas escolares de sus hijos al menos cuatro días al año.

En Ecuador 6 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia. Por eso es importante hablar de los impactos de la violencia en la educación de los hijos porque eso significa ultrajar su derecho a la educación.

El Estado debe encargarse de prevenir la violencia y los impactos en los hijos de las mujeres que la sufren. Enrique Quiñónez, representante (encargado) en Ecuador del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), dice que para la prevención de violencia se debe impulsar la parentalidad positiva. 

Esta estrategia trata de que los padres ayuden a sus hijos e hijas en sus deberes escolares, les enseñen a hacer tareas del hogar, hablen sobre igualdad de género o la salud sexual y reproductiva. “Eso permite cambiar comportamientos que afectan la salud mental del niño o la niña”, dice.

Así se obtuvieron los datos del estudio 

Estos resultados inéditos fueron obtenidos de una encuesta a más de 2.500 mujeres y con base en la II Encuesta nacional de relaciones familiares y violencia de género contra las mujeres del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) de 2019. 

Uno de los objetivos fue que los impactos de la violencia no solo son personales, sociales y educativos, sino también económicos.