Cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Este día fue declarado por la Asamblea de las Naciones Unidas hace 29 años, en 1992, para que se tome conciencia sobre los problemas de salud mental en todo el mundo. Las Naciones Unidas dice que la intención también es visibilizar lo que falta por hacer en cuanto a atención y cuidado. “Este día  debe servir para mostrar que la salud mental y la salud física tienen la misma importancia”, dice Sara Herrera, psicóloga clínica.

La fecha es importante para visibilizar que existen muchas alteraciones y trastornos mentales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo más de 264 millones de personas viven con depresión, esta enfermedad afecta más a mujeres que hombres. Herrera dice que “la depresión es la puerta de entrada para el suicidio”, uno de los problemas más serios de la salud pública en Ecuador: fue la segunda causa principal de muertes violentas en niños y adolescentes de 15 a 19 años. 

La salud mental y el covid-19 

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) dice que las enfermedades mentales constituyen una epidemia silenciosa. En el último año y medio, por la pandemia del covid-19, el tema tomó más relevancia. En Ecuador, la necesidad de atención de salud mental aumentó en este tiempo. Antes de la pandemia 1 de cada 10 personas en el país necesitaba atención en un momento crítico de su vida. En la emergencia por el covid-19 —en el primer año de la pandemia— la cifra creció a 7 de cada 10 personas, dijo Ignacia Páez del Ministerio de Salud, a GK en noviembre de 2020. 

La psicóloga Herrera también dice que en la pandemia se quintuplicaron los cuadros de insomnio. Dice que los psicólogos tienen un duro trabajo para investigar los efectos del virus en la salud mental.  “La gente que de verdad se estaba sintiendo mal, ya se dio cuenta que no podía manejar lo que sentía y necesitaba ayuda”, dice Herrera sobre el aumento de terapias psicológicas en la pandemia. 

Las afectaciones en la salud mental 

Un reporte de la OPS dice que las malas condiciones de salud mental están relacionadas con los cambios sociales rápidos, las condiciones estresantes de trabajo, la discriminación, los roles de género, la exclusión social, los modos de vida poco saludables, los riesgos de violencia y la violación de derechos y la mala salud física. Sara Herrera dice que hay que reconocer que se necesita ayuda en salud mental, por lo que se debe ir al psicólogo para hablar sobre emociones y sentimientos que le incomoden. 

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Herrera dice que en el pasado la gente estaba preocupada por su supervivencia: donde vivir y qué vestir. Esas preocupaciones hacían que no piensen en su salud mental o cómo se sentían. 

Con el pasar del tiempo, las personas, la mente y la manera de percibir el mundo han cambiado y ahora hay más espacio y tiempo para cuestionar la vida, la forma de pensar, cómo nos percibimos, dice. Ahora, el ser humano se preocupa más por su salud mental. 

La OPS dice que la salud mental es una parte integral de la salud y va más allá de no tener trastornos mentales. Según la OPS la personalidad, factores psicológicos específicos,  biológicos, desequilibrios bioquímicos hacen que las personas sean más vulnerables a los trastornos mentales. La psicóloga Herrera explica que cada vez hay más niños con déficit de atención, hasta que en un punto la norma va a ser los niños con déficit de atención, es decir va dejar de ser un trastorno, habría que adoptar a la psicología a esa nueva normalidad. Por eso, la psicóloga dice que hay que ponerle especial atención a la salud mental de todas las personas.