En la Isla Trinitaria, uno de los sectores más pobres del país, al sur de la populosa ciudad portuaria de Guayaquil, nació Kiara Rodríguez, la mujer afroguayaquileña que la noche del 2 de septiembre de 2021 logró la tercera medalla para Ecuador en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. 

Rodríguez nació el 12 de diciembre de 2002 en uno de los hogares que componen las cooperativas de la “Trini”, como llaman sus habitantes a la isla sureña, uno de los sitios donde más se concentra el abandono estatal y la pobreza. Ahí, los niños crecen entre el incremento del crimen organizado, pero también en los lazos de comunidades que, entre piscinas improvisadas, encuentran la alegría de la convivencia a diario a las orillas de uno de los recodos más prístinos del Estero Salado, el brazo de mar que penetra y baña Guayaquil. 

Kiara logró, a sus 18 años, la medalla de bronce en la disciplina de salto largo. Saltó 5,63 metros en la categoría T47 de discapacidad física en su debut en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Su victoria se sumó a las medallas de oro y bronce conseguidas por las hermanas Poleth Mendes y Anaís Méndez, que el pasado 29 de agosto se convirtieron en las primeras personas en ganar una medalla para el país. “Un saludo a todo el Ecuador. Estoy muy contenta, feliz, con este logro que he obtenido. Esto es para ustedes”, dijo Kiara Rodríguez tras su victoria en un video publicado en la cuenta de Facebook del Comité Paralímpico Ecuatoriano. 

Kiara Rodríguez nació con parálisis braquial, una condición que se le generó durante el parto en el que nació. En 2019, ella contó a diario El Universo que “el doctor, según me cuenta mi mamá, me tomó muy fuerte del brazo para sacarme y me fracturó la clavícula. Desde el cuarto día de nacida hasta que cumplí dos años recibí terapias de rehabilitación física, y eso ayudó a que tenga movilidad en los dedos y la muñeca y pueda agarrar cosas livianas”, dijo la hoy medallista paralímpica. 

La Clínica Mayo —uno de los centros de investigación médica más importantes de Estados Unidos— define a la parálisis braquial como la pérdida de movilidad y sensibilidad en un miembro superior como brazos o antebrazos. En el caso de Kiara Rodríguez, redujo la movilidad de su brazo izquierdo. Para su entrenador, durante su diálogo con el Ministerio del Deporte, la discapacidad física no ha significado un limitante, sino un impulso. 

Cuando tenía 16 años, clasificó a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, luego de un largo recorrido deportivo que ha implicado largas jornadas, dijo José Bernardo Valdés en una reseña del Ministerio del Deporte, su entrenador, para pruebas de salto largo, de 100 y 200 metros. “El potencial de Kiara le ha abierto las puertas, pero es su actitud y constancia lo que la ha llevado a ser parte de la élite de este deporte”, dijo Valdés. 

En agosto de 2020, mientras el Ecuador padecía la segunda ola de contagios del covid-19, Kiara Rodríguez regresaba a sus entrenamientos. “Yo veo esto como una ventaja porque tengo más tiempo para prepararme y mejorar cada día. Ahora que regresamos a la pista, seguiré esforzándome para llegar al podio en Tokio”, le dijo al Ministerio de Deporte. Pero, además, estaba armada de valor.“No me asusta saber que son mis primeras olimpiadas, daré lo mejor de mí y sé que llegaré lejos”, dijo la deportista. 

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Rodríguez ha alcanzado varios logros deportivos, al que suma el  bronce paralímpico. Se convirtió en una de las deportistas más jóvenes en coronarse como campeona absoluta de salto de longitud en el 2019. Ha sido cuatro veces campeona nacional de los Juegos de Deporte Adaptado. En sus primeros debut internacionales también ha logrado la victoria: en 2018 pisó el pedestal más alto del podio del Gran Prix Mundial en Brasil, en el que ganó el oro. Lo mismo sucedió en 2019, uno de sus mejores años, cuando ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima y en el Mundial de Para-Atletismo en el Emirato de Dubai. 

El deporte implica disciplina, constancia y convicción, pero para Kiara también ha sido importante tomar un tiempo para el descanso, para sus amigas y para Skiper, su mascota, contó al Ministerio de Deporte. Ahora, Ecuador espera su llegada. A las 2:30 de la tarde del sábado 4 de septiembre, ella, Poleth Mendes, Anaís Méndez, Roberto Chalá, Anderson Colorado, Damián Carcelén, Jordi Congo y Castro, quienes formaron la nómina ecuatoriana paralímpica en Tokio, serán homenajeados en el Coliseo General Rumiñahui, en Quito. Además, una caravana recorrerá la ciudad para celebrar su triunfo.