Una papa me bendijo cuando nací. Rosada y rechonchita puso su mano olorosa a tierra en mi cabeza de recién nacida y me llamó María Gabriela. Llamarme así es como tener un voto de resiliencia. Hay dos papas fuertes y resistentes que son mis tocayas. Ahora que hemos regresado a un confinamiento (que no por parcial es menos duro), recordé su fortaleza y generosidad. “Toleran condiciones adversas sequías, suelos con baja fertilidad, heladas” decía una ficha técnica que leí hace poco. 

La papa es increíble. Desde siempre lo ha sido. Nació hace 8.000 años, cerca del lago Titicaca a 3.800 metros sobre el nivel del mar, en condiciones ambientales durísimas. Desde ahí, contra el frío y la aridez, la sequía y la helada, en la tierra volcánica andina, evolucionó en más de 200 especies de papas silvestres con más de 5.000 variedades. 

Hoy, que volvemos a estos tiempos difíciles, quiero ser fuerte y resistente como mis tocayas —como todas las papas: florecer y estar ahí para mi familia y amigos en la adversidad. 

La papa nos salva siempre. No me cansaré de su sabor, versatilidad y sencillez: asada, frita, cocida, en chips, rellena, de acompañamiento, como plato, en puré, con queso, con maní, con lo que quieras, papita. Hoy hablaba con Jaime y nos dimos cuenta que la papa estaba ahí para nosotros, como siempre, en las buenas y en las malas. 

— Ya no tenemos comida y anunciaron las nuevas medidas de confinamiento
— ¿Para qué hacer fila en el súper? Tenemos una bolsa repleta de papas cholas y una cervezas en el freezer. Todo va a estar bien.

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Galette de Pomme de Terre

receta galette papas

Ingredientes:
5 2 libras de papa chola, peladas y cortadas en rodajas muy finas
1 cucharada de aceite de oliva
Nuez moscada
Pimienta negra
1 cucharada de perejil fresco picado
1 cucharada de ajo picado
Sal
Hojas frescas de tomillo

4 PORCIONES / 1 HORA

Seca las papas con un papel de cocina o una toalla si están muy almidonadas o húmedas. En un sartén lo suficientemente grande, echa el aceite de oliva y espolvorea la nuez moscada y pimienta al gusto. Comenzando por el centro, coloca las rodajas de papa en una especie espiral, sobreponiendo la una con la otra. Cuando la sartén esté llena, repita para hacer una segunda capa.

Pon el sartén a fuego medio y cubre con una tapa. Cocina lentamente las papas hasta que estén bien doradas en la parte inferior, aproximadamente por 15 minutos, agitando de vez en cuando el sartén suavemente para evitar que se peguen. Limpia el interior de la tapa cuando sea necesario para mantenerla seca.

Presiona las papas hacia abajo con una espátula plana y retíralas del fuego. Coloca un plato más grande sobre el sartén y gíralo, transfiriendo las papas al plato. Revisa el sartén para asegurarte de que esté limpio y tenga suficiente aceite para evitar que las papas se peguen.

Desliza la galette, con el lado crudo hacia abajo, de vuelta al sartén y vuelve a poner a fuego medio. Tapa y cocina hasta que estén bien doradas, por otros 15 minutos.

Mientras tanto, prepara la persillade combinando el perejil y el ajo en un tazón pequeño. Para servir, transfiere nuevamente la galette a un plato, sazona al gusto con sal, hojas de tomillo. Acompáñalo con la persillade y una cerveza fría.