Esta semana tuve mucho, mucho trabajo. Creo que en la vida de todos hay épocas así: tan ocupadas que parece que no hemos tenido tiempo para nada, que todo ha quedado relegado a un segundo plano, que si comí es porque el perro Milo —mi mascota— me hizo el favor de cocinar. Pero por suerte ayer ya se acabó esta semana tan pesada. Así que solo espero pasar el fin de semana echada en el sofá viendo series hasta el domingo en la noche.
Si ustedes han tenido días parecidos, o si algún rato los tienen, aquí les dejo una lista de series sobre comida para disfrutar
Recién estrenada, esta serie habla de lo que nadie más habla: las duras desigualdades que enfrentan las mujeres en la profesión culinaria y sus luchas por triunfar en cocinas profesionales. A Woman’s Place cuenta las historias de tres chefs que se abrieron camino en una industria dominada por hombres, trabajando contra los prejuicios con la esperanza de hacer realidad sus sueños.
Este documental sobre el crítico gastronómico Jonathan Gold es un inspirador recorrido por su trabajo en Los Ángeles. Gold se dedicó a reseñar restaurantes que nadie nunca había tomado en cuenta, marcando un antes y un después en la crítica gastronómica: habla de la comida saliéndose de las tendencias y desde la migración, lo marginal y lo desconocido.
Lo que me gusta del chef David Chang, el anfitrión de esta serie, es su desapego con los ideales de la “buena cocina”. Es un rebelde con una buena causa: explorar comidas a menudo ignoradas, desmitificar vacas sagradas (la “verdadera pizza”, por ejemplo) y, sobre todo, explicar lo que, en realidad, hace que la buena comida sea, pues, buena. Spoiler alert: el capítulo de la pizza es mi favorito.
Jiri Ono, propietario y chef de un bar de sushi de 10 asientos en Tokio, se concentra tanto preparando el típico plato japonés, que a sus 85 años seguía teniendo la misma rutina diaria. Este documental, además de mostrarnos bellísimas tomas relevando las texturas, los colores, el espacio de su diminuto restaurante (está en el metro de la capital nipona) nos deja una gran enseñanza a través de la cocina: la disciplina trae grandes resultados.
En el Ecuador no estamos muy contentos de que en esta nueva edición de la icónica serie de Netflix Street food no esté nuestra comida. Pero no se puede negar su belleza narrativa. En esta versión latinoamericana nos muestra platos callejeros de Brasil, México, Colombia, Argentina, Perú y Bolivia y las historias de quienes la preparan. Y si piensan que nos hemos puesto nacionalmente sensibles con este tema, les cuento que no somos los únicos: antes de lanzarla, Netflix sacó una encuesta en redes preguntando cuál era el mejor plato callejero de América Latina. Con ayuda del gobierno mexicano, las tlayudas ganaron en la encuesta de Netflix, pero la pelea por esa distinción encendió las pasiones nacionalistas en redes sociales.
Si van a estar como yo, pegados al sofá viendo tele todo el fin de semana, les dejo la mejor receta para hacerlo. Los molletes son el grilled cheese en versión mexicana: fáciles, rapiditos y exageradamente ricos. Los conocí en México y… no, esa es otra historia, para otro sábado.
¡Buen provecho y descansen este fin de semana!
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Molletes para ver pelis
Ingredientes:
4 panes de agua
250 gramos de queso mozzarella rallado
1 taza de fréjol refrito
Pico de gallo
4 PORCIONES / 15 MINUTOS
Corta los panes por la mitad y echa el frejol hasta llenarlo.
Cubre los frejoles con queso y mete los panes al horno por 10 minutos o hasta gratinar perfectamente.
Acompáñalos con salsas y pico de gallo.