Abdalá Bucaram Ortiz, expresidente del Ecuador, habría sufrido un infarto. Alfredo Arboleda, su abogado, informó en su cuenta de Twitter la tarde del 26 de agosto de 2020 que el político guayaquileño de 68 años fue trasladado al Hospital Alcívar de Guayaquil. Arboleda dijo, además, que su defendido estaba entre “la vida y la muerte”.

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El expresidente Bucaram es investigado por su presunta participación en  una red de corrupción de hospitales durante la emergencia sanitaria por covid-19, según la Fiscalía General del Estado. La investigación contra Bucaram inició la madrugada del 3 de junio de 2020, cuando la Policía Nacional allanó su vivienda y encontró un arma de fuego e insumos médicos. Como resultado de ese allanamiento, el expresidente enfrenta dos procesos legales, uno por la tenencia no justificada del arma y otro por la presunta venta ilícita de dichos insumos. 

Bucaram enfrenta un tercer proceso, por el delito de tráfico de bienes culturales. En este último también estaría implicado su hijo Jacobo, quien se encuentra prófugo, aunque en redes sociales permanece activo, desde donde insulta y amenaza. Por la investigación del tráfico de armas, Abdalá Bucaram usa grillete desde el 20 de julio del 2020 luego de que el juez Francisco Mendoza le sustituyera la medida de arresto domiciliario que se dictó en su contra el 4 de junio. 

La madrugada del 12 de julio el expresidente fue arrestado por segunda vez en su domicilio al norte de Guayaquil. Esta vez la detención fue el resultado de una investigación de la Fiscalía sobre una presunta red de delincuencia organizada. Dentro de este proceso, Abdalá Bucaram estaría involucrado en un grupo delictivo que, según la Fiscalía, se dedicaba a obtener beneficios económicos por la venta irregular de mascarillas y pruebas de covid-19  durante la emergencia sanitaria. 

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El último arresto de Bucaram se dio días después de que el portal investigativo Código Vidrio difundiera audios en los que supuestamente se escucha al expresidente y a su hijo Jacobo  en conversaciones telefónicas con el ciudadano israelí Shy Dahan, quien fue asesinado en la la Penitenciaría del Litoral de Guayaquil el 8 de agosto de 2020. El ex mandatario confirmó el 11 de agosto, que los audios eran verdaderos, pero que eran parte de una “defensa técnica”.  

El 12 de agosto, pocas horas después de su detención, el abogado de Abdalá Bucaram, Alfredo Arboleda publicó un video en su cuenta de Twitter en el que dijo que su defendido sufrió un preinfarto. Un día después, una jueza dictó arresto domiciliario contra el exmandatario en lugar de prisión preventiva para salvaguardar su salud mientras se realizan las investigaciones en su contra.

Abdalá Bucaram Ortiz dijo el 9 de agosto que se postularía a la presidencia de la República para las elecciones de febrero de 2021. Sin embargo, declinó la precandidatura, y en su lugar, ahora encabeza la lista de candidatos a la Asamblea Nacional por el movimiento Fuerza Ecuador (FE). 

Al enterarse del infarto del expresidente, su hijo, Abdalá Bucaram Pulley, pidió ayuda en su cuenta de Twitter. Dalo, como lo conocen en Ecuador, dijo que su familia estaba siendo perseguida. Aseguró además que son inocentes y que el gobierno de Lenín Moreno sabe quiénes son los verdaderos culpables. Dalo Bucaram está fuera del país, y al igual que sus dos hermanos, Jacobo y Michelle, enfrenta un proceso penal en su contra por el delito de presunta asociación ilícita para la venta de medicinas a los hospitales públicos del país.

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El Departamento de Comunicación del Hospital Alcívar, donde trasladaron a Abdalá Bucaram, descartó que el expresidente haya sufrido un infarto. Según el boletín de prensa emitido cerca de las seis de la tarde, Bucaram fue atendido en el área de emergencias por una angina de pecho— un dolor de pecho que se siente cuando no hay suficiente flujo  sanguíneo al corazón. Ahora, le están haciendo estudios para “determinar si existe una afección aguda”, de no haberla, Bucarám recibirá el alta médica.