La erosión del río Coca sigue causando daños en la infraestructura pública. La tarde del 22 de agosto de 2020, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) reportó que la erosión del Río Coca destruyó una parte de la carretera Chaco-Lago Agrio, en la provincia amazónica de Sucumbíos. El Ministerio informó que, como consecuencia, está cerrada la Y del tramo Baeza–Lago Agrio en el kilómetro 66 en el sector El Reventador.
En las imágenes compartidas en las redes sociales del Ministerio se ve el desprendimiento de la carretera. Según, Gabriel Zambrano, subsecretario zonal del MTOP, las reparaciones de la carretera tardarán entre tres y cuatro semanas. Zambrano dijo que la caída de la vía es efecto de la erosión del Río Coca. El funcionario aseguró que hasta ahora no se registran daños a las comunidades cercanas.
El colapso de la carretera es otra de las consecuencias que deja la erosión del Río Coca. Entre el 7 y 8 de abril de 2020, en pleno pico de la pandemia del covid-19 en el Ecuador, provocó la rotura de las tuberías de los dos oleoductos ecuatorianos, el SOTE y el OCP, que quedaron inhabilitados para transportar crudo. En esa ocasión, se derramaron más de 15 mil barriles de petróleo se derramaron en el río que afectaron a las comunidades campesinas e indígenas kichwa que viven en ese sector. Las personas tuvieron afectaciones en su salud y comenzaron una demanda contra el Estado ecuatoriano cuya resolución, a pesar de tratarse de una acción constitucional que debía tramitarse de forma expedita, aún no se ha resuelto El juez de la causa suspendió el proceso el 1 de junio de 2020 porque se contagió de covid-19. Reanudó recién el 12 de agosto pasado.
Para un reportaje de GK, Martha Echavarría, especialista en manejo ambiental para sectores productivos y agua, enumeró los riesgos que hay en el sector donde ocurrió la erosión: “grandes movimientos tectónicos, erupciones volcánicas, además de fuertes lluvias”, dijo. La experta explicó que siempre se supo que había un riesgo muy grande. Emilio Cobo, coordinador del Programa de Agua de la (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) UICN para América del Sur, escribió en Twitter “era evidente que ese tramo de la vía colapsaría”.
Enseguida después del socavón en la carretera, la empresa OCP informó que las tuberías de su oleoducto están a 150 metros de la afectación de la carretera por lo que hasta el momento no han sufrido daños. Lo mismo dijo Petroecuador, empresa encargada del oleoducto SOTE y del poliducto Shushufindi-Quito. Ambas empresas están haciendo monitoreos de la erosión, dijeron en sus comunicados de prensa.
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Las autoridades informaron que habilitaron una ruta alterna para la movilidad, que es la vía Quito-Baeza-Narupa – Coca – Lago Agrio. La Policía también llegó a la zona del daño de la carretera para evitar posibles accidentes.