La madrugada de hoy 9 de agosto de 2020, la Fiscalía y la Policía Judicial allanaron el Pabellón Consular de la Penitenciaría del Litoral, donde estaban recluidos los dos extranjeros atacados ayer. Durante el enfrentamiento, Sheiman Tomer murió y  Sheiman Oren —ambos israelíes, según la Fiscalía— fue llevado a una casa de salud. Los dos estarían involucrados en la venta ilegal de insumos médicos durante la emergencia sanitaria por el covid-19. 

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Según un comunicado de la Fiscalía, en el allanamiento se incautaron terminales móviles —radios usadas para comunicarse con una central, tarjetas de memoria, libros una hoja de papel con “manuscritos y números de teléfono”, sustancias sujetas a la fiscalización, dos armas blancas y cargadores de celulares. Además, se encontró una pesa artesanal con dos discos de concreto, que presuntamente fue utilizada para asesinar a Tomer. 

Las autoridades presumen que el israelí murió después de ser golpeado con un objeto contundente en la cabeza mientras estaba en su celda. Oren, dice la Fiscalía, fue golpeado con un puño en la cabeza y el tórax. Hasta el momento, no se ha proporcionado información de su estado de salud. 

Los dos sujetos fueron detenidos en junio en la provincia costera de Santa Elena con 100 mil dólares en efectivo y documentos falsos. Los hombres se hacían pasar por agentes de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés). Cuando su vivienda fue allanada, se encontraron más dólares y euros en efectivo que sumaban más de 300 mil dólares. 

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Según Oren y Tomer, el dinero venía de la venta de pruebas covid-19 y otros insumos médicos. Uno de los compradores, dijeron al rendir sus versiones, era Jacobo Bucaram Pulley, hijo del expresidente Abdalá Bucaram Ortíz. Bucaram Pulley es investigado por presunta asociación ilícita para la venta de medicinas a los hospitales públicos del país. Además,  tiene una orden de prisión preventiva por supuesto transporte, comercialización, y tráfico de bienes de patrimonio cultural. En ese caso también estaría vinculado su padre. Por orden del judicial, el expresidente debe usar un grillete electrónico mientras duren las investigaciones abiertas en su contra. 

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Como parte de la investigación del ataque en el Pabellón Consular, el director subrogante de la Penitenciaría, el jefe de guías y dos agentes de seguridad penitenciarios rindieron sus versiones del incidente en la Unidad de Flagrancia Cuartel Modelo en Guayaquil. Además, dos personas privadas de la libertad fueron interrogadas en las oficinas administrativas de la Fiscalía. Según la institución, seguirán haciendo diligencias para “esclarecer los hechos” ocurridos en la Penitenciaría del Litoral.