El acuerdo de renegociación de deuda planteado por Ecuador obtuvo el 97,85% de aprobación de los tenedores de bonos, según el ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez.  En una rueda de prensa el 3 de agosto dijo que el proceso se hizo en menos de seis meses, lo que calificó como “un tiempo récord”. 

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En las nueve series de bonos que vencían entre 2022 y 2030 se necesitaba la aprobación del 66% de los tenedores de bonos. Según Martínez, se obtuvo en promedio el apoyo del 98,15%. En la serie que que vencía en 2024, para la que se necesitaba el 75%, se obtuvo el 95,42%. Esos resultados muestran un consentimiento promedio del 97,85% de los tenedores de las diez series, una votación “con resultados históricos”, según el Ministro Martínez. 

Los bonos ecuatorianos vigentes antes de la renegociación tenían una cláusula de acción colectiva (CAC). Es un recurso que permite reestructurar las condiciones de la deuda si se logra el porcentaje de apoyo mínimo establecido: 66% y 75% en los bonos ecuatorianos. Las condiciones se deben aceptar incluso cuando algunos tenedores de bonos están en contra de la reestructuración. Martínez confirmó que los porcentajes establecidos en las cláusulas de los bonos anteriores se mantienen para los creados con el nuevo acuerdo. 

Los tenedores de bonos que votaron hasta el 3 de agosto —fecha en la que cerraba el proceso— podrán acceder al pago de los intereses acumulados entre marzo y agosto de 2020, que equivalen a más de mil millones, según Martínez. El Ministro dijo que este será “un incentivo” pagado entre 2026 y 2030. 

Quienes no votaron hasta el 3 de agosto —que equivalen a menos del 2% de los tenedores, según Martínez— podrán hacerlo hasta el 7 de ese mes. Esos acreedores no podrán acceder al incentivo del pago de intereses, pero podrán intercambiar sus bonos por los emitidos con las nuevas condiciones. Los tenedores que no voten hasta el 7 de agosto recibirán un nuevo bono que replique las condiciones del 2040, que será pagado en veinte años. 

El ministro Martínez dijo que espera que el proceso de canje y de formalización de los acuerdos termine el 12 de agosto, pero se puede extender hasta el 20 de ese mes. La fecha final se definirá en los próximos días y dependerá de “distintos temas de orden administrativo”, según Martínez. 

Contrarian Capital Management y GMO —fondos de tenedores de deuda ecuatorianos— demandaron a Ecuador el 30 de julio para detener temporalmente el proceso de renegociación de deuda externa. Ambos fondos sostenían que el acuerdo era “coercitivo en extremo”, pero una jueza negó la acción legal un día después de que fue presentada. En la rueda de prensa del 3 de agosto, Martínez dijo que los dos fondos habían votado a favor de la propuesta ecuatoriana. 

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Martínez aclaró que la reestructuración de la deuda era una “excelente noticia” para el país. La reducción del capital, los intereses y la extensión de los plazos —dijo el Ministro— permiten que se alivie la presión de los pagos anuales y reubicar esos recursos en “la protección social y la recuperación económica”. Sin embargo, el Ministro insistió en que no quería crear falsas expectativas porque el acuerdo no involucra que lleguen nuevos recursos financieros y no elimina los problemas económicos del país. 

El ministro Martínez dijo que la “posición fiscal del Ecuador aún es frágil y faltan reformas estructurales a todo nivel”. Según Martínez, la brecha fiscal nacional de este año podría superar los 4 mil millones de dólares. El Ministro también se refirió a la deuda que tiene la institución con los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD). “Se está priorizando la administración de la caja”, según Martínez. Primero se pagan los salarios de los funcionarios que están combatiendo la pandemia en primera línea y luego, las demás cuentas pendientes. Sin embargo, el Ministro dijo que es un esfuerzo compartido y que los GAD deben recalcular sus cuentas. 

Una de las correcciones que se deben hacer, según Martínez, es abrir espacio para la inversión privada en todos los sectores. Eso “abre una luz de claridad y certidumbre para seguir apostando por Ecuador”, dijo. Además, aclaró que tener una deuda más sostenible —como la que se logró con el acuerdo de bonos— contribuye a la llegada de dólares frescos por otros tipos de financiamiento y por la inversión externa; dos cosas que son vitales para mantener la dolarización. 

Una vez aprobado el acuerdo de reorganización de los bonos, el Ministerio de Finanzas avanzará con la renegociación de otros tipos de deuda. Martínez dijo que están avanzando en la creación de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “que se adapte a la nueva realidad del país”. La última semana de julio, dijo el Ministro, el presidente Lenín Moreno y Kristalina Gueorguieva, directora del FMI, se reunieron y el Fondo reforzó su apoyo. Los acuerdos con multilaterales, como este, son importantes porque permiten el ingreso de recursos al país, según Martínez. 

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En la rueda de prensa, el Ministro de Finanzas también dijo que continúan trabajando en la renegociación de la deuda con China. Martínez explicó que como se trata de un acuerdo bilateral, el proceso “tiene otro tipo de tratamiento y estructura de financiamiento”. En la primera semana de agosto, dijo, habrá noticias de la renegociación de esta deuda.