Ecuador logró un acuerdo preliminar con el grupo más importante de tenedores de sus bonos para reducir la deuda en 1.500 millones de dólares y renegociar otros términos. El presidente Lenín Moreno lo anunció en un tuit el 6 de julio. Según Moreno, se liberarán 16.000 millones en los próximos 10 años. Horas después, el ministro de Finanzas, Richard Martínez, explicó los términos del acuerdo en una rueda de prensa. 

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Los bonos se emiten como instrumentos para lograr financiamiento. Cuando un país necesita dinero, se lo pide a los tenedores —usualmente grupos de inversión privados, como Goldman Sachs. El valor que el país requiere suele ser alto, por lo que no se puede conseguir solo de una sola fuente, así que se divide el pedido de dinero en pequeñas porciones o bonos. Los tenedores prestan el dinero al comprar los títulos de bonos, con los que adquieren el derecho a que se les pague el capital más intereses en un plazo determinado.

Sarah Carrington, experta en mercados de crédito, dice que los bonos se convierten en activos porque sus títulos pueden ser comprados y vendidos en el mercado. “Si la persona que originalmente prestó el dinero ya no los quiere, puede vender esos títulos de bonos”, dice. La oferta y demanda de los bonos dependerá de qué tanto riesgo representa un país para sus acreedores. Ecuador, con un riesgo país sobre los 3 mil puntos, es de alto riesgo para los posibles compradores de sus bonos. 

Este tipo de préstamos son distintos a los que tenemos con otros gobiernos, como China, o con organismos multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los bonos renegociados equivalen a casi un tercio de la deuda total del Ecuador. Martínez dijo que el acuerdo con el grupo más grande de acreedores de bonos tiene “5 grandes logros”: el flujo, capital, tasa, plazo y periodo de gracia. 

El cambio en el flujo —al pagar menos dinero anualmente— incrementa la liquidez que tendrá el país. Este año no se pagará nada más de lo que ya ha sido desembolsado hasta el momento. Según Martínez, representa un ahorro de 1.361 millones. El próximo año solo se pagarán 79 millones, que es “prácticamente nada”, dijo Martínez. Desde 2020 hasta 2025, dijo el Ministro,  no se pagarán aproximadamente 11 mil millones de dólares. Según Martínez, así se liberarán recursos líquidos para la reactivación económica y los programas sociales, enfocados en los más pobres. 

Los beneficios también serán para los próximos gobiernos. Según la presentación del Ministro, el siguiente gobierno, entre 2021 y 2024, no pagará 9.166 millones y el subsiguiente, de 2024 a 2027, se ahorrará 5.739 millones del total de deuda de bonos. El plan del gobierno incluye que los pagos mensuales no superen los 2 mil millones de dólares mensuales hasta 2030 y los 2.500 millones hasta 2035. 

Con el nuevo acuerdo, el capital de la deuda de bonos pasa de 17.374 millones a 15.835 millones, 1.539 millones menos, con una tasa de interés menor. Actualmente la tasa promedio de los bonos de deuda es 9,2%; con el acuerdo se reduciría al 5,3%. 

Además de la reducción del promedio, durante los primeros dos años —2020 y 2021— los intereses serán mucho menores: este año del 0% y el próximo de 0,5%. El Ministro dijo que los 1.060 millones de intereses acumulados en 2020 durante el periodo de renegociación, pasan a un bono que no tendrá intereses y deberá pagarse entre 2026 y 2030. 

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En los próximos 5 años, dijo Martínez, el descuento de los intereses equivaldrá a 911 millones de dólares. Según el plan del gobierno ecuatoriano, la nueva tasa de interés máxima de los bonos ecuatorianos —6,9%— de los siguientes 20 años será menor a la tasa mínima de los bonos vigentes: 9,8%. El economista Alberto Acosta Burneo dice que con el nuevo acuerdo estaríamos un paso más cerca de una deuda organizada y con un plan sostenible que sí puede ser pagado. 

Otro de los logros del acuerdo es que se extenderán los plazos de vencimiento de todos los bonos. El plazo máximo para pagar los bonos actuales es 2030, en los nuevos se extiende hasta 2040. Martínez dijo que el plazo promedio para pagar los nuevos bonos se duplica: de 6,1 años a 12,7. Con el acuerdo, dijo el Ministro, los diez bonos vigentes de Ecuador se transforman en 3: a 10, 15 y 20 años plazo. Los dos últimos concentrarán el 75% de los 15.837 millones de deuda en bonos. Según el Ministro, el incremento del plazo es “positivo porque da cuenta que el país tiene credibilidad” a corto y largo plazo. 

El nuevo acuerdo incluye un periodo de gracia para el pago de capital e interés. Durante 5 años, Ecuador no pagará capital. El Ministro de Finanzas confirmó que pasaremos de tener 5.600 millones pendientes en pagos de bonos hasta 2025 a 0. Además, Martínez dijo que “prácticamente no tenemos que pagar intereses por 2 años” porque este año no se pagará ni un dólar de los intereses acumulados y en 2021 solo 79 de los 2.954 millones que debíamos pagar. 

Ecuador ha logrado que los acreedores esperen hasta que nos recuperemos de la actual crisis, según el Ministro. Sarah Carrington dice que tener más tiempo para pagar corta sustancialmente las obligaciones anuales del gobierno. La experta aclara que ese tipo de tratos son importantes “porque estamos con muchas obligaciones de deuda, pero también debemos mantener la economía en uno de los tiempos más difíciles de la historia”. En una situación como la actual, ganar ese oxígeno es una ventaja sustancial. 

En la rueda de prensa del 6 de abril también participó Juan Sebastián Roldán, secretario general de gabinete de la Presidencia. Roldán felicitó al equipo del Ministerio de Finanzas y resaltó la importancia de tomar pasos que calificó de “responsables”. Para la aprobación del acuerdo, dijo Roldán, fue muy importante el pago de 320 millones de dólares  —341 con intereses— de los bonos que vencían en marzo. Si no se hacía, dijo Roldán, “Ecuador quedaba con 300 millones de dólares, pero con las puertas del mundo cerradas”. Según Roldán, esta decisión, aunque muy criticada en su momento, fue elemental para el proceso de renegociación de la deuda porque incrementó la confianza de los tenedores. Acosta Burneo dice que el acuerdo es “una muy buena noticia”, pero no es la única medida que debería tomar el país para salir de la crisis. Acosta Burneo dice además de un proceso de endeudamiento desordenado, el país gastó por años más de lo que podía pagar. Por eso es necesario corregir lo que considera es el problema de raíz: el desequilibrio fiscal. 

En la rueda de prensa, el ministro Martínez dijo que todavía son necesarias reformas estructurales para proteger la economía del Ecuador. Una de esas, según Martínez, es reducir el tamaño del Estado en áreas no prioritarias; las que no sean salud, educación o seguridad. El Ministro también dijo que “debemos ser muy rigurosos con la transparencia hacia futuro”. Si se cumplen con esos cambios estructurales, Martínez predice que Ecuador estará listo en 2031 para pagar valores más altos a los tenedores de bonos, como lo establece su plan. 

La renegociación todavía no se ha formalizado. Gerry Rice, vocero principal del FMI, dijo que espera que “todas las partes involucradas continúen trabajando para finalizar un acuerdo que, junto con otros esfuerzos, es fundamental para ayudar a poner la deuda pública en un camino sostenible”.  Según Rice, el apoyo con los grupos más grandes es un indicador de que el proceso de renegociación de obligaciones avanza bien. 

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Hasta el momento Ecuador cuenta con el apoyo del grupo más grande de tenedores de deuda, que equivale casi al 50%. Para que el plan sea aprobado oficialmente debe contar con el apoyo del 66%.  Según Martínez, son “optimistas” porque llegar a ese nivel de consenso, el del grupo más grande, es “un gran paso”. La votación, que ya comenzó favorablemente, continuará en las próximas semanas para conseguir el consentimiento del porcentaje necesario. El gobierno ecuatoriano tiene hasta el 15 de agosto para que el acuerdo de reestructuración de bonos de deuda sea oficial.