entrevista ximena peña

La legisladora fue electa en sus dos períodos por Alianza País. En el primero —entre 2013 y 2017— Rafael Correa lideraba esa organización pero tras su salida del poder y su ruptura política con Lenín Moreno, la bancada se dividió. Aunque dice que no es morenista, Peña se quedó del lado del actual presidente. Desde mayo de 2019, preside la Comisión de Justicia y fue la ponente de las reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP). En esta entrevista, Ximena Peña responde sobre el aborto por violación y las observaciones que otros legisladores hicieron sobre su manejo como ponente del proyecto.

Como todas las cabezas de comisión, Peña tiene una oficina dentro del Palacio Legislativo, en el segundo piso. Allí nos recibe para una larga entrevista. En esta primera publicación, hablamos sobre la votación que evitó la despenalización del aborto en casos de violación.

La asambleísta Jeannine Cruz justificó su voto abstentivo diciendo que el texto de la votación había cambiado al  último minuto. Cuéntenos qué fue lo que pasó. 

El texto enviado se circuló aproximadamente 26 horas antes de la votación y es el texto con el que estuvimos trabajando durante todas las reuniones de trabajo. 

Tuvimos un cambio de secretario, y al parecer en el momento que se entregó la matriz, se entregó tal y como estaba el artículo 150 y como era un artículo sensible, yo le hablé claramente al secretario. Le dije que era un artículo que no se podía tocar. Trabajamos en todas las matrices con ese texto. Finalmente nadie se dio cuenta porque lo que se omite del informe de segundo debate en relación al documento de votación son cuatro o cinco palabras que realmente nadie se percató.

Antes de que un proyecto de ley o de reformas llegue al pleno de la Asamblea Nacional, pasa por la comisión que le corresponde. En el caso del COIP, las reformas se trabajaron en la Comisión de Justicia, presidida hasta mayo de 2019, por la correísta Marcela Aguiñaga. En esa comisión se hace un primer informe que luego se debate en el pleno —eso ocurrió a inicios de 2019— y con las observaciones que hacen los asambleístas, el proyecto regresa a la comisión. Ahí, se incorporan las observaciones —si así lo decide la Comisión— y posteriormente regresa al pleno para un segundo debate —ocurrido en agosto de 2019—. El texto que de allí surge es el que se votó en septiembre. La sorpresa fue que algunos legisladores que habían apoyado públicamente la despenalización. finalmente se abstuvieron o votaron en su contra.

Lo que Cruz y también el asambleísta Fernando Callejas decían es que no se había establecido un límite de tiempo para realizar un aborto cuando hay malformación letal del feto.

Pero así estaba en el informe del segundo debate también.

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¿Sin establecer límites?

Este es el informe del segundo debate. Y así es como está el texto. Entonces lo único que se omite, digamos por este tema de las matrices, son estas palabras.

Ximena Peña saca dos hojas de dos carpetas distintas; el primer documento corresponde a aquello que se estableció en el segundo debate y el otro es el texto final de la votación. La legisladora se refiere a las palabras “determinado por un profesional de la salud”.

Formalmente, este documento se envía 26 horas antes de la votación pero nosotros tuvimos una serie de reuniones de trabajo antes, ahí constan firmas de asistencia a convocatorias. Se trabajó todo el tiempo con este texto. Nadie se dio cuenta hasta el día de la votación que se omitieron esas palabras. Como usted se dará cuenta, son cinco palabras que no son determinantes en el contenido mismo de la reforma.

La asambleísta se refiere a la queja de Fernando Callejas. Él aseguraba que faltaba una frase que indicara que para poder realizarse un aborto en caso de malformación letal de un feto, también debería establecerse un plazo. El artículo decía: “El embrión o feto que padezca una patología congénita adquirida o genética incompatible con la vida extrauterina independiente, en todo caso de carácter letal”. Lo que faltaba, inmediatamente después de ese texto de votación, según Callejas, pero que sí se leyó en el pleno antes de la votación fueron estas cinco palabras a las que hace referencia Peña: “determinado por un profesional de la salud”.

Ximena Peña responde sobre el aborto por violación

Ximena Peña señala los documentos que se usaron para la discusión previa a la votación sobre el aborto por violación. Fotografía de Diego Ayala León para GK.

Pese a ello, ante la alerta y para evitar que, en efecto, asambleístas que pudieran estar dudosos por esas palabras no voten, hice la aclaración por este error, y dimos lectura a lo que faltaba y ahí dijimos cómo iba a quedar el artículo. Lo leímos e incluimos esas palabras. Fue el único artículo de toda la reforma que se leyó integralmente y eso fue lo que se votó.

No es que yo a la última hora cambié. Así [sin la especificación de que un médico debía determinar la patología letal] se difundió a los legisladores. Tengo documentos de WhatsApp en espacios de coordinación multipartidista, con coordinadores de bancadas —se les mandó matrices, borradores, actualizaciones.

Peña enseña en su celular una serie de mensajes de WhatsApp en los que se ven los nombres de varios legisladores y el intercambio de documentos relacionados al proyecto de reforma del COIP.

Este es un espacio que integran varios legisladores de todas las bancadas, aquí, de manera permanente se retroalimentó, por ejemplo en el tema de inseminación no consentida, tuvimos un alerta. Nos decían: “Mire, la gente no sabe lo que es inseminación no consentida y el 174 del Código Orgánico Integral Penal define qué es inseminación no consentida”. Entonces dijimos, no pongamos inseminación no consentida, pongamos lo del artículo 164 en el que se define con claridad lo que es inseminación artificial y demás.

Ese fue un cambio pero no cambiaba el sentido del artículo.

¿Lo que podríamos decir es que no constaba en el documento de la votación es el texto referente al punto 3 del artículo 150, es decir la parte en la que dice que el aborto se permitiría para patologías letales que impidan la vida del feto fuera del útero y que éstas deben estar «determinadas por un profesional de la salud»?

Obviamente alguien tiene que hacer esa determinación. No es que yo le veo a usted embarazada y le digo: «Usted tiene una malformación congénita que hacen incompatible la vida del feto fuera del vientre». Obviamente tiene que ser una determinación médica. Ante esa omisión en el texto de votación, lo aclaramos. Lo leímos en el pleno. 

¿Con lo cual se eliminaba esta preocupación de que supuestamente se estaba omitiendo el criterio médico en el texto?

 Por supuesto. Entiendo que en esto podría, de pronto, haber hecho que una persona indecisa desista, pero no alguien totalmente comprometida con la causa, alguien que la conocía y que la defendía. Pero ni así, porque lo leímos en el pleno.

Cuando tuvieron las conversaciones previas, ¿cuáles fueron los consensos a los que habían llegado sobre estos artículos específicamente?

El 11 de septiembre ya tenían conocimiento los coordinadores de cómo iba a quedar el artículo 150. Tómese el tiempo que quiera usted y revise exactamente lo que dice el texto.

Me extiende su celular nuevamente y en una conversación por WhatsApp que mantiene con un legislador, se puede leer exactamente el mismo texto enviado a los legisladores el día anterior a la votación.

Aquí tampoco está aquello de «determinado por un profesional de la salud» para los casos de aborto por malformación letal.

Así es, porque nadie se dio cuenta y estábamos trabajando en esa matriz. Además que no era algo determinante. Si hubiera sido determinante probablemente hubiera generado alertas, pero se difundió en algunos grupos de mujeres. Se difundió con los asambleístas comprometidas con el tema y con los coordinadores de bancada. 

Es claro, al final sí hubo mucha mala intención porque mucho se dijo y se sembró miedo en ese momento en el pleno, hay que decirlo también las estrategias fueron poco profesionales, diría yo.

Ya viendo en retrospectiva, ¿no fue un error no plantear, por ejemplo, los tiempos o la necesidad de informe médico que, si bien se leyó el día de la votación, no constaba en el escrito?

Si el asambleísta Callejas, teniendo ya el informe de segundo debate, hubiera dicho “esto es una alerta, hagan este cambio y yo voto»” de pronto buscábamos una salida pero dijeron que iban a votar a favor. Nunca lo alertaron, hasta que votaron como votaron.

Entonces, estas observaciones que hacen después de la votación, ¿nunca se hicieron en las reuniones previas?

El asambleísta Callejas es de la bancada CREO. Con el coordinador de la bancada, nosotros les hemos dado toda la información. Hemos sido absolutamente abiertos. Claro que también tiene que haber un trabajo de procesamiento de los coordinadores con las diferentes bancadas. 

Si yo tenía una alerta, tenía que haberla generado a través del coordinador. Además, muchos legisladores vinieron directamente y presentaron alertas. Algunas pudimos solventarlas, no solamente en este, sino en varios temas. Si hubiese sido ese motivo, el asambleísta podía haber venido y decirme “Mire, Ximena esto está así” .

¿Eso no pasó?

No. No supimos que se iban a abstener hasta que se abstuvieron. Hasta el día anterior, algunos legisladores dijeron que iban a votar a favor, no hablo precisamente por los legisladores en cuestión, pero con el asambleísta Callejas conversé el día anterior a la votación. Me dijo que iba a votar a favor. Yo lo llamé y él dijo sí, así voy a votar y yo le dije “muchas gracias”. 

Finalmente votaron distinto y luego vinieron estas preocupaciones que han tenido pero que no las canalizaron con nadie.

Usted dice que sí hubo unos manejos poco profesionales. 

O sea hubo una campaña de miedo de todo lado, de gente externa, de pronto interna también: “Miren cómo han cambiado el texto”. Eso pese a que el texto fue circulado 26 horas antes de la votación.

Es la primera vez que, en la Asamblea, cuando vamos a aprobar una ley se circula el documento con tanto tiempo de anticipación.

Otra de las cosas que decían algunos asambleístas era, que sin un plazo establecido para el aborto en caso de malformación letal, la gente podía pensar que se quiere aprobar el aborto en períodos de gestación avanzada.

Pero sí se dice de doce a catorce semanas.

Ximena Peña responde sobre el aborto por violación

«Hubo una campaña de miedo», Ximena Peña. Fotografía de Diego Ayala León para GK.

Para el numeral 3 ya no dice un plazo, cuando se habla de la patología congénita fatal.  

Son casos donde es incompatible la vida extrauterina es decir, [el producto] va a morir. De pronto ese sería un argumento. Y ya digo, eso nunca apareció como preocupación. 

Si se hubiese planteado esto como una preocupación, por supuesto que hubiésemos encontrado un mecanismo, pero si no dicen nada y dicen que van a votar sí, no se alerta, ¿cómo hacemos? 

Indudablemente todo es perfectible. Algunos dicen que probablemente, si no poníamos todo ese numeral, pasaba. Las alertas no vinieron  con tiempo: vino directamente esa votación.

¿Y ustedes no se percataron de esto? Porque podríamos comprender que a los siete meses de embarazo no es que se hace un aborto como uno se puede imaginar. Es ya prácticamente un nacimiento pero el bebé no va a sobrevivir por las condiciones de letalidad.

 Este artículo fue construido con organizaciones de mujeres, con el Ministerio de Salud, con varias instancias que revisaron y nadie generó la alerta.

No había ninguna preocupación en ese tema. De haberla habido, créanme que la hubiésemos procesado, porque lo que menos queríamos es que este tema, sobre todo el caso de violación y violación incestuosa, quede sin aprobarse. 

Incluso si en algún momento hubiese sido una condicionante que se saque ese tema, hasta lo hubiésemos sacado porque entre lo uno y los otros casos, aquellos que son de violación son mucho más sensibles. Si es que nos decían “si sacan esto, tenemos 20 votos más”, con gusto lo hubiésemos hecho pero no hubo ninguna alerta.

¿Y por qué para malformaciones letales no se establece un plazo?

Por ser un artículo tan sensible, nosotros dejamos el artículo como fue aprobado en el informe para segundo debate. Ya estaba planteado, la Comisión hizo un esfuerzo, decidimos no tocarlo porque entendíamos que este artículo ya salió con consenso.

Todo esto, cuando había otra presidenta, Marcela Aguiñaga.

Claro y había un informe aprobado. Entonces, decidimos dejarle tal y como fue aprobado por la Comisión, a excepción de esos pequeños cambios, como no poner inseminación no consentida sino referir al 164. Como ya hay incesto, pongamos violación incestuosa, esos pequeños cambios que no cambiaban de ninguna manera el meollo del tema.

Quiero hacer énfasis en la explicación que usted me da sobre por qué el texto que el Secretario lee el día de la votación no constaba en el documento para votar. ¿Qué fue lo que pasó para que ese pedazo no esté en el texto que los asambleístas tenían en sus computadoras?

Mire lo que pasa es que nosotros recibimos la matriz de la secretaría anterior de la comisión. Hubo un cambio de secretario y en esa matriz que se recibió, al parecer, no estaban esas frases. 

Yo no sé si fue un texto que le añadieron, a lo mejor en el momento de aprobar el informe para segundo debate. Realmente no sé. Sí, lamentablemente esa omisión pudo haber generado desconfianza, pero igual se dio lectura.

¿Pero fue un error dentro de la Comisión?

Así es, fue un error, en este caso, del secretario que comenzó trabajando con la matriz que recibió. Nadie se dio cuenta. 

Finalmente podría ser un pretexto pero no es un tema real de preocupación y no pueden decir que se le cambió de la noche a la mañana porque se venía trabajando con ese texto durante semanas. 

¿Hay una responsabilidad de los asambleístas también de haberlo dicho a tiempo si tenían algún reparo o alguna observación?

Al ser una reforma tan compleja, bien pudieron haber dicho: “Presidente denos 24 horas más para revisar y votar”. Pudieron haberlo hecho.

¿Para cambiar?

Para revisar, incluso hasta para revisar porque era una reforma bastante extensa. Pudieron haber dicho: “Presidente requerimos 24 horas más o dénos 48 horas más”. Nadie dijo nada. 

¿En su lectura política es que hubo falta de voluntad de tomar una postura precisa acorde a aquella que se había anunciado previamente? 

Yo no soy quién para evaluar la conducta de mis colegas. 

La historia y sus propios mandantes sabrán hacer el juicio pertinente.

Otro de los temas que generaba algunas dudas es esto de la “violación incestuosa”. Nos decían que eso también generaba ciertas incomodidades: por qué poner la palabra incestuosa si violación ya abarca incluso una relación incestuosa si es que surge de una violación. ¿Por qué se decide poner como “violación incestuosa”?

Porque se tipificó aparte la violación incestuosa con una pena mayor. Cuando es una pena de violación, usted tiene de 19 a 22 años pero la violación incestuosa es mucho más grave. Lo que hicimos es tipificarla aparte para darle un peso mucho más fuerte. La pena es de 22 a 26 años. Está tipificada ya la violación incestuosa, lo correcto era que lo que estábamos haciendo en este artículo también vaya a la par, con una pena mucho más fuerte.

Ximena Peña responde sobre el aborto por violación

Sobre el escritorio de Ximena Peña reposan varios documentos relacionados a su trabajo. Fotografía de Diego Ayala León para GK.

 ¿Entonces querían enfatizarlo?

Por supuesto, porque la mayoría de violaciones sobre nuestros niños es en los hogares, son los familiares. Deben tener una sanción más fuerte porque es terrible que una niña sea violada por la persona que tiene que cuidarle, sea su padre o su abuelo. Es totalmente pertinente la tipificación de la violación incestuosa, lo que hicimos es que, simplemente, tenga coincidencia con lo que se pretendía hacer en el artículo 150. 

La asambleísta Cruz tildó de irresponsable el manejo del documento sobre el que se votó. Ella insistió mucho en que no era el documento que ella había recibido.

¿Entonces 65 legisladores, votaron irresponsablemente por un documento? Tuvimos 65 voluntades en la Asamblea Nacional. ¿Quiere decir que los otros no leyeron? No es así. 

Todos los legisladores votamos absolutamente convencidos con la causa y aquellos compañeros que por alguna circunstancia no tuvieron una posición definida votaron como decidieron votar, pero esa responsabilidad es personal. Es personal. No puede justificarse una decisión argumentando algunos temas que no fueron excusa para que 65 legisladores les dijéramos sí a las mujeres.

Otro de los temas que cuestionó la asambleísta Cruz es la rueda de prensa que dio unos días antes de la votación en la que usted había anunciado que tenían los votos suficientes, 75 me parece que dijo.

Me invitaron a esa rueda de prensa por una iniciativa de organizaciones de mujeres que querían darle mayor fortaleza al tema. 

Hubiésemos querido inicialmente que fuera el presidente Litardo pero por temas de agenda no pudo ir, y me pidieron que vaya yo como presidenta de la comisión. 

Ellas presentaron sus cartas de apoyo y demás y hubo una pregunta que, en efecto, yo contesté. Ahora todo el mundo dice si esto me hubiese pasado, si hubiéramos hecho, si hubiésemos sacado, si no lo hacíamos. 

Créame que todas esos cuestionamientos de pronto nos hacen pensar que pudimos haberlo hecho mejor. Probablemente. Ojalá hubiésemos tenido una bola de cristal. Ojalá todas las asambleístas que estuvieron respaldando el tema hubiesen estado ahí, diciendo “presente”. 

Me invitaron. Fui para acoger esas cartas de apoyo que fueron iniciativas de las organizaciones que están respaldando el tema. Fue un espacio que no lo creé yo, no fue mi iniciativa, más bien yo fui respondiendo al llamado de las mujeres que, en ese momento, necesitaban que asambleístas apoyen el tema de manera frontal no aisladamente.

Mirando en retrospectiva, ¿cree que fue imprudente estar allí? 

De pronto eso sí pudo haber tenido un efecto de mayor presión, pero creo que ahí va a la responsabilidad del legislador. Hasta qué punto nosotros estamos comprometidos con una causa y podemos decir no a las presiones porque estamos velando por temas que son mucho más elevados como son los derechos de una mujer violada a decidir.

Sobre una mesita de su oficina está impresa la entrevista que Jeannine Cruz dio a GK. Fotografía de Diego Ayala León para GK.

Sobre una mesita de su oficina está impresa la entrevista que Jeannine Cruz dio a GK. Fotografía de Diego Ayala León para GK.

¿Qué pasó con los votos que usted creía que tenía?

Creo que hubo presión de sectores religiosos, presiones políticas.

¿De las de los partidos políticos de los legisladores?

Así es. De ciertas posiciones radicales que, de pronto, incluso en algunos casos, pudieron haber ejercido presión para que se vote distinto a lo que uno hubiese querido votar.

Las presiones religiosas fueron muy fuertes también. Hay que decirlo. Es una tristeza realmente que siendo un Estado laico veamos esa presión por parte de los sectores religiosos.

¿En qué sentido fueron esas presiones? Algunos otros legisladores contaron que recibieron llamadas y mails. ¿En su caso recibió este tipo de presiones?

Hubiese querido que me llamen porque tenía lista la respuesta pero no me llamaron. Pero sí escuché testimonios de que les llamaron y que la Iglesia, y tal. Ese día yo fui a misa.

¿A usted no le dijeron asesina?

No, no, realmente yo cuando voy a misa voy bajo perfil, me siento en última fila, me voy domingo, una no va peinada ni maquillada. Pero sí me dio una tristeza muy grande  ver como en un espacio tan sagrado se comience a abogar por temas que deberían ser resueltos en lo político, con una mirada de derechos y no una mirada dogmática.