Hace 14 años, Idaly Farfán llegó desde Colombia para hacer una investigación sobre el cacao fino y de aroma —que se caracteriza por sus sabores florales y frutales. Como periodista, quería escribir un libro sobre el chocolate pero empezó a investigar y se dio cuenta que aún le faltaba mucho por aprender. En vez de escribir el libro y seguir en periodismo  decidió dedicarse a la gastronomía: hoy es maestra chocolatier y, en su local —en la avenida Mañosca de Quito—, cocina bombones todos los días.

El cacao fino y de aroma se caracteriza por sus sabores florales y frutales.

Hace 14 años, Idaly Farfán llegó desde Colombia para hacer una investigación sobre el cacao fino y de aroma. Fotografía de Valentina Tuchie para GK

El cacao está en sus recuerdos de infancia. En Huila, al suroeste de Colombia, sus abuelos maternos tenían una finca donde le daban chocolate con leche recién ordeñada. Su abuela cosechaba el cacao, lo molía y se lo daba endulzado con panela.

Hoy, en su cocina, Idaly es meticulosa y rápida con el chocolate. Mientras revuelve una mezcla, conversa, y parece estar atenta a todo, sin descuidarlo. En su local el olor a chocolate, está, incluso cuando no están cocinando. Como chocolatera, siempre busca que el cacao esté en su estado más puro. Por ejemplo, si usa uno de Manabí que es floral o frutal, no lo altera con otro tipo de productos como canela que puedan dañar el sabor original.

 Su abuela cosechaba el cacao, lo molía y se lo daba endulzado con panela.

El cacao está en sus recuerdos de infancia. En Huila, al suroeste de Colombia, sus abuelos maternos tenían una finca donde le daban chocolate con leche recién ordeñada.