Fuiste un lujo
La única vez que te vi de cerca no me pasó nada bueno. Era una mañana fría del año 2000; vos ibas a ser entrevistada en un programa de la radio donde yo era pasante. Subimos juntos en el ascensor. Al apretar el botón del cuarto piso te saludé con una mueca antipática y mientras te miraba de reojo se me vino a la cabeza una pregunta que en aquel tiempo, y durante los diez años anteriores, se escuchaba seguido: “¿Qué harías si te cruzaras con Videla en un ascensor?” Vos no eras Videla, claro, pero a mí, un post LEER MÁS