10 cosas que tienes que saber antes de independizarte

Los motivos para independizarse pueden ser muchos: estar más cerca de la universidad o del trabajo, salir de la casa de tus padres, vivir con tu pareja o con amigos, un paso de madurez y más. Todos son válidos. Pero para cualquiera hay que tener claro al menos 10 cosas antes de independizarte. Tienen que ver con el motivo, las finanzas, la preparación emocional, la elección del lugar, los imprevistos, la red de apoyo y las expectativas claras. 

Esta es una lista de consejos y recomendaciones de un experto financiero, una neuropsicóloga y algunas personas que pasamos por el proceso para que tomes la mejor decisión antes de independizarte.

1. Define tu motivación y ten una red de apoyo

Los motivos para salir del núcleo familiar pueden ser varios y todos—siempre que no se trate de evadir un conflicto, porque estos se tienden a repetir— son válidos, explica Nicole Guevara, neuroterapeuta. Definir cuál es tu motivación y qué esperas lograr con ese paso es muy importante ya que te dará un objetivo claro y una meta a cumplir.

Independizarse, según Guevara, está relacionado con la identidad y la autonomía de las personas. Es parte de encontrar tu propósito personal porque es una “puerta abierta para un montón de posibilidades”, dice. Como todos los cambios, sentir miedo es normal, explica Guevara. Por eso es importante tener una red de apoyo.

En esa red pueden estar tus amigos, pareja, familiares y personas en las que confías ya que te apoyarán en esta nueva etapa, sea recordándote las metas para ahorrar o para encontrar un lugar o para escuchar los miedos que tengas. Desahogarte te ayudará a disminuir la carga emocional.

Otra parte importante, explica, al menos para las personas de Latinoamérica, es hablar de tu decisión con tus padres ya que puede generar un “síndrome del nido vacío o un duelo para ellos”.

Para hacer que este paso sea un poco más sencillo, la neuroterapeuta explica que es necesario validar sus emociones, exponer los motivos de tu decisión y establecer límites claros, entendiendo que es un proceso de soltar para ambas partes. Al comienzo puede ser difícil, pero con el tiempo irá pasando. También recuerda que siempre los podrás visitar o que ellos te visiten.

2. Haz un presupuesto realista y bien estructurado

Una vez que tomas la decisión, tienes que buscar las herramientas para hacerla realidad. La más importante son las finanzas.

Fernando Emanuele, presidente de operaciones de Kamina—una plataforma para tomar decisiones financieras— explica que el primer paso es entender la nueva realidad financiera. Es decir, ¿cuál es tu ingreso neto mensual? el que queda luego de pagar las deudas de la tarjeta, aportes a la seguridad social, impuestos y más.

También dice que nunca debes considerar el cupo de la tarjeta de crédito como ingreso, porque esto puede provocar deudas que se pueden salir de las manos.

Una vez que tienes tu ingreso mensual claro es hora de escribir un presupuesto detallado y definir prioridades. Tienen que estar incluidos gastos fijos como arriendo, servicios básicos, comida, y gastos variables como artículos de limpieza, chequeos médicos, o si tienes un auto, la matriculación una vez por año, la gasolina y revisiones.

Además, al comienzo también tienes que separar el dinero para la garantía, arriendo anticipado (si lo piden en el lugar) y la mudanza.

El orden del presupuesto tiene que estar por prioridades, gastos básicos de la vida independiente (fijos), las metas financieras (ahorro) y “estar preparado para hacer ajustes”. Como tal vez no salir cada viernes de fiesta con tus amigos o no pedir comida seguido.

3. Ajusta el presupuesto y define si quieres compartir espacio

Una vez que tengas tu presupuesto definido es necesario ajustarlo a la nueva realidad y priorizar los gastos esenciales como vivienda, alimentación, servicios como agua, luz, gas, internet, transporte y salud.

Emanuele dice que compartir gastos con un roommate puede ser una forma conveniente de mitigar el impacto económico de la independencia.

Para el experto financiero dar pasos intermedios hacia la independencia total, como vivir con un roommate es una buena oportunidad para ganar experiencia y crear un colchón financiero. Ya que gastos fuertes como el arriendo se dividen en dos y es más fácil ajustar presupuestos.

Si tomaste la decisión de independizarte y hacerlo con un amigo o tu pareja, Nicole Guevara, neuropsicóloga y educadora, dice que cada caso es distinto y que, en cada uno, es importante:

• Si es con tu pareja: Tener una conversación sincera e “incómoda” ya que es un paso en la relación. Es importante hablar sobre las necesidades de cada uno, establecer límites y dividir roles y responsabilidades. Es crucial ser abiertos en temas financieros y evitar justificar la falta de participación de la pareja en las responsabilidades del hogar.
• Si es con un roommate: Definir reglas claras desde el inicio, incluyendo aspectos como mascotas, limpieza y responsabilidades. También, si no conoces a la persona, es importante conversar para entender las personalidades, estilo de vida y necesidades de convivencia de cada uno, evitando futuros conflictos.

En ambos casos es importante que definan cada uno presupuestos en base a sus ingresos y dividir responsabilidades financieras desde el principio.

4. Aprende a manejar las deudas y da prioridades

La independencia trae consigo muchas responsabilidades financieras ya que no dependes más de tus padres. Los pagos de luz, agua, internet lo debes hacer tú —por los aplicativos del banco— y debes encargarte de las compras —solo lo necesario para que no se desperdicie. Independizarte también es darse cuenta que todo cuesta y notar el valor de cada cosa.

Fernando Emanuele dice que una vez que tienes presupuestos y cuentas con el dinero para dar el paso es importante que establezcas límites de cosas que consideras necesarias para independizarte en las que tengas que recurrir a deudas. Por ejemplo, comprar una refrigeradora o una lavadora, en caso que el lugar que arriendas no tenga o esté en mal estado. 

Recuerda que una mala gestión de la deuda puede tener consecuencias significativas.

El experto financiero explica que comprar electrodomésticos es una buena inversión porque duran en promedio 5 años y se pueden pagar en cuotas, generalmente en un año. También explica que endeudarse en gastos recurrentes como el arriendo o el supermercado no es bueno, ya que demuestra que tus ingresos no están cubriendo tus gastos esenciales.

5. Ten un fondo de emergencia para cualquier imprevisto

En el día a día todo puede pasar, un accidente, quedarse desempleado, que se dañe un electrodoméstico, un tratamiento médico y más. Para eso es súper importante mitigar imprevistos y tener aseguradas las cosas (las más caras, al menos).

Considerar invertir en un seguro médico, extender la garantía de las cosas nuevas y un seguro para el carro, en caso que lo tengas, es una buena idea para mitigar imprevistos.

Fernando Emanuele explica que es importante tener un fondo de emergencia que cubra al menos de tres a seis meses de gastos esenciales, para afrontar imprevistos sin tener que abandonar la independencia.

Para activar este fondo de emergencia cuando algo pasa, Emanuele, dice que puedes hacerte una pregunta ¿puedo vivir sin esto? Recuerda que este fondo es solo para situaciones inesperadas que afecten tus necesidades básicas, como que se dañe la refrigeradora y te quedes sin comida. No para caprichos o el “me lo merezco”. Para eso puedes hacer una cuenta aparte y ahorrar para estos gastos discrecionales.

6. Busca un lugar seguro y conveniente

El presupuesto que tienes te ayudará a dividir las opciones de posibles departamentos que podrás arrendar. Una parte importante es la seguridad de la zona, si tiene guardianía, si está bien iluminada, si tiene  vecinos alrededor y más.

Para guiarte en la decisión haz una lista de prioridades como la cercanía al trabajo, si puedes ir caminando, en bicicleta o usar el transporte público para ahorrar tiempo y dinero.

También ten en cuenta lo que te rodea como supermercados, centros de salud, parques, restaurantes, colegios. Luego puedes visitar opciones para ver las habitaciones que tiene, baños, sala, comedor, cocina, entre otros. Y sobre todo si la alícuota incluye todos los servicios básicos.

Pregunta si en la zona se va la luz seguido, tiene cortes de agua o si la señal de internet no es muy buena. Son preguntas muy importantes en un país como Ecuador que enfrenta crisis energéticas anualmente.

Otra recomendación para elegir un departamento es que el lugar esté amoblado así no tendrás que gastar en comprar muebles, repisas, armarios, baños, y electrodomésticos. Cuando visites el sitio, verifica que las cosas estén en buen estado y pregunta por la garantía y mantenimiento de los electrodomésticos.

7. Revisa bien el contrato antes de firmar

Una vez que hayas elegido el lugar y hablado con el arrendador, en el contrato, antes de firmar, verifica que estén completos y bien escritos todos tus datos y los de tu arrendador y sobre todo que esté todo lo que hablaron y acordaron previamente. Recuerda que ese es tu respaldo y el del dueño para todo lo que pase.

Algunas cosas que no pueden faltar en el contrato —aparte de la garantía, el valor de la renta y la fecha mensual de pago— es que el desgaste por el uso normal del departamento —como el color de las paredes o mantenimiento de la refrigeradora o cocina— corre por cuenta del arrendador, mientras que los daños por uso inadecuado—hacer huecos en la pared para poner cuadros y repisas o poner un tenedor en el microondas y dañarlo— son responsabilidad del arrendatario, o sea tuyas, explica Fernando Emanuele.

Una vez que firmas el contrato debes cumplir con lo que te comprometiste como pagar a tiempo, mantener el lugar limpio y demás. Esto creará una buena relación con tu arrendador que puede ser de gran ayuda.

Cuando ya tengas la llave de tu departamento saca una o dos copias y dáselas a tu familia o amigos, pagar por un cerrajero para abrir la chapa si te quedas encerrado o no puedes entrar es mucho más caro que una copia.

8. Crea nuevos hábitos y una rutina

Crear hábitos y establecer una rutina tras la mudanza es súper importante. Nicole Guevara, neuroretapueta, explica que ayuda a sentirse más cómodo en el nuevo espacio y hace los primeros días más llevaderos.

Según Guevara, lo primero que debes hacer es establecer una rutina diaria basada en alimentación y sueño para “mitigar la ansiedad y facilitar la adaptación”. Por ejemplo, un horario fijo para el desayuno, almuerzo y cena y para dormir.

También puedes hacer una lista de 20 cosas que siempre quisiste hacer al vivir solo, como usar o no zapatos dentro del departamento, comer pizza los viernes o tener televisión en el cuarto, esto crea expectativas positivas del cambio y lo hace más ligero.

Crear hábitos y rituales propios como levantarte y hacer ejercicio, ver una serie luego de cenar o leer antes de dormir también te harán sentir más cómodo con el cambio.

Además, la neuropsicóloga afirma que la independencia confronta las expectativas idealizadas sobre la vida y que es importante “ser amable con uno mismo y entender que es un proceso”. Es necesario aceptar la realidad del presente y ser consciente de que las cosas pueden cambiar. Por eso tener la red de apoyo es esencial. Porque no es necesario afrontar los desafíos solos.

9. Aprende a cocinar y evita hacer fiestas en el lugar

Saber cocinar te evitará gastos excesivos de comer fuera y tendrás una alimentación más saludable. Cocinar los fines de semana y congelar para toda la semana, o cocinar en las noches y llevar lo que preparaste para el almuerzo del otro día, te ayuda a ahorrar tiempo.

Comprar frutas, verduras y carnes en el mercado te ayuda a ahorrar. Procura comprar solo lo necesario ya que estos productos no duran mucho tiempo a la intemperie o en la parte de abajo del refrigerador. Una buena práctica es cortar, separar y congelar, así descongelas cada que necesitas y te duran más tiempo.

Tener una reserva de arroz, pastas, atún, frijoles y otros alimentos no perecibles te pueden salvar en más de una ocasión. También tener un airfryer y una sandwichera puede salvarte. Son aliados clave cuando tienes hambre, poco tiempo o cero ganas de cocinar.

No hagas fiestas en tu departamento. Puede ser una idea tentadora, pero si lo haces ten en cuenta que algo puede romperse o perderse. Fernando Emanuele de Kamina, dice que uses la terraza o sala comunal de tu edificio y que uses el departamento para dormir, relajarte y comer. Así te evitarás dolores de cabeza.

También es buena idea que tengas una caja de herramientas, te puede sacar de un apuro.

10. No temas al cambio y recuerda que retroceder no es un fracaso

Todo cambio de vida genera crisis y miedos, pero si no das el paso nunca sabrás que pasará. Tener una red de apoyo, la motivación clara, un colchón económico y no dar el paso totalmente solo es clave para comenzar.

Cuando te independizas la idea es no volver a casa de tus papás. Pero recuerda que hay condiciones en la vida que te obligan a hacerlo, como problemas familiares, enfermedades, cambio en los ingresos o nuevas metas como una maestría, curso o algo que quieras que implique gastar más dinero.

Esto se puede sentir como un retroceso, pero no es así. Nicole Guevara explica que lo puedes ver como una oportunidad de aprendizaje y el comienzo de un nuevo capítulo.

Puedes disfrutar del reencuentro con la familia —incluso el hecho de haber estado lejos pudo ayudar en la relación si estaba desgastada— y recuperar lo que extrañabas como la comida de mamá o incluso esas peleas que dejaste de tener con tus hermanos.

* Si enfrentarte a un situación como regresar o dejar la independencia te abruma demasiado y sientes que no puedes tú solo, incluso apoyándote en tu red de apoyo, siempre puedes buscar ayuda profesional para canalizar las emociones y guiarte en el proceso.