No quieren dar sus nombres. Están algo agitados. Los vecinos del sector La Prensa, en el norte de Quito, evitan hablar sobre lo que pasó la noche del 19 de junio de 2025. Doce horas antes, a las nueve de la noche, ocurrió un ataque explosivo frente a sus locales. Dos personas en una moto lanzaron una granada a las afueras de un centro de diversión nocturna, situado en la calle Logroño entre las avenidas Amazonas y De la Prensa.
El lugar queda a 30 metros del Instituto Superior Tecnológico Cordillera, que tiene jornadas diurnas y nocturnas. También están cerca la estación multimodal El Labrador del Metro de Quito y del Parque Bicentenario, donde horas antes del ataque el Municipio de Quito presentaba a cientos de personas la nueva Marca Ciudad.
☀️ #MarcaCiudadQuito | Quito ya tiene Marca Ciudad.
— Municipio de Quito (@MunicipioQuito) June 20, 2025
Nació desde su gente, desde sus barrios, desde el corazón de quienes la viven y la sueñan.
Junto con el alcalde de Quito, Pabel Muñoz (@pabelml), la entregamos al mundo, con orgullo.#QuitoRenace pic.twitter.com/N8qmlf3Xyr
Según el Cuerpo de Bomberos de Quito, tras la explosión, atendieron a siete personas heridas por esquirlas—astillas de piedra y cristal, residuos de la granada—y dos de ellas fueron llevadas a casas de salud. También dos carros que pasaban por el sector, que a esa hora es muy transitado, fueron afectados.
Aunque en el chat de medios de comunicación de la Policía Nacional escribieron que la onda expansiva de la explosión afectó sólo a una persona, “quien presenta heridas leves y al momento se encuentra estable”. El mensaje fue enviado pasadas las 10 de la noche.
#INFORMAMOS
— Policía DMQ Zona 9 (@PoliciaDMQZona9) June 20, 2025
Esta noche en la Av. Prensa y Logroño, #UIO, se registró la detonación de un artefacto explosivo lanzado desde una moto.
Se registraron daños materiales y 1 herido, quien se encuentra estable.
Nos encontramos desplegados para dar con los responsables.
En desarrollo pic.twitter.com/WTnqe6D9A3
Dos personas de un negocio cercano al lugar dijeron a GK, al día siguiente del ataque explosivo, que a una chica que estaba en su local cerca de la puerta le saltaron “piedritas” a la pierna y tuvo heridas leves, igual que un hombre, quien sufrió heridas en su cabeza.
La persona, que prefirió no dar su nombre, dijo que cuando vio el video en las noticias cree que los carros que estaban pasando por afuera del centro de diversión nocturna “amortiguaron” la detonación, ya que los vidrios explotaron. “Capaz si no había nada, la onda expansiva —onda de presión extremadamente rápida y violenta que se genera cuando algo explota— venía acá y Dios no quiera esto reventaba”, dijo.
En el vidrio de uno de los locales frente al centro nocturno hay dos marcas de objetos que salieron volando y lo golpearon, pero no lo quebró por completo. Fotografía de Diego Lucero para GK.
Christian Proaño, jefe encargado del Distrito Eugenio Espejo, dijo a medios de comunicación que podría tratarse de un ataque que guarda relación con el delito de extorsión. Esto, porque ocho días antes pasó algo similar en el mismo centro de diversión nocturna, pero que la granada no explotó.
Proaño también dijo que los encargados del centro nocturno le dijeron que hasta el 19 de junio de 2025 no habían recibido amenazas directas.
Daniel Pontón, experto en seguridad, explicó a GK que atribuir la explosión solo al delito de extorsión simplifica lo que pasó, y que no es la primera vez que hay este tipo de ataques a centros nocturnos, donde “la ilegalidad de la legalidad conviven”, es decir, que habría negocios ilícitos como venta de droga en los alrededores, según Pontón.
Pontón dijo, además, que estos eventos en Quito —explosivos en zonas comerciales— podrían indicar una disputa delincuencial con mensajes dirigidos a la población, bandas rivales y el Estado.
Los vecinos del sector están alerta
Alrededor del lugar donde ocurrió el ataque hay varias tiendas, restaurantes, una lubricadora de autos, lavandería, ferretería y más locales de una zona comercial en el centro norte de la ciudad.
Los vecinos, algunos empleados y propietarios de estos locales, dicen que el lugar es tranquilo en general, pero que no es la primera vez que pasa. Contaron que la semana pasada “ya les pusieron otra bomba” en los exteriores del centro nocturno, y que incluso un guardia de seguridad recibió un disparo la semana del 15 de junio de 2025. Este hecho lo escribió un residente del sector en el chat de Whatsapp de vecinos de la Avenida De La Prensa al que GK tuvo acceso.
Un equipo de GK recorrió la calle Londoño el 20 de junio entre las 9 y 11 de la mañana. Las personas que hablaron prefirieron no identificarse y contar brevemente lo que saben hasta ahora. Algunos locales estaban cerrados cuando pasó el ataque explosivo, y cuando supieron, por amigos que pasaban por el sector, las noticias o el chat de vecinos, fueron a ver si sus locales tuvieron daños.
Todos coinciden que la Policía ya estaba ahí y luego de revisar sus restaurantes, tiendas, entre otros, se fueron a sus casas.
También dicen que la calle fue cerrada por unas horas, pero que en la noche “ya la abrieron”.
La mañana del 20 de junio aún había un pedazo de la cinta amarilla de seguridad amarrada a una señalética. Fotografía de Diego Lucero para GK.
Los vecinos de La Prensa coinciden en que fue un hecho aislado e inusual en el sector. Otros sienten que el sitio está abandonado, pese a que es un lugar transitado y hay gran cantidad de estudiantes que día a día caminan por allí. Una persona que tiene su negocio ya ocho años en el sector dijo que en las noches es tranquilo porque el centro nocturno tiene su propia seguridad y que lo que suelen haber son “peleas de borrachos”.
La calle Londoño entre las avenidas Amazonas y De La Prensa es una calle muy transcurrida por estudiantes y trabajadores del sector comercial. Fotografía de Diego Lucero para GK.
Otra persona de una tienda que está frente a la estación El Labrador dijo que ha escuchado de robos afuera de la parada y por las calles aledañas. Pero estos robos no tendrían relación con el ataque explosivo, sino con el incremento de la inseguridad en la zona.
Una señora del sector, que tampoco quiso identificarse, dijo que la seguridad de Policías y militares está principalmente en Guayaquil y que en Quito “ya comenzamos a estar abandonados, y que si no se pone mano dura estamos fregados”.
El 20 de junio, 12 horas después del ataque explosivo en Quito, los dueños de locales debieron abrir como de costumbre. No había escombros en la vereda o calle, ni vidrios trizados. Parecía que allí no había pasado nada. Pero no. El miedo aún está oculto detrás de las paredes de los locales. Además, del centro nocturno salieron dos personas con un aerosol negro a pintar la puerta lánfor del mismo color, como retocando “fallas” y una persona que llegó en moto ingreso rápidamente al lugar.
Dos personas salieron del centro de diversión nocturna a retocar la puerta del sitio, otra persona llegó en una moto. Fotografía de Diego Lucero para GK.
Las fallas, al parecer, son los daños que afectó la fachada de este centro la noche anterior.
Daniel Ponton, experto en seguridad, dijo que las personas tienden a negar la inseguridad en sus propias comunidades por razones económicas y de normalización, culpando a menudo a factores externos.
El experto dijo que no cree que Quito se convierta en un epicentro de violencia, como ciudades de la Costa como Guayaquil, ya que la ciudad “tiene otras dinámicas sociales y el crimen se manifiesta de manera diferente” con delitos contra la propiedad privada.
Hasta las 6 de la tarde del 20 de junio, la Policía sigue con la investigación e intentando identificar a quienes fueron las dos personas que arrojaron la granada.
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