“Le revisé el celular a mi pareja, ¿qué dice eso de mi relación?”

Pregunta: A veces siento que mi pareja no es honesta respecto a sus relaciones pasadas. Llegué al límite de revisar su teléfono y aunque me di cuenta de que no pasa nada en especial con esas personas, ella no ha sido honesta sobre la interacción que mantiene con esas personas. 

¿Qué puedo hacer para que eso no afecte mi relación? 

Respuesta: 

Hola,

Muchas personas hemos estado ahí. A veces es difícil saber dónde empieza, pero cuando la desconfianza nace y crece, nuestro juicio se ve afectado. 

Nuestros celulares se han convertido en nuestro objeto más privado, y el fácil acceso que tenemos a espiarlos se convierte en una tentación. Pocos tienen la fortaleza para evitarlo y aunque sea un comportamiento común y normalizado, revisarle el celular a tu pareja no te hace bien a ti ni a tu relación. 

Preguntando a mis pacientes cómo se sintieron al ver las conversaciones de sus parejas, nunca hablaron de alivio ni tranquilidad. De hecho, hacerlo suele empeorar las relaciones, no mejorarlas. 

¿Por qué le reviso el celular a mi pareja?

Confiar siempre implica un riesgo. La confianza en una persona no viene de la certeza de que no te va a hacer daño. 

En un ejemplo extremo, si encierro a mi pareja en un armario y le quito acceso a que socialice, tal vez tenga la certeza de que no me va a traicionar, pero definitivamente no puedo decir que confío en él. 

El excesivo monitoreo y control te hace creer que te vas a sentir segura solo si tienes todas las evidencias que necesitas, pero irónicamente tiene un efecto opuesto. 

La confianza es algo que experimentas en ti, no es algo externo. Por eso, para fomentarla es necesario tener espacios de incertidumbre. Todos tenemos una vocecita que nos guía. Cuando confías en alguien, esa vocecita no hace mucho ruido, pero en la desconfianza, esa voz pone un signo de interrogación a las acciones e intenciones del otro. Solemos preguntarnos: “¿será que me dice la verdad?”, “¿estará escondiendo algo?”. 

Cuando viene esa voz, tenemos que preguntarnos de dónde sale. ¿Son nuestras experiencias, nuestra actitud al mundo, o hay algo en la relación que necesita atención?

Si quieres confiar, no necesitas encontrar certeza, necesitas seguridad. Para trabajar en esto, primero identifica la fuente de la inseguridad. Puede venir de experiencias pasadas, de tus creencias, o de cómo te percibes a ti mismo. En estos casos, la inseguridad es individual. 

Por otro lado, puede surgir como resultado de heridas dentro de la relación, de mala comunicación o codependencia. En ese caso, las inseguridades son específicas a ese vínculo. 

Cuando una emoción se siente tan intensa que te desborda, que te genera malestar psicológico y físico, y que canaliza tus pensamientos de una forma obsesiva, tu primer instinto podría ser reducir la incertidumbre impulsivamente, como revisar el celular de tu pareja. 

Tomar decisiones cuando las emociones son muy fuertes no permite pensar en los riesgos y las alternativas. Siéntate con la emoción y escúchala sin tomar decisiones ese momento. 

Es válido sentir celos y miedo en una relación. Los celos te informan que puede haber una amenaza a una relación importante para ti. Esa amenaza puede ser real o percibida. Sentirlo no te hace una persona tóxica ni insegura, y como todo el resto del arcoiris emocional que sentimos, los celos tienen una función, como ayudarnos a mantener las relaciones que son importantes. 

Experimentar celos no justifica controlar ni espiar porque mientras todas las emociones son válidas y están fuera de nuestro control, cómo nos comportamos sí está bajo nuestro control.

¿Qué puedo hacer en lugar de revisarle el celular a mi pareja?

Si ya identificaste lo que estás sintiendo y sabes cuál es la fuente de tu desconfianza, va a ser más fácil comunicarlo. 

Puede que sea una conversación muy incómoda y que necesites algunas herramientas para manejar el conflicto. Comienza hablando sobre cómo te sientes y evita culpar o responsabilizar a la otra persona. Por ejemplo, decir “me sentí molesto cuando cambiaste los planes porque pensé que tus amigas son más importantes” es muy diferente a decir “tú me haces enojar porque no te importo”. 

Regula tu emoción por medio de la respiración o de escribir lo que estás sintiendo para que comiences esa conversación desde un lugar más cariñoso y paciente. Si notas que la intensidad del conflicto está escalando, acuerda con tu pareja en tomar una pausa de 20 minutos antes de seguir la conversación y dejar que la intensidad emocional baje.

En el caso de que la inseguridad venga de una herida de la relación actual (infidelidades o mentiras), y deciden seguir juntos, su objetivo es reconstruir la confianza. 

Para sanar las heridas relacionales, necesitamos hablar de ellas. En una relación segura podemos ser vulnerables sin que eso nos ponga en riesgo, y es desde esa vulnerabilidad de donde podemos volver a confiar. Busca expresar la fuente de tu inseguridad e identifica qué necesidad no está siendo satisfecha. 

Por otro lado, si la inseguridad no viene de algo que pasó en tu relación, sino de tus experiencias pasadas o tus propias creencias, es tu responsabilidad trabajar en la fuente. En este caso, el rol de tu pareja es de apoyo mientras tú trabajas en tu desconfianza. La terapia individual es un camino; es decir, tener acompañamiento de un profesional. 

Si al revisar el celular de tu pareja, encontraste conversaciones que aumentan tu desconfianza, recuerda que cada persona tiene derecho a una vida independiente, derecho a llevar otras relaciones y a mantener partes de su vida privadas, mientras eso no viole los acuerdos de la relación.

Si consideras que ella no ha sido honesta con respecto a sus interacciones con otras personas, recuerda que la comunicación en tu relación necesita de apertura y honestidad, pero no absoluta transparencia. De hecho, la privacidad y el misterio es necesario para mantener el deseo en las relaciones a largo plazo. 

Decide con tu pareja cuáles son los límites y acuerdos de esa privacidad.

Si estás en una relación constructiva, cuando sientes desconfianza, el mejor camino es comunicárselo a tu pareja. Tal vez piensas que al hablar sobre tus preocupaciones, ella no va a ser honesta contigo, o que, sin importar lo que te diga, no vas a poder confiar. Si es así, vale la pena que te preguntes por qué estarías con alguien en quien no confías. 

Este es uno de los pilares más importantes en las relaciones de pareja. Si no existe, sea por tus heridas e inseguridades propias, o porque en la relación se ha evidenciado que existe mucha deshonestidad, reevalúa la decisión de mantener esta relación.