En medio de un bosque de frondosos arrayanes, en San Pedro de Huaca, en la provincia andina de Carchi, Dante House ofrece experiencias turísticas excepcionales. En el sur de Quito, Nadia Rodríguez bate delicadamente un espeso y brillante chocolate negro para preparar barras sin azúcar ni lácteos. En la misma capital, una mezcla de sutiles aromas y perfumes te dice que estás en QuimSolutions, donde tres jóvenes ingenieros producen y venden  a granel productos de limpieza y aromatización biodegradables. Son apenas tres de los múltiples emprendimientos verdes que prosperan en el Ecuador


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Los tres negocios verdes surgieron con el propósito de generar lo que ahora se conoce como triple impacto sostenible: social, ambiental y económico. Dante House, Enflower y Quim Solutions están sentando las bases para un mañana más verde y equilibrado, en el que al tiempo que construyen su rentabilidad, reducen brechas socioeconómicas e impulsan el desarrollo de sus comunidades

Además, los tres negocios son parte de la comunidad de emprendedores que se han beneficiado de los incentivos que se entregó la segunda edición del concurso También Soy Empresario de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), que en 2022 incluyó el acceso al programa de formación Mi Negocio Verde de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Dante House, recíproco con la naturaleza

A 3.200 metros de altura, a 30 minutos de la fronteriza ciudad de Tulcán, Dante House es un campamento autosuficiente. Tiene, además, una de las vistas más exquisitas de la Sierra norte ecuatoriana, explica su gerente y propietario, Andrés Endara. 

Este emprendimiento familiar ofrece actividades de montaña. Pero,  además, y esencial, difunden un mensaje de concientización del cuidado de los bosques, de la flora y de la  fauna de la zona. “Somos recíprocos con la naturaleza, por eso somos guardianes del último remanente del bosque de Guanderas de América del Sur”, dice Endara. Los guanderas, propios de los páramos, son grandes árboles que sobrepasan los 30 metros de altura. Se caracterizan por sus raíces expuestas, son frondosos, nudosos y albergan aves, orquídeas endémicas y musgos

Disfrutar de un desayuno al aire libre, en la altura del páramo, frente a un extenso paraje montañoso es posible en este campamento mirador. Las actividades turísticas de Dante House incluyen educación ambiental, reforestación de bosques y una particular caminata por el “infierno, el purgatorio y el paraíso” denominada “La Divina Comedia del Monte”.  Como no dependen de la energía eléctrica, su especialidad, además del turismo de montaña es el turismo nocturno, ufológico y astronómico. Además, aprovechan la lluvia propia del sector como un producto turístico determinante y abastecimiento sostenible para los servicios del campamento. También mantienen un sistema de gestión de residuos eco amigable.

El impacto social es su prioridad y fue uno de los aprendizajes que reforzaron en las capacitaciones del programa Mi Negocio Verde. Endara explica que en temporadas altas logran dar empleo a alrededor de 20 personas de las comunidades aledañas. Ellas se encargan de la guianza, servicios, producción de alimentos o transporte. 

“Al vincular a nuestras comunidades queremos ofrecerles una opción de ingresos adicional a la producción y comercialización de papa”, señala. Según el emprendedor, el turismo es una excelente alternativa para solucionar la deforestación causada por la expansión agropecuaria, que en todo el país alcanza las 50 mil hectáreas para la producción de 300 mil toneladas de papa. Al detenerla se evitan desastres naturales, dice Endara.  

Enflower, la chocolatería de triple impacto 

Enflower es un negocio que nació y se potenció gracias a la visión de Nadia Rodríguez, una arquitecta de 28 años. Este fue un emprendimiento que surgió  tras el quiebre de un negocio familiar que, como muchos otros negocios, fue duramente golpeado por la pandemia del covid-19

Fueron sus padres quienes decidieron empezar a hacer arreglos florales y frutas achocolatadas para enfrentar la emergencia económica de aquellos meses y entonces Rodríguez decidió experimentar e innovar con productos de puro chocolate con el objetivo de que sus clientes coman sin miedos, sin culpas y sin restricciones, ofreciendo así opciones aptas para diabéticos, celíacos, alérgicos a la lactosa, personas que llevan un estilo de vida saludable o una alimentación vegana.

Entre talleres, capacitaciones y gracias a su participación en el concurso impulsado por la CIP También Soy Empresario y en el programa de desarrollo empresarial Mi Negocio Verde de la OIT, esta emprendedora logró encauzar su negocio hacia un emprendimiento con propósito económico, ambiental y social. 

En febrero de 2023, rentó un local de producción y venta en el barrio El Calzado, al sur de Quito. Allí, desde un ventanal con vista a la calle, la gente que transita por la zona puede ver el proceso de preparación de los productos

Las personas se detienen, observan, preguntan y de paso se enteran que ha llegado al barrio una innovadora forma de comer puro chocolate. Enflower está en un barrio de más de 50 años. Es decir, que gran parte de sus habitantes son personas mayores, de la tercera edad y con restricciones alimenticias que son solventadas gracias a los innovadores productos de este negocio. 

Enflower ofrece 11 tipos de tabletas de chocolates negros y blancos, libres de azúcar, lácteos, gluten, soya y totalmente veganas. También comercializa snacks de quinoa, cremas untables y repostería personalizada bajo pedido. El plus: todos sus productos son hechos con cacao y materia prima orgánica. Se empacan en bolsas ecológicas de papel y cartón que pueden ser reutilizadas. “Utilizamos el chocolate como una herramienta educativa para enseñarle a la gente que se puede comer sin culpas, miedos ni  restricciones”, dice Rodríguez.

Son pequeñas acciones dentro del proceso productivo que todas suman a la hora de reducir el impacto ambiental del negocio. Usa, por ejemplo, focos ahorradores de energía y una trampa de grasa para reducir la contaminación del agua. Hasta la movilización para transportar los productos se hace eficientemente. Ser un emprendimiento verde no se trata de una tendencia para Enflower, se trata de ser una fuerza transformadora que cambia las formas de consumir, de vivir y de cuidar al planeta. 

Cuidar el medioambiente, motor de QuimSolutions

Crear un negocio con un claro enfoque de economía circular siempre estuvo en la mente de tres jóvenes ingenieros químicos y ambientales de Quito. La llegada de la pandemia de la COVID-19 aceleró el proceso y atacaron la necesidad del momento: comercializar alcohol antiséptico. Pronto innovaron: ofrecieron alcohol con más de 30 opciones de aromas, entre otros productos, explica Vanessa Coque, ingeniera ambiental del negocio. 

Ahora, con materiales biodegradables en QuimSolutions se elaboran detergentes, suavizantes de ropa, jabón lavaplatos, shampoo y hasta perfumes. Todos tienen la opción de ser personalizados, de acuerdo con los requerimientos del cliente. 

Además, para promover la reutilización de envases y disminuir la generación de residuos, este emprendimiento vende a granel. “Con nuestra participación en el programa Mi Negocio Verde de la Cámara de Industrias y Producción entendimos el impacto ambiental y social que podemos generar”, dice Coque. 

QuimSolutions, también beneficiario del concurso También Soy Empresario de la CIP, ofrece sus productos en redes sociales y también en dos locales en los barrios de Chimbacalle y El Conde, al sur de Quito. Por supuesto, buscan llegar a más lugares y abastecer de sus productos a otros negocios como restaurantes, hoteles y empresas. 

Mientras tanto, están promoviendo una nueva dinámica de compra de productos de limpieza en un barrio en el que han tenido muy buena acogida. La idea es que las personas lleven sus propios envases, los reutilicen y reduzcan desechos. “A las personas les gusta porque pueden comprar hasta 0,50 centavos de detergente”, cuenta Coque. 

Desde este emprendimiento promueven un consumo consciente y también invitan a que cada vez más personas accionen un plan de reducción, reutilización y reciclaje. Desde sus inicios, este negocio mantiene un convenio con una familia de recicladores de base de la zona, a quienes periódicamente abastecen de envases que son reciclados por los usuarios del edificio en el que operan. “Cada acción cuenta”, menciona David Mena, ingeniero químico del emprendimiento

Dante House, Enflower y Quim Solutions son un ejemplo de que, sin importar el tamaño de las empresas, se puede combinar el éxito empresarial, la protección del medioambiente y la reducción de brechas socioeconómicas.

El uso consciente de recursos, la reducción de la contaminación, las soluciones innovadoras para la gestión de residuos, son la fórmula de estos empresarios para demostrar que la sostenibilidad es ya parte de todo modelo de negocio. Los tres emprendimientos verdes, sin lugar a dudas, lideran el camino hacia un futuro sostenible y próspero. 

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