Es una ilusión obstinada y recurrente: la Tierra, el sistema solar, la galaxia siguen su viaje irrefrenable, pero nosotros, primates fantásticos, nos hemos convencido que cada vez que nuestro planeta completa una órbita a su estrella, algo se acaba.

Es una ilusión, como todas las ficciones que hemos creado para la convivencia pacífica y en búsqueda de la prosperidad y la felicidad que nos son útiles para comprendernos, cuestionarnos, e imponernos nuevos desafíos. A esa ilusión le decimos año, y lo contamos en buena parte del mundo —y de aquí en adelante quizá, para siempre en todo el mundo— según nos lo prescribió un monje, por cuyo nombre bautizamos nuestro calendario. Este es un recuento gráfico de esa ilusión que termina el 31 de diciembre: este es el Ecuador en 2022 en fotos. 

El año empezó con una tragedia climática. El brutal aluvión que sepultó a decenas de personas en el populoso barrio de La Gasca, al noroeste de Quito, fue un macabeo despertar a las tangibles consecuencias del cambio climático. 

Casi en paralelo a miles de kilómetros, la bestia de la guerra volvía a mostrar su fauces abiertas y las enterraba en el continente más pacífico de las últimas décadas, Europa: Rusia invadió ilegítimamente a Ucrania, una agresión que continúa hasta hoy. Miles de ecuatorianos que conformaban una de las colonias extranjeras más grandes de Ucrania, fueron repatriados en una rápida y exitosa operación liderada por la Cancillería.

Meses después, el descontento social paralizó al país durante 18 días, en lo que fue el paro más largo del siglo XXI en el país. Las protestas causaron que la celebración del orgullo LGBTI se pospusiera, Justo en el año en que se celebraban los 25 años de la despenalización de la homosexualidad en el país. El desfile se hizo recién un mes después.

Otros males mucho más persistentes e irresueltos nos espeluznaron e indignaron. La desaparición y el femicidio de la abogada María Belén Bernal dentro de un cuartel policial mostró el machismo institucional e inveterado que nos condena, y al mismo tiempo nos define como sociedad. Su presunto femicida, un oficial de policía, sigue prófugo.

Pasada ya buena parte del año, fue el deporte el refugio principal de nuestras alegrías colectivas. El ídolo del pueblo, el que nunca había ganado un torneo nacional, se coronó campeón del Ecuador: Aucas derrotó al poderoso Barcelona y le dio una alegría y una tranquilidad a sus fieles hinchas. Pasaron siete décadas para que el tradicional equipo del sur de Quito alzara la máxima copa ecuatoriana.

Y, hace pocos días, se escribió la última línea de una de las historias más brillantes del deporte mundial: Lionel Messi dirimió la vieja discusión de quién es el mejor futbolista de los últimos cincuenta años al ganar con la selección argentina la Copa del Mundo en Catar.

Así llega al fin esta ilusión marcada con el 2022. ¿Cómo será la que se viene? Pronto empezaremos a responderlo. 

En este fotorreportaje participaron: 

Vanessa Terán Collantes (@v_o.vane)

Nicole Moscoso (@nimoscosov)

Jose Ignacio Sierra (@joseignaciosierra99)

Edgar Cortez (@yukas2318)

Juan Pablo Chavez (@juanpa1506)

Las fotografías fueron seleccionadas por Vanessa Terán Collantes y el texto fue escrito por José María León.

Gk Logo 2021 150x150
GK
(Ecuador, 2011) Periodismo que importa sobre lo que te importa.
Y tú ¿qué opinas sobre este contenido?
Los comentarios están habilitados para los miembros de GK.
Únete a la GK Membresía y recibe beneficios como comentar en los contenidos y navegar sin anuncios.
Si ya eres miembro inicia sesión haciendo click aquí.
VER MÁS CONTENIDO SIMILAR