Hay un nuevo editor en la redacción de GK. Eduardo Varas, periodista, escritor y músico, asume el 20 de junio su nuevo cargo. 

Varas, guayaquileño de 41 años, considerado en 2011 por la Feria del Libros de Guadalajara como “uno de los 25 secretos mejor guardados de América Latina”, tiene una larga trayectoria en medios ecuatorianos. 

Su trabajo se ha enfocado en la cultura, comprendida como un eje que atraviesa toda la experiencia humana. En sus textos, reflexiona sobre la sociedad, la producción cultural, el arte, y la música, en la que escucha desde Slayer, Sibelius, hasta Bizzarap y Nathy Peluso. “Amo a The Beatles y lo único que me saca de la mala onda es leer. Leo todo el tiempo. Leo y escucho música”, dice Eduardo Varas, cuyo más reciente reconocimiento fue el premio Miguel Donoso Pareja que entrega la Feria Internacional del Libro de Guayaquil. 

Varas es un músico, escritor que afirma estar “cansado” (como dice en su biografía de Instagram). Su producción explicaría tal estado: ha publicado cuatro libros y en septiembre saldrá su nueva novela. Además, me dice que está trabajando en otra novela y en un libro de cuentos y tratando de hacer nuevamente música.

Eso lo tiene claro. Qué hará en GK, no tanto. “No sé”, me dice cuando le pregunto qué hará en GK. Pero sus 20 años de experiencia, su pluma aguda y reflexiva, hacen de esa incertidumbre una genuina oportunidad. 

Le pregunté a Isabela Ponce, directora editorial de GK, qué motivó la incorporación de Eduardo al equipo. “El crecimiento de GK en los últimos años requiere que su acting CEO, José María León, pueda enfocarse más en el lado del negocio y esto hace que tenga menos tiempo para su rol como editor”, me explicó. Por eso, agregó Isabela, era clave traer a otro editor. Esto hará que la distribución de tareas entre Eduardo y las otras dos editoras, Sol Borja e Isabela, les permita también escribir reportajes y no solo editar.

“Es una decisión que beneficiará positivamente a GK como medio y como negocio”, dice Isabela.

Eduardo es, además, un tipo de un humor inteligente, rápido y afilado. Le pregunto con qué sueña.“Nunca me acuerdo de mis sueños cuando me levanto. Rara vez, sí”, me respondió. “Pero mis aspiraciones como persona es seguir haciendo libros y poder dedicarme a grabar la música que se me ocurra. Viajar a Egipto y recorrer el Valle de los Reyes y entrar a los estudios de Abbey Road, en Londres”, me dijo. Ojalá lo haga y lo cuente en GK.

Varas arrancó su carrera en una etapa dorada de diario El Comercio, en Guayaquil. Luego trabajó en varios espacios como freelance, incluso siendo fixer y coautor de algunas notas que se publicaron en medios como The Guardian y The New York Times. 

Cinco años dictó clases de periodismo en La Universidad de Las Américas de Quito. “Pasaste con las justas”, me dice, bromeando —revelando un grato detalle personal para mí: mi profesor universitario es ahora mi compañero de trabajo (no pasé rozando, por si acaso ;). Varas fue editor de cultura en el medio Primicias, y hasta hace unos días trabajó en El Telégrafo, encargado del suplemento cultural CartónPiedra.

En GK, Eduardo editará y escribirá notas y reportajes, que quiere, me dice, ligarlos a  la cultura desde los ejes que maneja GK.

Dentro de la redacción, quiere ser una parte más del gran equipo que hay en GK. Integrarse, que su conocimiento cultural le permita indagar más en derechos y género en ese terreno, que como dice, tan abandonado se lo tiene. 

Como todo aquel que llega a GK, quiere hacer ese periodismo que, más que preocuparse por tener la primicia, se preocupa por dar contexto y convertir la información en conocimiento.

También, aunque me dijo que no les diga a las jefas todavía, porque quiere convencerlas, Eduardo quiere tener un espacio de entrevistas a artistas. Yo estoy de acuerdo. 

Eduardo tiene una relación con GK de muchos años. Ha escrito algunos textos. Y me dice que tanto para Isabela y José María, tiene un cariño especial y un respeto muy grande como personas y profesionales. “Mi total admiración a todo el equipo es un hecho desde antes y nada, yo encantado de hacer que esta relación progrese”, me dice.