Después de que el barril de petróleo llegara a costar menos de cero dólares en uno de los peores momentos de la pandemia del covid-19 en abril de 2020, el valor se recuperó durante el 2021 hasta llegar a más de 70 dólares a principios de noviembre. Sin embargo, hoy, 26 de noviembre, el precio del petróleo sufrió un revés ante el temor que ha provocado una posible desaceleración económica por la aparición de la nueva variante del covid-19—B.1.1.529— que se detectó por primera vez en Sudáfrica en noviembre de 2021.
El precio del barril de West Texas Intermediate (WTI) —de referencia para Estados Unidos y Ecuador—bajó un 6%. Hasta ayer se cotizaba en 78,36 dólares por barril, hoy en 73,32. Mientras que el precio del barril de crudo Brent—de referencia para Europa— llegó a caer hoy a los 77,98 dólares, un 5,2% por debajo de los 82,25 dólares del cierre de ayer, 25 noviembre.
¿Por qué bajó el precio?
Una de las causas de que el precio del petróleo bajó hoy es que la Organización Mundial de la Salud convocó a una reunión de urgencia para analizar si declaran la nueva variante como una «variante de preocupación» porque tiene múltiples mutaciones y ha despertado «preocupación» —como su nombre lo indica— entre los especialistas. Sin embargo, aún no hay un estudio que hable de su impacto o de su gravedad.
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Para Gonzalo Monroy, director de la consultora GMEC especializado en el sector energético, esta nueva baja del precio del petróleo no solo está relacionada con una nueva posible cuarentena en países con grandes economías, algo que ya se vio contras variantes del covid-19.
Según Monroy, otro de los motivos es que el 23 de noviembre el presidente Joe Biden dio la orden de liberar las reservas estratégicas de crudo de Estados Unidos. Es decir que el país intentará deshacerse de las reservas que tiene de crudo para bajar los precios de los combustibles que se venden en ese país. Monroy dijo que lo hizo con el objetivo de moderar los precios del petróleo, sus derivados y estimular así la recuperación económica. A esta decisión se sumaron otros países como India, Japón, y Corea del Sur.
Además, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) había decidido esperar a ver cuál era la respuesta del mercado ante el anuncio de Estados Unidos de liberar el crudo para no tomar decisiones apresuradas. Sin embargo, esta semana se anunció que miembros de la OPEP se reunirán el próximo 2 de diciembre para decidir si mantiene los planes que tenía originalmente de incrementar su bombeo y aumentar el número de barriles diarios en diciembre.
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Según Monroy, estas decisiones se están tomando porque es posible que en el primer trimestre de 2022 haya una demanda baja de barriles de petróleo por el posible cierre de fronteras que se han comenzado a evidenciar— Israel y el Reino Unido ya han suspendido los vuelos desde Sudáfrica, Lesotho, Botswana, Zimbabwe, Mozambique, Namibia y Eswatini. Además, porque los precios del petróleo en este momento son excesivamente altos para la demanda del mercado que no se ha recuperado desde el año pasado. Monroy dice que actualmente ya hay empresas que están intentando deshacerse de contratos de petróleo con anticipación porque nadie quiere tener en sus reservas crudo que en un futuro cercano va a tener un costo más bajo.
Otro problema que ve Monroy en el mercado es que por la poca inversión en el sector petrolero no ha habido un mecanismo para vender el excedente de crudo durante este año. Por eso lo que les queda a las empresas es recortar los contratos. Monroy dice que es probable que en el primer trimestre del año haya una contracción económica por ese motivo.
El anuncio de Biden
En su discurso del 23 de noviembre, Joe Biden dijo que está “anunciando la mayor liberación de recursos de la reserva estratégica para tener los recursos necesarios para recuperarnos de la pandemia”. Con esta medida se liberarían 50 millones de barriles de petróleo de la reserva estratégica de Estados Unidos como paliativo a los altos costos de gasolina y de energía, otro de los problemas que tiene este país y otros en Europa.
Según Biden, la razón fundamental del aumento en el precio de la gasolina es “que los países productores de petróleo y las grandes empresas no han aumentado el suministro de crudo rápidamente para atender la demanda y una bajada en la oferta se traduce en precios más altos en todo el mundo”.
El experto dice que para América Latina el panorama no va a cambiar porque no han habido grandes inversiones en el continente desde el inicio de la pandemia. Así que es probable que en los próximos meses la situación se mantenga como hasta ahora.