La escasez de vacunas para niños en Ecuador no ha sido solucionada por la administración de Guillermo Lasso. Durante las últimas horas decenas de padres en Guayaquil han protestado porque en los Centros de Salud Pública no han podido vacunar a sus hijos con las fórmulas pentavalente y SRP (sarampión, rubéola y parotiditis).

Los padres dijeron a Ecuavisa que uno de los puntos en donde aún se consigue la vacuna es en el Centro de Salud Cisne II, en el suburbio. En este punto se están aplicando dosis de pentavalente, HPV, neumococo y contra el covid-19.

Aunque las vacunas no tienen costo en el Ministerio de Salud Pública, los padres de familia se ven obligados a vacunar a sus hijos en el sistema privado de salud donde el precio súpera los 52 dólares. Según Gladys Pazmiño, pediatra del Hospital Metropolitano, la vacuna del SRP es importante porque cubre el contagio de tres enfermedades, sarampión, rubéola y parotiditis, y se aplica una primera dosis al año de edad —ahora el Ministerio de Salud ha dispuesto un refuerzo al año y medio—.

Según Pazmiño, desde la pandemia se pone un refuerzo porque en Latinoamérica se ha evidenciado un recrudecimiento del sarampión, en especial en Brasil, aunque en Ecuador no ha habido un brote importante de esta enfermedad vírica. Pazmiño explica que el sarampión sí puede tener afecciones neurológicas en los niños. 

La pentavalente previene el contagio de enfermedades como la tosferina, difteria, tétanos, poliomielitis y enfermedades invasivas por Haemophilus influenzae tipo b (Hib) y Hepatitis B. Pazmiño explica que esta vacuna se pone a los  2, 4 y 6 meses y se refuerza al año y medio. Además, explica que la hepatitis B no es una enfermedad frecuente en niños porque se transmite a través de fluidos, por lo que su contagio se da frecuentemente a través de relaciones sexuales, por compartir jeringuillas o por cortes  en el cuerpo en los que haya contacto con fluidos de otras personas, como la sangre.

Noticias Más Recientes

El 7 de mayo de 2021, en la administración del expresidente Lenín Moreno, el país recibió  un cargamento de 233 mil vacunas para niños. De esas, 56.000 fueron de DPT —una mezcla de tres vacunas que inmunizan contra tres enfermedades causadas por bacterias: la difteria, tosferina y el tétanos—. 82.000 fueron pentavalentes y 95.000 de OPV (antipolio).

Estas dosis corresponden al número que el gobierno ecuatoriano había solicitado de manera ”muy urgente” a 19 embajadas ecuatorianas en otros países. El pedido del gobierno se hizo público en un reportaje  de GK de marzo pasado. 

En un documento al que GK tuvo acceso, el gobierno pedía que las Misiones Diplomáticas del Ecuador busquen “en calidad de donación o préstamo” dosis de tres vacunas: DTP, pentavalente y OPV. La razón de la solicitud era que “no se han completado los procesos de pagos al Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)”.

En el reportaje publicado por GK, el médico salubrista y exfuncionario de la OPS, José Ruales, explicó que el Fondo actúa como un “agente, que compra (suministros) a nombre de los países” miembros. Esto garantiza que todos los países de la región “puedan tener la dotación suficiente de las vacunas que necesitan para el año completo”.

Los países más pequeños, como Ecuador, son los que más se benefician del Fondo Rotatorio porque, entre otras razones, evita que los países pequeños se vean en la necesidad de comprar vacunas a precios altos o a diferentes farmacéuticas. También explicó que para beneficiarse de las vacunas, los países deben confirmar el número determinado de vacunas con anticipación. Si un país no confirma a tiempo, su pedido no es considerado.