Hoy, 25 de enero, tres bancos europeos anunciaron que van a excluir las exportaciones de petróleo de la Amazonía ecuatoriana de sus actividades comerciales. Son los del Grupo BNP Paribas y Credit Suisse, ambos de Suiza, e ING, de Bélgica. Estos compromisos se dieron en respuesta al informe publicado por las organizaciones ambientales Amazon Watch y Stand.earth. El documento expuso una lista de 19 bancos europeos que financiaban el comercio petrolero desde la Amazonía ecuatoriana hacia Estados Unidos. 

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Los bancos del Grupo BNP Paribas, Credit Suisse e ING enviaron correos electrónicos a Stand.earth y Amazon Watch con el anuncio de que ya no financiarán el comercio del crudo de la Amazonía ecuatoriana. El Grupo BNP Paribas también lo publicó en su sitio web. Según un comunicado de Amazon Watch, esperan que los tres bancos “implementen políticas vinculantes en los próximos meses”. Es la primera vez, dice el comunicado, que bancos como estos han adoptado políticas que excluyen el financiamiento para actividades extractivas en la Amazonía.

El informe de Amazon Watch y Stand.earth —publicado en agosto de 2020— demostró que pese a tener políticas de sostenibilidad ambiental internas,  ponían en riesgo millones de hectáreas en las cuencas de los ríos Napo, Pastaza, y Marañón en Ecuador y Perú. Las entidades financieras, dice el documento, habían entregado más de 10 mil millones de dólares desde 2009. Los tres bancos juntos, según Amazon Watch, fueron responsables de más del 50% del financiamiento entregado en los últimos 10 años. 

Amazon Watch dice que el comercio de petróleo amazónico contribuye al cambio climático y tiene impactos directos en los pueblos indígenas de la zona. Cita como ejemplo el derrame de crudo del 7 de abril de 2020  que contaminó el río Coca y llegó hasta el río Napo. Además el del Río Shiripuno, en la provincia amazónica de Orellana, en noviembre de ese mismo año. La organización dice que el impacto de este último ha sido “extensivo en las comunidades indígenas del pueblo waorani” porque avanza hacia los territorios de pueblos en aislamiento voluntario. 

Una de las conclusiones del informe de agosto del año pasado es que cuando los bancos europeos financian el comercio de petróleo se involucran en el proceso. “Ayudan a construir puentes entre compradores y vendedores que tienen diferentes necesidades, riesgos, horizontes temporales e incentivos”, dice el reporte. Con frecuencia los bancos reciben físicamente el crudo, lo que los obliga a ser consignatarios en documentos de aduana para asegurar que los comerciantes puedan cubrir sus riesgos. 

Las firmas en esos documentos permitieron que los investigadores rastreen su participación en el comercio de este commodity. Según el estudio, los 155 millones de barriles de petróleo que se extrajeron de la selva amazónica de Ecuador —entre 2009 y 2019— generaron más de 66 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2), un contaminante atmosférico. La misma cantidad que emiten anualmente 17 centrales eléctricas de carbón.

Los bancos del Grupo BNP Paribas, Credit Suisse e ING no son los únicos que respondieron al informe. El año pasado Rabobank —de Holanda— le dijo a Reuters que “dejó de financiar cargamentos de crudo ecuatoriano a principios de 2020”. UBS dijo que “ya había disminuido algunas transacciones petroleras de la región debido a preocupaciones sobre los derechos territoriales indígenas”. Sin embargo, según Amazon Watch, USB todavía no ha asumido un compromiso firme para no financiar el comercio de crudo en el futuro. 

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Un nuevo análisis de datos de Stand.earth concluyó que Natixis, en Paris, Francia, es el único banco que sigue realizando transacciones relacionadas con el petróleo amazónico después de la publicación del reporte. Entre julio y diciembre de 2020, el banco francés financió el comercio de 5,5 millones de barriles de crudo, más del doble de lo que subvencionó en el primer semestre del año. En 2018, año en el que financió la extracción de casi 6 millones de barriles de petróleo, Natixis fue nombrada el “banco de inversión más innovador en clima y sostenibilidad» por una ceremonia de premios bancarios europea. 

Stand.earth y Amazon Watch anunciaron que en el segundo trimestre de 2021 publicarán otro reporte. Esta vez será un ranking para comparar los compromisos climáticos y de sostenibilidad de los bancos con su la participación en la extracción petrolera amazónica y compararla con sus compromisos.