La audiencia preparatoria de juicio contra Ola Bini fue suspendida hoy, 3 de diciembre. Bini, un programador sueco residente en el Ecuador, es investigado por el presunto delito de acceso no consentido a un sistema informático o telemático de telecomunicaciones. Según la Fiscalía, la jueza penal de Pichincha, Yadira Proaño, decidió suspender la audiencia para analizar los argumentos de las partes procesales por “los vicios que pudieran afectar validez del proceso”. La diligencia judicial se reinstalará el 16 de diciembre, a las 9:30 de la mañana. 

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Carlos Soria, abogado de Bini, dijo que la suspensión se dio porque la jueza determinó que necesita estudiar todos los elementos expuestos por la defensa técnica presentada por José Charry, otro de los defensores del programador sueco. La jueza, dijo Soria, revisará el expediente y decidirá si el proceso es válido o no. Charry dijo que no se trata solo de vicios de forma, sino de “lesiones de derechos fundamentales” como a la comunicación y a la defensa. El abogado Charry también argumentó que su defendido fue privado de su libertad sin tener razones de los cargos. 

Bini es un ciudadano sueco que ha vivido en Ecuador desde 2013. La noche del 11 de abril de 2019, fue detenido en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito con fines investigativos, según la Fiscalía. Fue acusado de presuntas actividades ilícitas relacionadas con Wikileaks, la organización de filtraciones fundada por Julian Assange. Bini fue detenido horas después de que Assange fue entregado a las autoridades británicas por Ecuador. La entonces ministra del Interior, María Paula Romo, dijo que Bini había visitado la embajada de Ecuador en Londres, donde estaba Assange, al menos 12 veces. El 13 de abril, un juez le dictó prisión preventiva a Bini. 

Desde ese momento, sus abogados denunciaron varias irregularidades en su proceso de detención. Una de las inconsistencias, decía un comunicado de su defensa publicado en abril de 2019, era que la orden de detención estaba dirigida a un ciudadano ruso, cuando Bini es sueco. 

Sus abogados también argumentaron que cuando arrestaron a su defendido no hubo un intérprete, necesario porque Bini no habla español fluido. Bini fue detenido a las 3 de la tarde, según el parte policial, pero la detención con fines investigativos recién se habría ordenado a las 10 de la noche de ese día, siete horas después. Tampoco, decía el comunicado, se le leyeron sus derechos constitucionales y les impidieron comunicarse con su cliente. 

El 20 de junio de 2019, la corte provincial de Pichincha aceptó el pedido de Habeas Corpus de la defensa de Bini. Según sus abogados, durante los 70 días de detención del sueco “no se emitió ninguna acusación formal en su contra”. El 2 de septiembre de ese año, la Fiscalía pidió reformular los cargos contra Bini. La jueza Yadira Proaño —la misma que suspendió la audiencia preparatoria de juicio en diciembre de 2020— ordenó que Bini mantenga la prohibición de salida del país y la obligación de presentarse cada 8 días ante el fiscal que lleva su causa. Según Soria, la audiencia preparatoria de juicio contra su cliente se hizo más de un año y medio después de su detención “por muchísimas razones, las principales fueron políticas”. 

En una entrevista de julio de 2019, Bini dijo a GK que durante su tiempo en prisión no fue “específicamente amenazado”. Pero que el personal de la prisión le dijo que habían visto “terribles amenazas” en su contra publicadas en Facebook y que habían escuchado amenazas de otros internos. Sin embargo, según Bini, siempre tuvo “más miedo del gobierno que de los prisioneros”. 

Hoy, una hora antes de que se instale la audiencia preparatoria de juicio en su contra, Bini dijo “me gustaría decir que tengo esperanzas, pero, sinceramente, tengo miedo”. Aseguró que la jueza Proaño “ha supervisado tantos abusos” en su contra y que temía que “pisotee” sus derechos humanos y legales otra vez. 

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Durante la audiencia hubo problemas técnicos para conectarse con la traductora designada para Bini. En una foto publicada en Twitter, se puede ver a Bini ayudando a arreglar el proyector durante la audiencia preparatoria de juicio. El abogado Carlos Soria confirmó que el delegado de la embajada de Suecia fungió como traductor en la audiencia y se sentó al lado del acusado para garantizarle este derecho.