Para reducir la pobreza, los estados tienen programas de transferencias monetarias, en los que entregan recursos directamente a poblaciones vulnerables. Algunas son condicionadas; es decir, los beneficiarios deben cumplir ciertas obligaciones para acceder al programa. Antes de la pandemia, Ecuador tenía seis programas para atender a distintos grupos demográficos. 

Durante la emergencia sanitaria por el covid-19 se sumó uno más: el Bono de Protección Familiar. 

  • Los beneficiarios son personas en situación económica vulnerable, afiliados al Seguro Social Campesino o al régimen de Trabajo No Remunerado en el Hogar, siempre y cuando tengan ingresos inferiores a un salario básico unificado (400 dólares). 
  • No pueden acceder al bono las personas que ya sean beneficiarios de otros bonos y transferencias del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES). Tampoco las personas que tengan beneficios del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). 
  • Según el MIES, 950 mil familias que viven del día a día se beneficiarán del bono especial en dos fases.
  • La primera benefició a 400 mil personas con una transferencia de 120 dólares pagada en dos partes de 60 dólares: una en mayo y otra en junio. Tuvo un presupuesto de 54 millones de dólares financiados por el gobierno. 
  • La segunda fase beneficiará a 550 mil personas diferentes a las de la primera fase con una transferencia de 120 dólares que se entregarán entre el 1 de mayo y el 30 de junio de 2020. Los beneficiarios de la primera etapa que no pudieron cobrar en la primera fase podrán hacerlo en esta y acceder al cobro único de los 120 dólares. Tiene un presupuesto de 60 millones de dólares financiados por fondos gestionados con el Banco Interamericano de Desarrollo. 
  • El 88% de los beneficiarios del Bono de Protección Familiar son mujeres. 
  • El cobro del Bono de Protección familiar es similar al del Bono de Desarrollo Humano. Si el número de cédula del beneficiario termina en 1, podrá cobrar el 1, el 11 o el 21 de ese mes, y así sucesivamente.