En la mañana del 23 de junio de 2020 hubo un sismo de 7,5 grados de intensidad, a cinco kilómetros de profundidad, muy cerca de Crucecita en las costas del estado mexicano de Oaxaca, según el Servicio Sismológico Nacional de México. El gobierno mexicano informó la muerte de dos personas.
En un mensaje de Twitter, el presidente mexicano Manuel López Obrador dijo que “hasta ahora no nos han reportado daños materiales”. López Obrador pidió a los ciudadanos que se queden afuera de casas y edificios para estar a salvo de una próxima réplica.
Tras el sismo, el Servicio del Clima de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (el NWC del NOAA, por sus siglas en inglés) emitió una alerta de posible tsunami para las costas del Pacífico de México, América Central, Ecuador, Perú y el archipiélago de Hawái.
El Instituto Oceanográfico de la Armada del Ecuador (Inocar) y su Centro Nacional de Alerta de tsunamis, informaron que luego del sismo en México evaluaron la situación. Según el instituto, se espera perturbaciones de olas de hasta 50 centímetros en las islas Galápagos. El Inocar descartó posibles impactos en las costas continentales. Además, la Secretaría de Gestión de Riesgos del Ecuador informó a través de un boletín que aún se analiza la alerta de tsunami en las costas ecuatoriana.
El presidente Lenín Moreno dijo que se activó el Comité de Operaciones de Emergencia Galápagos para tomar precauciones. Norman Wray, presidente del Consejo de Gobierno de Galápagos, dijo que se evacuó a la población de la isla Baltra a una zona alta. Las embarcaciones acoderadas en dicha isla también fueron puestas a buen recaudo.
Hasta la 1 de la tarde de México se registraron 303 réplicas por el sismo, según el Servicio Sismológico Nacional Mexicano. El Ministerio de Salud de ese país informó en su cuenta de Twitter que los centros de salud afectados se encuentran a salvo y que se realizan inspecciones “de acuerdo a protocolos”.
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México tiene más posibilidades de terremotos constantes por su localización geográfica. El 7 de Septiembre de 2017, un sismo de magnitud 8,2 sacudió el estado de Chiapas, ubicado al sur de México. Según el Servicio Sismológico Nacional, fue el terremoto más fuerte en este país desde 1985. Hubo alrededor de 45 muertes. Cinco días después, otro terremoto de 7,1 sacudió además la capital federal, a Puebla. El desastre dejó más de 369 fallecidos según el Coordinador General de Protección Civil del Estado de México.