Según Patricio Alarcón, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) y la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), la mayor parte de las afectaciones económicas son para el sector comercial, que representa el 40% de las ventas del sector productivo ecuatoriano.
Según los datos del CEE desde el 3 hasta el 9 de octubre, se han perdido alrededor de $720 millones. Y se pierden cerca de $120 millones solo al día, sin contar la pérdida de exportaciones. El paro y el cierre de las vías provocó que los locales cierren en días laborables y que no puedan recibir su abastecimiento normal desde el fin de semana.
Alarcón dijo que lamentaba que los locales comerciales que se ubicaban en los lugares donde hubieron desmanes y manifestaciones, además de la disminución en las ventas, fueron víctimas de saqueos y daños.
Después del comercial, el más afectado es el sector agrícola. Ya que los centros de producción de alimentos de la Sierra se cerraron por las protestas, lo que provocó que los productos no puedan llegar a los mercados del país. En Quito, el Mercado Central estaba operando en un 50% y los comerciantes se quejaron del desabastecimiento de frutas y verduras.
Según Alarcón, hay “bandas de delincuentes organizados que también están manipulando a la gente. Y el gobierno, en este momento, tiene que aplicar todo el peso de la ley”. Y que las organizaciones, como la FUT y la Conaie, no pueden seguir trabajando con esos delincuentes. Porque tenemos que evitar que nos desestabilicen y “terminar en manos del señor Maduro, del señor Castro y del señor Correa”.
Según el portal de noticias financieras Bloomberg, solo dos semanas después de vender 2 mil millones de dólares en bonos, las protestas en Ecuador provocaron su valor caiga en un 5.1% desde su emisión, más que cualquier otra nación en desarrollo, según los datos de Bloomberg. Según esta página web, esto le recordó a los inversionistas lo peligroso que es invertir en mercados en desarrollo. Especialmente en un país como el nuestro, “que pasó 180 años sin pagar un bono” y en el que solo dos presidentes han completado sus periodos desde 1992.
