El Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) dejó de bombear crudo ayer, 8 de octubre de 2019, causando pérdidas millonarias al país. Las operaciones del SOTE se vieron afectadas cuando “grupos ajenos a la operación” se tomaron campos petroleros operados por Petroamazonas EP , según el Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables.
El SOTE paralizó sus operaciones por 2 horas y 20 minutos. En ese tiempo, el país perdió 1,7 millones de dólares y no se bombearon 36.239 barriles de crudo. Este cierre momentáneo se debió a que personas ajenas a su operación ingresaron la noche del lunes 7 a la cabecera del SOTE en Lago Agrio, capital la provincia amazónica de Sucumbíos.
Como el caudal de crudo es el mínimo, el oleoducto no puede funcionar normalmente. El SOTE está operando al 30% de su capacidad y, según el Ministerio, paralizó sus operaciones desde la una de la tarde del 9 de octubre por la baja entrega de crudo.
Esto representa pérdidas económicas importantes para el país. Se estimaba que hasta el 9 de octubre se habían perdido alrededor de 12,8 millones de dólares porque se dejaron de producir 231.800 barriles de crudo. Al día siguiente, el ministro Carlos Pérez actualizó la información sobre el estado del oleoducto en una entrevista en Radio City de Guayaquil: dijo que hasta ese momento, se habían perdido 520 mil barriles de crudo y cerca de 28 millones de dólares. La producción nacional de crudo cayó en 54,8 % en apenas ocho días, dijo el Ministro. Según un comunicado del Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables, desde el 7 de octubre, debido a los desmanes se han suspendido las operaciones en 9 bloques en Orellana, Sucumbíos y Napo.