En una rueda de prensa del miércoles 2 de octubre de 2019, la Federación de Transportistas del Ecuador anunció la paralización de sus actividades. La dirigencia de los gremios transportistas se oponen al decreto 883 del presidente Lenín Moreno, que libera el precio de la gasolina extra y diesel —eliminando el subsidio instaurada hace 40 años durante el primer boom petrolero ecuatoriano. 

 Abel Gómez, representante de la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte Público de Pasajeros del Ecuador (Fenacotip), dijo que sí la reforma empieza a las cero horas del 3 de octubre de 2019 “la transportación lamentablemente no sale a operar”. 

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La mañana del jueves 3, buses de transporte urbano y taxis han paralizado sus servicios en todo el Ecuador. Solo en Quito hay cierres vehiculares en la Avenida Simón Bolívar, Carapungo, Maldonado, Teniente Hugo Ortiz, en el  sector de la Universidad Central, la avenida 6 de Diciembre y Ramón Borja, en la Panamericana Norte a la altura de la Y de Tabacundo y en el redondel de Guayllabamba. 

Además, varios estudiantes de la Universidad Central del Ecuador se han movilizado hasta Carondelet. Pablo Castro, secretario de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), dijo que la marcha era “solo el inicio de la preparación de la gran huelga nacional”.

Según el decreto presidencial, el precio de venta en terminal de la gasolina Súper, Extra, Extra con Etanol, Diésel Premium y Diésel 2 para el sector automotriz, será determinado cada mes por la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero, “con base al costo promedio ponderado más los costos de transporte, almacenamiento, comercialización de la EP PETROECUADOR y los tributos que fueren aplicables”. 

El precio en terminal es el que pagan los comercializadores (las gasolineras) a Petroecuador. Sobre ese precio, las estaciones agregan el margen de ganancia que obtienen. La fijación de ese precio en terminal depende, a su vez, del precio internacional del crudo. Por ejemplo, en febrero de 2019, cuando el barril de crudo bajó, el precio en terminal descendió también, incidiendo en el precio que los usuarios pagan por el combustible.