Los casos de Lucía, Susana y Fátima también se presentaron ante Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Lucía, de Guatemala, fue violada por el sacerdote de su parroquia. Según Diario El País, cuando tenía 13 años, la niña comenzó a sentir los primero síntomas de embarazo: mareos y vómitos. Su madre pensaba que era gastritis hasta que la llevó al hospital y los exámenes confirmaron que estaba embarazada. Susana, del mismo país, fue violada por su abuelo y también quedó embarazada. Fátima, de Nicaragua, fue violada por un hombre cercano a su familia cuando tenía 12 años y quedó embarazada. Las organizaciones sociales de estos dos países centroamericanos también esperan que sus Estados respondan por las violaciones a los derechos de las niñas.