En una caja de plástico con varias divisiones, Yadira* tiene pastillas y cápsulas para diferentes dolores. Ella dice que sabe qué medicina tomar para ciertas dolencias. En su caja, guarda medicamentos para el dolor de estómago, migraña, dolores musculares, para la fiebre, la gripe, la tos y más. Yadira cuenta que cuando apenas tiene síntomas de gripe se toma pastillas de ibuprofeno y amoxicilina con una limonada caliente y se recuperaba rápidamente.  

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Todos los medicamentos, incluso el simple compuesto químico del oxígeno, tienen efectos secundarios, explica Andrea Proaño, paramédico del Hospital Pablo Arturo Suárez de Quito.  Por ejemplo, consumir antiinflamatorios que no fueron recetados puede causar problemas renales o gástricos.

El médico Robinson Peña, especialista en medicina interna dice que hay medicamentos de venta libre —esos que las farmacias venden sin receta médica—, que se podrían tomar para ciertos dolores. Pero si quien los toma tiene enfermedades hepáticas, por ejemplo, y no lo sabe, termina empeorando su condición. Sin instrucción médica ninguna persona debería suponer que sabe qué medicina tomar.

Los efectos de la automedicación

El Ministerio de Salud Pública del Ecuador dice que el uso inadecuado de los medicamentos puede ser peligroso. Además, dice que los medicamentos que le hicieron efecto a una persona no podrían aliviar a otra. Por eso, recurrir al consejo de amigos, familiares o el Internet (especialmente el Internet) sobre qué medicina tomar es pésima idea.

La paramédico Proaño explica que al tomarla se alivia el dolor, pero a largo plazo la automedicación produce daños más graves. Suele suceder que quien la toma aumenta la dosis, porque, por el uso constante, se va creando una resistencia. El círculo vicioso puede terminar en dependencia.

Yadira lo confirma. Dice que frecuentemente sufre de gripe y repite la receta de “qué medicina tomar”: ibuprofeno, amoxicilina y la limonada caliente.  Ella dice que no va al médico porque sabe que le va a recetar los mismos medicamentos que ella toma. Va directamente a la farmacia. En promedio, una consulta en medicina general cuesta entre 10 y 60 dólares, más el costo de la receta entre 10 o 20 dólares. Según las cuentas de Yadira, el ahorro lo vale. Pero los problemas posteriores podrían resultar mucho más caros. 

¿Por qué es necesario ir al médico?

La única persona confiable para decirnos qué medicina tomar es un médico. La paramédico Proaño dice que cuando una persona va a una cita médica y le receta loratadina para aliviar una alergia, por ejemplo, esa persona supone que puede tomar el mismo medicamento para aliviar otro dolor o enfermedad. Pero los efectos de los medicamentos no funcionan así.  “Se debe ir al doctor”, dice Proaño, para que el profesional evalúe partir de exámenes físicos y de laboratorio. Quizá ese paciente podría necesitar otro tipo  de tratamiento médico, que quizá no sea la loratadina.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda en su web que se tome medicamentos, en especial antibióticos, solo cuando los prescriba un médico. Además, la OMS sugiere que se sigan siempre las instrucciones de los médicos sobre el uso de los antibióticos, y que no se debe debe tomar los que le hayan sobrado a otros. Según la OMS, las bacterias causantes de enfermedades se vuelven resistentes a los medicamentos, cuando las personas los usan mal. Pensar qué medicina tomar en lugar de ayudar solo volverá a la enfermedad más difícil curar, explica la OMS.

Según estudios científicos del Hospital Universitario José González de Monterrey en México,  para el 2050 la automedicación causará la muerte de al menos 10 millones de personas. Por no recurrir a un profesional para saber qué medicina tomar, la resistencia microbiana de esas personas será menor: no se podrá combatir a las bacterias con los mismos antibióticos, las infecciones se complicarán y la muerte será el resultado. 

Las personas que creen saber “qué medicina tomar”

Cuando las personas se preguntan ¿qué medicina tomar?, los analgésicos, antibióticos o vitaminas son las respuestas más comunes, dice el médico Peña. En el área de emergencias en el Hospital Metropolitano de Quito, casi el 90% de los pacientes que llegan a la atención de emergencia ya se han automedicado. 

Para el médico Peña y la paramédico Andrea Proaño es recomendable tomar un antibiótico para controlar el dolor, pero solo en el lapso de 24 horas, hasta ser evaluado por un médico. Aplicar calor o frío en la zona del dolor es otra forma de calmarlo hasta que llega la atención médica, dice Andrea Proaño. 

Los botiquines deben ser usados en caso de emergencia. Deben contener productos de primeros auxilios que controlen el dolor hasta recibir atención médica. Pero no se debe usarlos como primera opción de alivio de enfermedades, ni abusar de los medicamentos. 

¿Entonces puedo morir?

Sí. Hasta 2013, en Estados Unidos la automedicación era la primera causa de muerte accidental entre las personas de 45 a 54 años. Sobre el Ecuador hay datos en ninguna página web del Estado. Hasta el cierre de este artículo, el Ministerio de Salud tampoco respondió el pedido de información sobre el tema. Aunque la paramédico Proaño dice que la intoxicación y muerte por automedicación se produce cuando las personas hacen una mala mezcla de medicamentos o porque consumen medicamentos caducados, pero dice que es bajo el porcentaje de intoxicaciones.  

La automedicación se considera una forma de autocuidado y una práctica que los seres humanos han realizado siempre con el uso de productos naturales, homeopáticos o sintéticos. El fármaco Abel Hernández Chávez dice que el autocuidado consiste en preocuparse por la nutrición, estilo de vida, la higiene, factores socioeconómicos y ambientales, y no tanto en preguntarse, sin ningún fundamento médico, qué medicina tomar.


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