Dependiendo de a quién se le pregunte, el correísmo salió victorioso o moribundo de las elecciones seccionales del 2019. Sus detractores dicen que,  cobijados por la bandera de Fuerza Compromiso Social, los correístas alcanzaron apenas dos prefecturas, en Pichincha y Manabí, y ninguna alcaldía. Sus simpatizantes dicen, en cambio, que la fuerza de la revolución ciudadana está vigente, que se hizo sentir en las urnas a pesar de los obstáculos interpuestos, y que los resultados muestran con claridad que, de retornar, Rafael Correa volvería a ser presidente.Ambas interpretaciones carecen de mejores datos para sostenerse.

El movimiento Fuerza Compromiso Social es la nueva cara del correísmo. A los pocos meses de la posesión de Lenín Moreno, Alianza País se dividió en dos. Por un lado, estaban los leales al nuevo presidente, y por otro, estaban los correístas, fieles al líder original de Alianza País.

Estos últimos se convirtieron en disidentes. Hicieron varios intentos de inscribir su propio partido político para participar en las elecciones seccionales de 2019, por ejemplo, el partido Revolución Ciudadana. El Consejo Nacional Electoral (CNE) no se los permitió, alegando, en uno de los casos, que no se puede usar el nombre Revolución Ciudadana porque es el slogan de otro movimiento político. A fines del 2018, los correístas anunciaron que participarían en las elecciones a través de la lista 5 del movimiento Fuerza Compromiso Social, fundado por Iván Espinel, funcionario de los gobiernos de Correa y Moreno, que está en prisión por cargos de corrupción.

El anuncio fue explícito. Correa lo anunció a través de su cuenta de Twitter, diciendo, “Quisieron enterrarnos, sin entender que somos semilla. Vamos a participar en las elecciones de marzo. La Revolución Ciudadana será lista 5.”

Por falta de datos, es imposible saber qué porción de los electores entendían con claridad antes de las elecciones que el correísmo original, aquel de la Revolución Ciudadana, era ahora la lista 5 y no la 35 de Alianza País. Por esta razón, y para ser sensatos, no es enteramente justo considerar la votación alcanzada por Fuerza Compromiso Social como un indicador válido del apoyo al correísmo.

Sin embargo, es razonable mirar el rendimiento electoral del movimiento como un indicador apropiado.

Fuerza Compromiso Social (FCS) tuvo un desempeño bastante modesto en las elecciones seccionales de 2019. A nivel nacional recibió algo más de 500 mil votos en las elecciones para alcaldes, equivalente a cerca del 6% del total de votos válidos. Participó con candidato a alcalde en 49 cantones y no consiguió ninguna victoria. Los siguientes mapas y gráficos permiten visualizar su desempeño electoral.

Distribución de votos por Fuerza Compromiso Social en las elecciones 2019 en Ecuador

La inmensa mayoría de votos por Fuerza Compromiso Social salió de la ciudad de Quito (el 51%), donde Luisa Maldonado, antes miembro del Consejo Municipal, fue su candidata a alcalde. El resto de los votos salieron en proporciones muchísimo menores de otros cantones.

Porcentaje de votos por candidato FCS del todal nacional en Elecciones Seccionales 2019

La mitad de los votos salieron de Quito. El resto salió de otros cantones en proporciones menores al 6% del total recibido por FCS a nivel nacional.

En términos de desempeño individual, la participación  de los candidatos de FCS fue, igualmente, modesta. En promedio, los candidatos de Fuerza Compromiso Social alcanzaron el 9% de los votos en cada cantón.

Votos por candidatos de fuerza compromiso social por cantón

Hay 20 cantones, de los 49 en que participaron, en los que los candidatos de FCS alcanzaron porcentajes por encima de esta media.

Candidatos por Fuerza Compromiso Social de mejor rendimiento por cantón

En 13 cantones, el candidato de FCS quedó entre los primeros tres lugares. En 7 cantones, el candidato del FCS quedó entre los dos primeros lugares.

En otras palabras: en 13 cantones Fuerza Compromiso Social fue una opción viable y en 7 cantones casi ganan. El caso más notorio es el de Quito, donde Luisa Maldonado quedó segunda, por un margen de alrededor de 3 puntos.

Los otros 6 cantones están todos en las provincias de Manabí y Guayas. Quizás por eso no es sorprendente que, en Manabí, José Leonardo Orlando ganó la prefectura como candidato de FCS, venciendo a dos alianzas en las que participaban CREO y el Partido Social Cristiano, respectivamente.

Pero de las dos únicas victorias, la más importante de Fuerza Compromiso Social es la prefectura de Pichincha. Paola Pabón venció a Juan Zapata, candidato del partido de Paco Moncayo quien, a su vez, quedó en tercer lugar en la competencia por la alcaldía quiteña. La victoria de Pabón sobre Zapata fue estrecha: 1.4 puntos, que se traducen a 19.800 votos en toda la provincia.

En donde Pabón sacó ventaja fue, precisamente, en Quito. El 90% de los votos de Pabón salieron de la capital, de la que Zapata tuvo un 84% de sus votos.

Más importante aún: todos los votos de Luisa Maldonado para la alcaldía fueron a Pabón para la prefectura, quien además se llevó 26 mil votos adicionales en la capital. Zapata, en cambio, no solo que no sacó la mayoría de sus votos de Quito, sino que además obtuvo casi 600 votos menos de lo que obtuvo Moncayo en la capital. Este déficit indica que 600 electorales prefirieron a Moncayo para la alcaldía, pero optaron por otra opción para la prefectura.  

En resumen, con estos datos se observa que el correísmo no está tan presente ahora como estaba en 2018, tras los resultados de la Consulta Popular de febrero de 2018, cuando se decía que el voto duro correísta estaba entre el 25 y el 30%.

Sin embargo, sería apresurado decir que “el correísmo ahora cuenta con el 6% de apoyo a nivel nacional”. Si bien obtuvo apenas el 6% del total de votos válidos a nivel nacional, compitió en apenas 49 cantones. Por ende, no se puede comparar este 6% con el porcentaje de otros partidos que compitieron en más elecciones locales.

Su conquista más importante fue la prefectura de Pichincha y se desempeñó particularmente bien en 7 cantones, incluyendo, más notablemente, Quito. La victoria de Paola Pabón fue estrecha y el resultado podía haberse virado en cualquier dirección. Pero, al mirar los datos, se observa que la ventaja que explica su victoria se produjo en la capital.

Estimar la fuerza del correísmo es difícil. Pero sabemos lo siguiente: FCS obtuvo el 6% de los votos válidos compitiendo en 49 de 221 cantones, más o menos la mitad de los votos salieron de Quito,  y sabemos que, en promedio, sus candidatos a la alcaldía sacaron el 9%.

Combinando estos elementos, y extrapolando a nivel nacional, se pueden sacar dos conclusiones. El correísmo cuenta con un apoyo mayor al 9% y menor al 20% —o 23% para ser conservadores— de los electores, y su bastión es Quito.

** La versión original de este análisis fue producida por el autor para la Fundación Rosa Luxemburg Oficina Región Andina. La información requerida para producir los mapas y resultados aquí presentados, fue obtenida del Consejo Nacional Electoral con el apoyo de Domenique Alejandro, Sebastián Arrieta, Washington Quinchuela y Paolo Moncagatta de la Universidad San Francisco de Quito.