Felipe Rodríguez es abogado, ha defendido  casos polémicos como el de la demanda de Carlos Pólit contra la Comisión Anticorrupción,  los pases policiales, el asesinato de Karina del Pozo, el secuestro del política Fernando Balda (opositor a Rafael Correa). También ha patrocinado a varios policías acusados de violación de los derechos humanos contra el grupo insurgente Alfaro Vive Carajo en la década de los ochenta. Ahora es defensor de Carlos Baca Mancheno, acusado en un supuesto informe de la Contraloría de recibir fondos de gastos reservados cuando fue parte de la Comisión 30S.

La defensa a Carlos Baca Mancheno

Usted ha sido duramente cuestionado por defender al fiscal general de la nación, Carlos Baca Mancheno, por un supuesto informe de la Contraloría en el que se lo acusaba de haber recibido pagos de la Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain) cuando estuvo al frente de la Comisión 30S. Ya ha explicado que tomó el caso porque quiere llegar a las cabezas de la corrupción. Esas cabezas, dicho por usted, son Rafael Correa, Rommy Vallejo y José Serrano. ¿Cómo va a llegar a ellas, cuál es su estrategia?

La estrategia para llegar a esas cabezas no es defendiendo a Baca específicamente, sino empezando a impulsar los casos que Baca está impulsando. Yo he sido muy crítico del régimen y estaría feliz de llegar a Correa, y aunque Baca estuvo mucho tiempo trabajando cerca de Correa, hoy se separó de él y creo que al meter a su vicepresidente preso nos dimos cuenta que ya no está jugando de ese lado —sino de su propio lado.

Yo confío en él, lo conozco muy poco, lo he visto cuatro veces en mi vida y me da muy buena espina. Se lo ve un buen hombre, creo que está comprometido y creo nos lo ha demostrado. Tenemos al vicepresidente y su querido tío, tenemos a Alecksey Mosquera, tenemos a Carlos Pólit prófugo y a su hijo procesado, tenemos a Walter Solís que va a ser procesado el 30 de enero. En el período de Galo Chiriboga no se veía esto, hoy sí se ve, y justo hoy quieren atacar a Baca Mancheno.

Yo no creo que directamente los que lo atacan quieren eliminarlo por esto, creo que hay muchas personas atrás que están muy alegres de estos ataques entonces defenderlo a él fue una decisión mía, yo le dije “yo le defiendo”, él no me lo pidió.

¿Usted lo buscó?

Yo en una audiencia le dije “doc, yo sé lo que usted está haciendo, yo sé que usted está comprometido con la causa y yo encantado de ayudarle si es que me necesita”. Me preguntó cuáles eran mis honorarios y le dije que mis honorarios eran simbólicos. Mi único honorario es que no quiero que me meta mano en el caso. Yo gano los casos en Derecho, no quiero que él sepa qué otros casos tengo porque yo tengo muchísimos otros casos y no quiero jamás influir en nadie.

Quienes fueron abogados de Correa en su momento, cuando entraban a un juzgado o a una fiscalía se volvían súper poderosos porque evidentemente eran los abogados del presidente y había que respetarlos. Yo quiero que me sigan respetando por lo que me han respetado siempre y es porque soy un orador, soy un abogado.

La gente me ve joven y me dice “el abogado del diablo”, “se ha cambiado de lado”. Yo me he preparado mucho para estar aquí donde estoy; tengo tres maestrías, tengo un Phd, tengo cinco libros escritos, soy catedrático en la Universidad San Francisco, soy catedrático titular en la Universidad Católica y me gano la vida litigando. Mi terreno es la cancha.

Yo le dije yo me hago cargo, yo no trafico influencias con nadie y si gano este caso, yo lo gano en Derecho. A mí me han dicho que por la plata baila el mono, y que el dinero me ha hecho cambiar de bando. No estoy ganando ni un centavo con este caso: son los ataques más gratuitos que he recibido.

El sistema de justicia y el ejercicio del Derecho penal en el Ecuador

Ha repetido mucho que gana los juicios en Derecho. ¿Qué quiere decir con eso?

La gente no debe olvidar que el abogado no es el cliente. El penalista tiene un rol distinto al de cualquier abogado porque está en juego la libertad del cliente. No debemos olvidarnos que en el régimen de Correa se perseguía a todos, vulnerando el Derecho con telefonazos a jueces, amenazas a fiscales, amenazas con destituir jueces o fiscales, prevaricando, saltandose lo que dice la ley.

No debemos convertirnos los perseguidos en perseguidores. Si queremos que se nos respete, tenemos que respetar a nuestro rival. Vamos a tener un mejor sistema cuando respetemos el debido proceso, esto es: respetar las garantías de todo ser humano, sea inocente o culpable. Si te condenan sin respetar el proceso es una condena que no tiene validez, no tiene legitimidad. Ese es el ejercicio del abogado.

El día que todos los abogados pierdan las prácticas de corrupción, dejen de traficar con influencias, vamos a tener la tranquilidad y la certeza de poder ser juzgados. Yo tengo muchísimos clientes que me dicen “estoy preocupado porque soy inocente pero no creo en la justicia”.

El día que todos respetemos el debido proceso podremos someternos a la justicia con tranquilidad; nadie va a tener que coimar.

Justo lo que usted menciona sobre el sistema de justicia es clave: ha habido muchas dudas sobre ese sistema que ha estado armado a la medida de los grupos políticos de poder. Ahora ya no está Rafael Correa pero fue quien armó ese aparataje de justicia del que hoy muchos dudamos. ¿Usted realmente confía en la justicia ecuatoriana?

Creo en Pichincha, no creo en el sistema de justicia de otras provincias. Yo tengo un récord, si todo me va bien el día lunes que tengo una audiencia, tendré entonces 90 casos ganados y 3 perdidos, los 3 eminentemente políticos.

En esos 90 no trafiqué influencias, nunca se habló de dinero con ninguna autoridad. Y sí, fue un camino empedrado, el abogado honesto no tiene pavimento, tiene pura roca en el camino. Normalmente pierdes en primera instancia.

En el caso pases policiales, a mi cliente le dieron 9 años 3 meses siendo inocente. Tuvo que estar un año 6 meses preso hasta que en apelación logré que le declaren inocente. Yo sí creo en la Justicia porque si hacemos el análisis de 90 casos ganados y 3 perdidos, y todos hechos honestamente, entonces el Derecho funciona. Es lo que siempre les digo a mis alumnos: el derecho penal no es tan sucio. En Pichincha. Si yo viviera en Guayaquil, tendría 93 en contra, tengo esa certeza porque el pensamiento de la costa es muy diferente; en la Amazonía es diferente; en Cuenca también sorprendentemente es muy diferente. Al menos en el campo penal en Pichincha no hay tanta corrupción. Yo diría que una de cada 20 autoridades públicas, sean fiscales o jueces, son corruptos. Pero diría que 19 son honestos, lo que no pasa en otras provincias. Y lo que no pasa en otras ramas del derecho. Por ejemplo en la Corte Constitucional todo el mundo sabe que tienes que pagar una cuota de entrada. Si no me equivoco anda entre los 6 mil y 12 mil dólares.

¿Por qué no se denuncia si todo el mundo sabe?

Los constitucionalistas deberían hacerlo. Yo, por ejemplo, no me meto en temas constitucionales o acciones extraordinarias de protección precisamente porque yo sé lo sucio que es y sé que ahí no puedo ganar porque no voy a coimar a nadie, entonces ya perdí.

Pero en el campo penal he demostrado que se puede ganar, he estado en casos muy polémicos donde los jueces a veces tiemblan. Justamente ahí está una de las virtudes de la oralidad. Nuestro sistema es igualito al gringo. La diferencia es que no hay jurado sino que hay tres jueces.

La oralidad te permite eliminar corrupción. Cuando tú vas a una audiencia, le objetas todas las preguntas a la contraparte, te dan a lugar la objeción y no puede preguntar, cuando presentas toda la prueba documental, cuando en los debates le arrastras a la otra persona y no puede dormir tu contrincante esa noche, es imposible que haya corrupción. He visto casos míos en que los jueces han tenido que devolver la plata a la contraparte porque se han quedado sin alternativa. Los procesos penales son públicos y tienes público; es imposible que cuando tú ves cómo le masacras a la contraparte la justicia no salga a tu favor. Creo en la justicia porque he demostrado que la justicia funciona. Que hay telefonazos, que hay presiones, por supuesto que las hay, las sigue existiendo. Yo he tenido audiencias, por ejemplo en las de Fernando Balda (no en las de este caso de su secuestro). Yo le defendí a él en las calumnias contra agentes de la Senain, y tuve en todas las audiencias metidas a toda la gente del Ministerio del Interior y de la Senain, presionando. Me veían, me tomaban fotos desde la entrada, todos los policías, con el objetivo de intimidarme. Y yo les decía, oigan, son Senain, me pueden hacer seguimientos, meterse a mi Facebook. No tienen por qué tomarme fotos pero era una forma de callarte o querer intimidarte.

Usted menciona un tema que me llama la atención. Dice que confía en Pichincha, pero eso quiere decir que todas las otras personas de todo el resto del país estarían prácticamente en la indefensión si es que hay tanta corrupción.

Las cárceles no tienen culpables en su interior, tienen personas que no pudieron pagarse un buen abogado. Están llenas de pobres. Aquello de que están cumpliendo una pena privativa para rehabilitarse es mentira. Si ustedes van a una cárcel van a encontrar hoy, y pregúntenle a un abogado que estuvo hace sesenta años, los mismos rostros, el mismo color de piel, la misma forma de vestir —jean y camiseta blanca— la misma forma de caminar, de hablar, la misma forma de tatuajes, las mismas miradas. Es como una condena genética.

Entonces yo sí he estado en casos en los que los cinco procesados han estado en la misma condición y los dos que pudieron contratar un buen abogado, salen y los tres que tuvieron malos abogados se quedan. Entonces ahí está el primer problema, hay muchísima mediocridad en nuestra profesión. Los abogados no se preparan y los abogados son lagartos. Lo que intentan es ver cómo le exprimen al cliente y le sacan más dinero cuando el objetivo debería ser defender un caso con pasión sin importar el dinero. Y el segundo problema que tenemos, sobre todo fuera de Pichincha, es que yo sí veo que en la costa existe una idiosincrasia especial. Ellos dicen que tiene que haber el “cariñito” a la autoridad, porque en esa lógica la autoridad te está dando una mano, por qué va a ganar solo su sueldo.

A mí me han dicho jueces de Guayaquil “doctor yo tengo un sueldo fijo, usted está ganando muchos honorarios por este caso, ¿a usted le parece justo que aunque usted tenga que ganar, usted se lleve todo el dinero? Usted debería darme algo”. Ahí es cuando uno se espeluzna. Yo tuve una fuerte pelea con un juez. Le dije “usted decidió ser funcionario público para no ser rico, por eso usted es funcionario público porque decidió servir y algún día jubilarse con la pensión del Iess. Es el rol que usted eligió y si no le gusta dedíquese al libre ejercicio. Sea exitoso, porque también le puede ir muy mal, sea exitoso y empiece a lucrar. En donde usted está el fin no es el lucro.”

Casos polémicos y mediáticos

Regresando un poco al tema de la entrevista, usted ha dicho que ha recibido ataques de los correístas y la oposición. ¿Cuál es la lectura que usted hace de esa violencia, durante tanto tiempo criticada por la oposición, pero que ahora se ve justificada por aquellos que criticaron esas mismas prácticas en Rafael Correa?

Primero creo que es un desfogue. Creo que tenemos una sociedad frustrada, creo que Correa sembró muchísimo odio pero también creo que esto parte de la desinformación.

Es muy fácil criticar cuando alguien que se mueve bien mediáticamente dice tal persona es corrupta o tal persona estuvo involucrada en este caso y todo el mundo salta y dice entonces es corrupto.Por ejemplo, tener un indicio de responsabilidad penal de Contraloría no significa que se cometió peculado. No es más que una forma de denuncia, es la Contraloría diciendo esta es mi denuncia. Pero yo le puedo denunciar a usted hoy, puedo decir que ustedes vinieron a amenazarme de muerte.

Voy a perder porque no voy a poder probarlo. Imagínense, pongo en Twitter “fui amenazado de muerte por periodistas” y si tengo 200 mil seguidores la gente va a decir quiénes son estas periodistas, les van a empezar a criticar. La gente parte de la desinformación. Por eso somos del tercer mundo, la gente vive del qué dirán.

A mí no me afecta lo que digan en redes sociales.

Yo siempre le he dicho a mi familia, al final con quien me siento en las noches es con mi familia, a mí la otra gente no me da de comer. La gente tiene que acordarse que nadie sabe lo de nadie. Dos, no puedes opinar sin saber lo que está pensando la otra persona. No ganas nada criticando al otro, es un tema devastador estar todo el tiempo en eso. El ecuatoriano, el latinoamericano tiene mucho esto. El deporte nacional en Ecuador no es el ecuavoley sino la envidia. La gente es envidiosa, no tolera el éxito ajeno. La gente cree que si el otro es exitoso es porque robó.

Aquí la gente perdió objetividad. Yo nunca lo he querido a Rafael Correa pero cuando he tenido que aplaudirle por las cosas buenas, lo he hecho, porque si hizo algo bien, aunque no lo quieras, tienes que aceptar que así fue. El derecho a opinar, a exigir, a criticar, no es un derecho a insultar y la gente empieza a desfogarse y a jugar en favor de intereses ajenos sin darse cuenta.

Otra duda, quizás vinculado a lo que usted acaba de decir. Fernando Villavicencio fue una persona que denunció y sacó a la luz muchos casos de corrupción durante el gobierno pasado y por eso fue perseguido. Hace poco se reunió con José Serrano y eso generó dudas sobre por qué se reunió con la persona que antes lo persiguió. Usted dijo que ahora él se ha convertido en el juez supremo que dice quién es culpable y quién no. ¿Cómo ve ese tipo de movimientos que terminan siendo mediáticos e incluso pueden terminar siendo políticos, cómo los interpreta?

Yo lo respeto mucho a Fernando Villavicencio, tengo mucha solidaridad con él y su familia porque el régimen de Rafael Correa lo persiguió. Yo puedo no coincidir con muchos métodos que él utiliza, no obstante no hay derecho de hacer lo que le han hecho. Él no está persiguiendo a alguien porque sí, él ha aparecido con documentos.

A mí no me importa que me haya atacado, él sabrá en algún momento disculparse conmigo, me sabrá dar la mano algún día o no lo haremos nunca, y yo no le voy a responder con otro ataque nunca.

¿Por qué se reunió con el Presidente de la Asamblea? Yo voy a pensar bien. Si es que empiezo a pensar mal de él y de todo lo que está haciendo, voy a perder toda la esperanza en el Ecuador.

Yo supongo que se reunió porque era la autoridad máxima de la Asamblea y él fue a presentar una denuncia. Que Serrano no haya sido el destinatario ideal es otra cosa. Entiendo que lo de Petrochina, él entregó a cada autoridad de los máximos organismos. Sí es preocupante cuando te empiezan a condenar y a atacar por ser abogado de tal persona.

Si yo exijo que respeten mi debido proceso y mi presunción de inocencia, no puedo yo decirle a la otra persona “tú eres culpable, a ti no te respeto la presunción de inocencia ni el debido proceso porque te condeno a priori”, eso es lo que tenemos que evitar. Aquí hay una cosa que hay que entender bien: yo soy abogado, no soy político. El abogado tiene una cancha, esa cancha es la sala de audiencias. El abogado defiende con argumentos jurídicos. El político, su cancha son las cámaras y se defiende con argumentos políticos.

De acuerdo, pero en un caso tan mediático como el de Baca Mancheno, es inevitable que haya un trasfondo político, un tinte político y una lectura política. ¿Cuál es su rol ahí?

Mi rol es defender un caso concreto. Yo no soy abogado del Fiscal General del Estado, yo soy abogado de Carlos Baca Mancheno cuando él no era Fiscal General del Estado.

Los abogados defendemos casos concretos a tal punto que si el día de mañana Fernando Villavicencio me necesita como abogado, yo lo puedo defender y no pasa absolutamente nada. Yo no estoy jugando un juego político, no estoy dentro de un plan de conspiración, yo únicamente, como defiendo en derecho, creo que todo el mundo tiene derecho a la defensa. Defenderse con lo que le da la ley, si es que la ley dice que necesita informe previo de Contraloría, entonces se debe respetar eso y no se le puede pretender procesar sin el informe previo.

Así como muchos opositores a los que les han seguido procesos porque no han estado de acuerdo con el régimen, que en su momento exigieron que se les procese con informe previo, ahora no podemos omitir el informe previo. Entonces yo no tengo un rol político, no estoy protegiendo a nadie. Estoy cumpliendo un rol porque veo que los que se van a beneficiar de que salga Baca son precisamente Glas, Pólit, Rafael Correa.

Yo viví seis años de Galo Chiriboga, viví los inicios de Washington Pesántez y vi lo que era impunidad y por primera vez empiezo a ver que no hay esa impunidad.

Considero que hay grandes beneficiarios de este ataque a Baca Mancheno. Puede ser que él se quede seis años como que no se quede. Lo único que importa es que sea un proceso limpio, el resultado no importa porque eso va a depender de la limpieza del proceso.

En esta misma línea, el trabajo de un abogado es defender al cliente que él elija defender. Me imagino que en su vida profesional no solamente tiene clientes inocentes. ¿cómo elige a quiénes defender?

También defiendo culpables, no tengo inconveniente en defender culpables, pero hay niveles de conciencia que yo tengo que seguir. Por ejemplo yo no defiendo violadores, bajo ningún concepto porque para mi no está justificado violar pero tengo muchos casos de personas que me dijeron me acusaron de violación y yo no violé.

Un caso concreto fue el de un chico que me dijo que le acababan de acusar de haberle violado a su novia. Él era un chico de nivel social bajo, ella era una chica de una familia muy poderosa del país y le acusaron de violación cuando ella quedó embarazada. Entonces la acusación era que la violó, él era trabajador de la empresa del papá. Cuando yo veo los mensajes de texto, ellos llevaban seis meses de relación, y uno de los mensajes decía: “ya me dio mi papá dinero, nos vamos a pagar la suite presidencial del Lumini para que me hagas lo que me encanta que me hagas siempre”. No es un violador. Tenían una relación, quedó embarazada, y para salvar su poder lo denuncia por violación.

Tú puedes decidir defenderlo como abogado que eres, pero cuando entras a la audiencia te lanzan hasta huevos, a mí me los han lanzado, me han dicho abogado de violador, me han lanzado tomatazos.

Caso Fernando Balda

Fernando Balda es un político que se inició en las juventudes del Movimiento Alianza País —el mismo que llevó a Rafael Correa al poder en 2007. Apenas un año después de que iniciara el período de Correa, Balda se desafilió y se acercó al Partido Sociedad Patriótica —liderado por el expresidente Lucio Gutiérrez— y llegó a ser asambleísta. Durante su ejercicio legislativo, se dedicó a hacer denuncias en contra del gobierno de Correa. En 2009 se fue a Colombia para evitar ser detenido por un proceso de calumnias en contra de un funcionario del régimen de Correa.  

Usted está llevando adelante el caso Balda. ¿Nos puede recordar de qué se trataba, en qué etapa está, por qué se reabrió?

En el año 2012, él estaba en Colombia hacía tres años porque en el Ecuador tenía una sentencia condenatoria. Estaba prófugo de la justicia, no creía en la justicia, sus abogados perdieron aquí. Un día se le acercó un señor Chicaiza, le dijo que era un activista político, que trabajaba en una ONG y un día que tenían que ver no sé qué cosa en un almacén, se bajan cinco tipos de un auto, una mujer y cuatro hombres, él estaba con otro amigo ecuatoriano, les dan cachazos, le dejan inconsciente al uno, le suben a Fernando Balda, le dan escopolamina y un taxista que ve todo el secuestro —evidentemente Colombia ha vivido unas escenas de secuestro que no hemos tenido que vivir nosotros— se comunica por radio con todo el mundo.

Dos horas después, lo llevaban hacia el norte, recordemos que si querían llevarlo a Ecuador debían llevarlo hacia el sur, si lo llevaban hacia el norte podría ser para una desaparición forzada, no se sabe. Llegando al norte les hacen un cerco policial, estos tipos le botan a Fernando Balda del auto. Les logran capturar y les procesan por el delito de secuestro. Hacen procedimiento abreviado, allá se llama preacuerdo. Estas cinco personas colombianas dicen que fueron contratadas por policías ecuatorianos.

No sabían los nombres pero cuando se ve las placas del auto se identifica que era un auto que había sido alquilado por un señor de apellido Chicaiza. Cuando se lo rastrea era un señor de la Senain, se ve en las fotos que es el mismo que estaba en Colombia y días atrás tiene cheques de la Secretaría de la Presidencia de la República, de gastos reservados pagados a su nombre. Esto ya no es un presunto secuestro, es un secuestro confirmado porque ya tiene sentencia condenatoria en Colombia, o sea ya es cosa juzgada.

Hay autores materiales, en Ecuador se intenta conseguir a los autores intelectuales.

¿Qué autoridades o qué funcionarios ecuatorianos estuvieron involucrados en este secuestro?

En realidad no sabemos. Chicaiza y todos tienen derecho a que se presuma su inocencia. No sabemos si estuvo o no involucrado, qué tal si Chicaiza sí estaba allá y alguien se tomó su nombre. Para mí no hay ningún involucrado. Hay una investigación abierta. Hay una cooperación penal internacional pedida a Colombia.

¿La Fiscalía ecuatoriana pidió esta cooperación internacional?

Sí, pidió y ya llegó. Está confirmado que lo secuestraron. Ahora se está pidiendo una segunda para poder ver los testimonios de esta gente. Allí revelan dónde les dieron dinero, quién les pagó. Allí van a dar nombres y apellidos, revelar quién les pagó. Esa cooperación penal va a ser el sustento de una investigación aquí.

Muchas autoridades tendrán que responder, tengo la certeza de que hubo agentes de la Senain involucrados pero yo no puedo decir quién estuvo detrás porque pudiera parecer que estuvo involucrado el Ministro anterior o no, porque no siempre el jefe se entera de lo que hacen los de abajo y a veces uno quiere que sean ellos, como ecuatoriano puedo decir quiero que esté involucrado porque no lo quiero pero justamente ese es el rol del abogado, no quitarte tu presunción de inocencia. Yo sí creo que vamos a llegar a Rafael Correa en este caso. Creo.

O tal vez él nunca se enteró. O le dijeron “vamos a traerlo con una deportación”, y nunca se enteró que había un plan criminal detrás. Eso no sabemos y justamente para eso es esta investigación.

¿En qué etapa está esa investigación?

Tenemos ya la certeza de que hubo un secuestro porque hay condena. Nos falta saber qué dijeron ellos. Balda denuncia en 2013 y lo llaman a reconocer firma recién la anterior semana. Es que Colombia nos mandó la sentencia condenatoria pero no estaban los testimonios de ellos. Nos dijeron “remitimos la parte resolutiva, estas personas son condenadas por secuestro de Fernando Balda”. Ahora qué dijeron esas personas, eso es lo que nos falta y eso nos va a ayudar a guiarnos para saber por dónde tenemos que ir. Tenemos un súper buen avance, no hablamos de presunciones, hablamos de certezas. Existe la voluntad de la Fiscalía de investigar este tema, estamos en investigación previa.

¿Cuánto tiempo puede durar esa etapa?

Yo aspiro que si nos movemos bien, hay que viajar a Colombia, donde también hay burocracia con los procesos penales. Espero tener los primeros resultados en unos diez meses.

¿Así de largo?

Es corto porque en realidad ya han pasado cinco años y medio sin que hagan nada. Al menos aquí están empezando a actuar.

¿Qué pasa si en ese lapso se cambia de Fiscal General del Estado?

Esa es mi preocupación. Yo siento que hay la voluntad de investigar esos casos de violación a los Derechos Humanos, como este caso en particular. No sé si el nuevo Fiscal tenga la misma voluntad. Yo veo que hay alguien con la voluntad de hacerlo, por eso lo estoy defendiendo. Tal vez el nuevo también quiera hacerlo, puede que venga con más fuerza, con menos fuerza o con la misma fuerza. Eso no lo sé, lo que sé es que el actual tiene la voluntad.

¿Y usted cree que hay un vínculo entre este tema de Fernando Balda (que está por esclarecerse) con el supuesto informe de la Contraloría que señala al Fiscal por la Comisión del 30S?

La verdad hay un vínculo indirecto. Para mí ese documento no tiene nada que ver con Balda. Ese documento tiene que ver con la represalia de Pólit directamente. Eso es Pólit versus Baca. Aquí no tiene que ver Balda, pero ese informe de Pólit les hizo sonreír de oreja a oreja a Correa, a Glas, a todos los que están atrás porque justamente con eso pueden empezar a atacar este caso, pero creo que es un ataque de Pólit.

Yo no voy a sostener que son los autores intelectuales del secuestro de Balda que están tratando de bajarse a Baca para que no les coja.

¿No es la Senain tratando de bajarse a Balda?

No, es Pólit tratando de bajarse a Balda pero la ciudadanía que está en contra de Baca le está sirviendo a sus intereses. Si es que a los autores intelectuales del secuestro de Balda les conviene el tema Pólit también se van a agarrar de ahí. Es decir, les dieron a todo el mundo la excusa perfecta, pero no nace de ahí, solamente se abrió una excusa para que todos se froten las manos y digan por aquí nos lo bajamos.

¿Qué pasaría una vez que ya se conozcan los testimonios de los autores materiales del secuestro?

La Fiscalía tendrá que tomar una decisión como titular de la acción penal pública, y con eso y las diligencias que se hagan aquí. recordemos que el día lunes los agentes de la Senain que viajaron a Colombia van a ir a declarar.

¿Cuántos están llamados?

Son un señor Espinosa, un señor Chicaiza y un señor Piñeiros. Veamos qué nos dicen, más lo que llegue de Colombia, más lo que se logre recabar, verificaremos cómo se les dio los viáticos, de Colombia tiene que llegar lo del alquiler de autos. Nosotros hemos entregado todo en copias simples, cuando llegue lo de Colombia con la debida apostilla se confirma que esos documentos son reales, y la Fiscalía puede tener uno de los casos más sólidos del país y el caso Balda podrá convertirse en uno de los casos más emblemáticos porque ya no vas a atacar a todos los que todo el mundo quiere atacar por la vía del dinero, sino por delitos que son peores porque son una grave violación a los Derechos Humanos.

Entonces, regresando a los tiempos. La Fiscalía tendría que acusar a estas personas, si es el caso…

Primero tendría que formular cargos, a los tres y a quienes estén arriba. Aquí también hay que cuidar que no sea un caso político.

Difícil que no sea un caso político, ¿no le parece?

Difícil, sí, pero no porque hay un opositor a Baca o a la Fiscalía en general, o alguien que sea un pez gordo de la ‘Revolución Ciudadana’, no por eso tienes que atacarlo en este caso. Tienes que atacarlo en la medida que esté involucrado. No podemos usar a ningún pez gordo como chivo expiatorio. Aunque sea un pez gordo de la corrupción, de la mafia, de lo que sea, tiene presunción de inocencia. Y si no está involucrado, se salva. No podemos usar un proceso para atacar.

Si la Fiscalía formula cargos, ¿qué ocurre?

Empieza el proceso, viene la etapa de evaluación preparatoria de juicio y si ahí te acusan y te llaman a juicio, viene la etapa de juicio.

¿Cuánto tiempo puede durar eso?

Si es que se formulan cargos en el 2018 el juicio podría ser a inicios de 2019.

En ese caso, ¿qué rol juega la prensa y la opinión pública? No solamente en este en particular, sino en todos estos que tienen atención mediática.

Yo detesto los casos donde la prensa mete mano.

Los mejores casos son cuando un abogado es un gato cualquiera contra un gato cualquiera, ahí te das en Derecho. Donde hay presión mediática, hay presión a las autoridades públicas, a los jueces, a los fiscales, y en los casos en donde hay presión, cuando les haces tomar una decisión precipitada es donde tu contraparte te puede ganar porque una decisión mal motivada por presiones es una decisión bajable.

¿Algo similar a lo que algunos sectores creen que ocurrió en el caso de Karina del Pozo?

En el caso de de Karina del Pozo condenaron a un inocente a 25 años de prisión, el señor Piñas. Yo garantizo que es inocente, a mí los dos asesinos violadores me confesaron que él es inocente, que no hizo nada y fue estrategia jurídica involucrarlo. Todas las pruebas demuestran que es inocente y está preso porque los medios decían “hay una chica muerta, hay que detener a alguien”.

Karina era una chica de clase media, media alta y por eso la gente hizo polémica. ¿Qué pasa si era una chica pobre del Guasmo, a alguien le importaba? ¿Cuántas chicas en el Guasmo o en las zonas rurales desaparecen todos los días y a nadie le importa? Pero esta era una chica que vivía por el Cinemark, que había estado en un colegio privado, y eso influye. Entonces esa es mi crítica a los medios de comunicación, ¿por qué te importan esos casos?

De todos modos esa presión puede ser beneficiosa para impulsar que se aclaren estos casos que son de interés de todos.

Puede que esa presión sea beneficiosa porque acelere a Fiscalía pero también puede perjudicar porque los medios pueden llegar a filtrar información que alerte al que se iba a ir detenido.  

¿Le da miedo llevar adelante este tipo de casos?

Sí me da miedo pero no del anticorreísta o correísta que te pueda gritar o insultar en la calle, yo siento que tengo muchísimo respaldo, he manejado bien mis casos. Yo le tengo miedo al Estado.

Le tengo miedo a que me pongan droga en el carro y que salga que soy consumidor y vendedor de cocaína. Eso me da miedo.

No me da tanto miedo por mi familia, no creo que se vayan por ahí. Sí me da miedo algo que se ha hecho en el régimen de Rafael Correa y la gente no lo sabe, sí me da miedo que me den una pequeña leccioncita y me den una paliza en la calle por meterme con ellos, que me muelan a palos, que me rompan todas las costillas.

No creo que lleguen a matarme pero tengo miedo a las fuerzas de seguridad del Estado y los que ostentaron el poder, al menos en los últimos diez años, llegaron a hacer cosas que nadie se imagina.

Yo puedo decir que en el régimen de Correa volvimos a adoptar las prácticas de León Febres Cordero.

¿Y entonces por qué defiende precisamente a los policías acusados de violaciones a los derechos humanos en el gobierno de Febres Cordero? ¿No le parece eso contradictorio?

Los policías a los que yo he defendido, tengo la certeza de que son inocentes. Yo defendí a un policía en el caso de la ejecución extrajudicial de Arturo Jarrín. Mi cliente era el segundo al mando pero conforme dijeron todos él no participó en el operativo. Yo sí considero que lo ejecutan extrajudicialmente a Jarrín, no niego eso pero no pueden arrastrar a policías que fueron inocentes.

Al que lo hizo, procésenlo pero no al que no lo hizo. Fui abogado de otro policía que está en servicio activo, por la ejecución de Zoila Amada Suárez, la madre del Niño del Terror. Mi cliente llevaba dos días en el GIR y le llevaron a ese operativo para que se entrene y le pidieron que se quede cuidando la puerta.

Después de todos los testimonios se compró que mientras disparaban y moría la señora, mi cliente nunca vio nada porque estaba vigilando que nadie venga por el otro lado. No he defendido a nadie que sea culpable en estos casos.