Estimado Guillermo:

[dropcap]P[/dropcap]ermítame presentarme, aunque en otras ocasiones ya nos hemos visto, mi nombre es Cristina Villagómez, soy orgullosamente ecuatoriana, orgullosamente activista LGBTI, orgullosamente liberal, próximamente abogada. Milité para el movimiento CREO por casi tres años sin afiliarme hasta que, hace menos de dos meses decidí apartarme oficialmente del movimiento. Para ser honesta, yo creí. Creí que de llegar usted a la presidencia, tendríamos un modelo económico que promueva la libertad. Creí que de llegar usted a la presidencia, se comenzaría a ver, por primera vez en la historia del país, un Estado no invasivo donde las personas decidirían con quién se casan, cómo constituyen sus familias, cuántos hijos tendrán, si los quisieran tener. Creí que de llegar usted a la presidencia, tendríamos un gobierno responsable, respetuoso y coherente. Creí que de llegar usted a la presidencia, patrocinaría las causas que solo buscan la igualdad ante la ley, aunque esas causas no se aferran a sus íntimas convicciones. Creí que usted era liberal, como lo soy yo. Aunque todavía creo que mucho de esto es posible, me surgen dudas, sobre el cómo y por eso, en este espacio, le escribo algunas dudas que no expresé antes.

Para escribir esta carta abierta, he revisado, nuevamente, los principios del movimiento y sus declaraciones ya que su plan de gobierno aún no se encuentra disponible ni en la página del partido ni en su sitio oficial.

  1. Un millón de empleos.

Cuando leí que había propuesto la creación de un millón de empleos, me sorprendí. Pensé: “bueno, veamos cuál será la estratégia”. Entonces llegué a las seis claves para que su plan se viabilice. Usted planea eliminar 12 impuestos, no tributos, crear incentivos tributarios para la contratación, crear zonas francas, firmar acuerdos de cooperación con países serios, atraer 10 millones en inversión extranjera y dar mil millones de dólares en créditos a agricultores al 1% de interés con 30 años plazo. Magnífico, maravilloso, colosalmente bello su plan. Mi pregunta es ¿cómo lo va a conseguir? No es que dude de su capacidad como empresario y como ser humano pero me gustaría que vayamos por partes y analicemos cómo realizará sus promesas y que estas no solo sean demagogia de campaña.

a) Sobre las reformas tributarias de su plan.

Su discurso ha girado en torno a suprimir, eliminar o modificar impuestos. Veo que varios políticos hablan de lo mismo, al parecer las ideas liberales se han plasmado parcialmente hasta en quienes no son liberales, lo cual me alegra. Usted, como presidente, desea eliminar 12 impuestos, crear incentivos fiscales, generar zonas francas. Sin embargo, en el tercer principio de su movimiento, dice:

“Creemos en el Estado de Derecho, como principio que nos recuerda que las leyes deben proteger a los ciudadanos de todas las agresiones, tanto privadas como públicas, y precisamente por ello los gobernantes deben someterse al derecho y actuar dentro de sus límites. Sostenemos que nadie, ni siquiera una mayoría, puede menoscabar los derechos fundamentales de las personas. Y sostenemos que nadie está por encima de la ley.”

Usted, como representante de CREO, supongo que mantiene estos principios como propios. Uno de los pilares fundamentales del Estado de Derecho es la división de poderes. El artículo 120 numeral séptimo de la Constitución de la República establece la famosa reserva de ley. Este pequeño numeral dice que la Asamblea Nacional es la única que podrá crear, modificar o suprimir tributos por medio de la ley, sin menoscabar las atribuciones que la misma ley les confiere a los Gobiernos Autónomos Descentralizados. Por lo tanto, siendo el representante de un movimiento que cree en el Estado de Derecho y todo lo que esto significa, supongo que también le preocupa que la mitad de su plan no depende de usted, sino de la Asamblea. Sé que está consciente de esta realidad y por lo tanto le pregunto: ¿cómo va a lograr todos los cambios que se propone con respecto a tributos si esos cambios no están entre sus posiblemente próximas facultades?

b) Sobre atraer 10 millones de dólares como inversión extranjera y los acuerdos con países serios.

Para atraer inversión es fundamental generar confianza en los que vienen a invertir.  Para generar confianza es necesario tener seguridad jurídica, honrar las deudas ya obtenidas, integrarse al mundo del que nos aislamos. Entonces, ¿qué hará con las deudas adquiridas con China que superan los ocho mil millones de dólares? ¿Las revisará? ¿Las renegociará?

Los acuerdos que propone son con Estados Unidos, Japón y otras potencias.  Por lo que dice el principio sexto del movimiento CREO, ustedes creen en una economía libre, donde el desarrollo proviene del intelecto y creatividad, supongo que estos acuerdos de alguna forma eliminarán la restricción de importaciones de bienes que se producen en el Ecuador. Lo cual me parecería estupendo, si realmente lo hace. El progreso viene de la mano con la  competencia, no obstante queda claro que en el país muchos productores nacionales no desean competir con productores internacionales y prefieren mantenerse cómodos con el apoyo que les da una restricción.  Sobre esta propuesta, quiero saber: ¿estos acuerdos se realizarán en base a qué materia? ¿Importación y exportación de materia prima? ¿Firmará acuerdos que no sean positivos para su imagen política pero favorezcan a la economía?

c) Sobre el crédito para el sector agrario.

Mil millones de dólares a 1% de interés y a 30 años plazo. Vaya, vaya, vaya. Impresionante cifra. Con relación a esta propuesta, tengo tres preguntas tan puntuales como espero sean sus respuestas: ¿de dónde saldrán los fondos para este crédito? ¿Será el Estado quien conceda estos créditos? ¿Este fondo de mil millones estará disponible desde el primer día de su mandato o uno, dos, tres, cuatro años después?

2. Sin Ley de Comunicación.

Recuerdo la primera vez que lo escuché decir que eliminaría la Ley de Comunicación, sentí auténtica felicidad.  En lo personal, esa ley me ha dado más migrañas que la sabatina.  Una sociedad no debe tener leyes para comunicarse. Si una persona emite información falsa, amarillista, de poca calidad, pasa una cosa: pierde credibilidad.  Tener una ley de comunicación es pensar que los ciudadanos no tenemos capacidad de discernir entre lo que nos satisface o no y que lo que elegimos es equívoco, que tal vez deberíamos escuchar a Bach en lugar de ver Combate —no hay conducta más elitista que el pensar que quien no tiene gustos de snob es ignorante—, o que simplemente nuestro criterio no basta.  Además, en este país, ya lo sabemos todos los que no estamos a favor del régimen: la Ley de Comunicación no solo se ha utilizado para plantar o tratar de plantar una televisión, radio y prensa al gusto del actual primer mandatario, sino para amedrentar y callar las voces disidentes, aunque, esto también le gusta.  

Si bien estoy de acuerdo con su propuesta, quiero saber cómo lo va a lograr.  Nuevamente, el artículo 120 de la Constitución establece que es la Asamblea la que expide, codifica, reforma y deroga leyes, no el Presidente. Otra forma sería tal vez declarar la ley inconstitucional iniciando una acción pública de inconstitucionalidad de la ley ante la Corte Constitucional.  Sinceramente estas dos vías son altamente complejas y ninguna dependería de usted. ¿Qué hará?

3. Derechos de las personas GLBTI, nuestros derechos.

No estoy aquí para preguntarle si va a patrocinar el matrimonio civil igualitario o la adopción igualitaria, porque la respuesta ya la sé. No, usted no lo hará y no entiendo por qué.  Sí estoy aquí para preguntarle: ¿por qué no?  

Entre los principios del movimiento que usted representa, se afirma  que CREO entiende que el país es diverso en regiones y población y propugnan el respeto a esa diversidad.  Supongo que su respeto no solo se propugna para las diversas etnias y culturas del país, sino para los que pertenecemos a la diversidad sexual también.  

Otro gran cimiento del Estado de Derecho es que todo ciudadano está sometido a la ley y todo ciudadano es igual ante los ojos de la ley. ¿Yo soy igual a usted ante los ojos de la ley?  No, no lo soy.  Nuestro estado es tan invasivo que se ha tomado la absurda atribución de decirme que no me puedo casar si me enamoro de una persona que legalmente el estado no admite. Nuestro estado es tan invasivo que se ha tomado la atribución de fijar una moral con relación a la constitución de la familia.

Tengo el honor de conocer a algunos de sus asesores: son brillantes, creativos, abiertos, diversos. Yo conocía desde el principio su postura con respecto a los derechos de la comunidad LGBTI, sin embargo cuando conocí a sus asesores, pensé que un hombre que se rodea de tanta diversidad reconocería la importancia de la misma. Pensé que un hombre que tiene a personas de la comunidad cerca, no sería homofóbico. Y, ¿sabe qué? Yo sé que usted no es homofóbico.  Creo que usted está tratando de corresponder a un sentir mayoritario que quiere mantener el status quo. Creo que debe respetar los principios que usted mismo suscribe como representante de CREO, eso de “Sostenemos que nadie, ni siquiera una mayoría, puede menoscabar los derechos fundamentales de las personas”. Mis derechos, los derechos de la comunidad, del conglomerado, del colectivo del que soy parte no dependen de lo políticamente correcto, ni de lo que todos quieren y tampoco dependen de su aprobación. Dependen de un cambio constitucional que promueva la igualdad ante la ley, y nada más.  Y por más que no es usted quien podría labrar ese paso evolutivo, sus comentarios muestran que en realidad no es liberal, como yo creí.  Liberal es quien cree en la libertad en todo ámbito, no solo en el económico y político, sino también en el social. Sus opiniones son las de un candidato que de llegar a la presidencia marcará la política pública, en materia de derecho de la comunidad LGBTI, en economía, en todo sentido y me preocupa que de lo que puedo ver, sus creencias saldrán de la puerta de su casa y entrarán a la mía. Me esperaba más de un hombre que cree en el Estado de Derecho.

Algunos militantes de CREO me han dicho que esto es un tema de prioridades, primero rescatemos la economía y la democracia, después todo lo demás.  Esto no tiene sentido y espero que su respuesta no gire entorno a este argumento pues los derechos de la comunidad LGBTI no excluyen el desarrollo económico. Se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo, sin problema.  Espero que si usted no lo cree, la bancada de CREO en la Asamblea sí lo haga.  

Yo respeto su religión y sus creencias, pero solo quiero recordarle, si usted llega a ser presidente, también será mi presidente. Espero que se preocupe por representarme a mí y a mi comunidad. Si usted llega a ser presidente, su muy respetable opinión personal, no podrá pasar de eso: opinión personal.

Mi pregunta es corta y sucinta: ya sé que usted no apoya nuestra lucha por ser iguales ante los ojos de la ley, pero, ¿por qué no?

4. Andrés Páez.

El señor Páez, su actual binomio, es la cara de algunas marchas que se dieron en Quito. Su voz ahora es sinónimo de resistencia y lucha contra el poder. Su presencia también es sinónimo de inestabilidad. CREO, Izquierda Democrática, CREO, swing, swing, swing. Entiendo que los binomios deben estar constituidos por miembros de Sierra y Costa, este factor es casi una kábala en la política nacional. También entiendo que un gobierno de calidad debe ostentar un gabinete de calidad, y eso puede más que cualquier kábala. Y solo quiero saber, ¿por qué elegir a un hombre bailarían como Paéz —en cuanto a sus cambios de partidos— y no a una mujer, coherente, constante, honorable y pulcra, como Mae? Si a usted le importan las ideas, la ideología, los principios, ¿por qué elegir a un binomio que va de izquierda a derecha?

Señor Guillermo Lasso, he visto que usted dice que todo se soluciona con empleo y he visto que, en muchas ocasiones, sus respuestas a las preguntas que le ponen incómodo son inconclusas.  No todo se soluciona con empleo y ya es momento de responder corto, conciso, al grano. Por eso le escribo esta carta, con tantas preguntas, yo solo quiero saber si, en caso de votar por usted, mi voto está dirigido a una persona que le importan los fines y los medios, que es realmente el cambio evolutivo y no tiene intenciones de ser un monarca de derecha, pues para satisfacer esa pesadilla está Nebot.  

Estaré atenta a su respuesta.

Un cordial saludo,

Cristina Villagómez Vera