Siempre me ha fascinado cómo la memoria funciona de manera distinta en cada persona. Me atrae, en especial, la memoria implícita que almacena las cosas que tratamos de no recordar. Este tipo de memoria es a la vez inconsciente y no intencional. Este tipo de memoria es conocida como la no declarativa porque no podemos invocarla conscientemente. La mayor parte de nuestra infancia se almacena y creo que la fotografía es uno de los mejores medios para traer de vuelta esos recuerdos olvidados.

Hace algunos meses encontré en mi casa una vieja caja llena de diapositivas y un proyector. Empecé a revivir recuerdos remotos de mi infancia que había olvidado completamente. Caí en cuenta de que lo diferente que es lo que recuerdo a lo que realmente pasó. Después de unas horas de observar estas diapositivas, dos quedaron atrapadas accidentalmente y se proyectaron al mismo tiempo. Me pareció que no sólo era hermoso visualmente sino que era la mejor forma de representar visualmente mi infancia: la mayor parte de las cosas que recuerdo son distorsionadas y muchas de ellas ni siquiera existen. Con estas imágenes quiero mezclar la realidad y la imaginación para representar mi infancia de manera visual.

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