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Una cronología de los movimientos estudiantiles en el mundo

 

Los movimientos estudiantiles movilizan al mundo. Desde mediados del siglo XX, grupos de jóvenes han llamado la atención de las sociedades y los gobiernos más represivos. Han luchado contra el racismo, se han negado a morir en la guerra, han exigido el acceso a la educación y al trabajo, han rechazado decisiones políticas. La protesta estudiantil ha propiciado importantes cambios durante los últimos sesenta años.

Cuando hablamos de movimientos estudiantiles es necesario recordar el Mayo Francés, la Primavera de Pekín o la Noche de los Lápices en Argentina, que  sin duda reconfiguraron los paradigmas de los movimientos de izquierda, que en principio reconocen a la juventud como la reserva moral contra la injusticia. En octubre de 2014 se cumplieron cuarenta y seis años de la Matanza de Tlatelolco, una de las represiones más sangrientas de la historia de los movimientos estudiantiles. El elemento que ha dado cohesión a estos grupos es la acción colectiva, que según el sociólogo italiano Alberto Melucci, es un conjunto de conductas conflictivas en un sistema social, que implica la construcción de la identidad o la afirmación de ella.

El movimiento estudiantil se integra al malestar colectivo en contra de las políticas del sistema, y encuentra el vínculo de pertenencia en la oposición a los gobiernos. El escritor y filósofo ecuatoriano Juan Montalvo lo sentenció: "Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar al tirano". Salvador Allende, ex presidente chileno, decía que ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica.

El descontento de los jóvenes se encausa en la organización social o civil donde se formalizan los canales de toma de decisión: la familia, la iglesia o la escuela. Actualmente, el uso de redes sociales y las Tecnologías de la Información y Comunicación, caracteriza la capacidad de convocatoria de los movimientos estudiantiles, demostrando el peso de sus reclamos. Los movimientos estudiantiles le toman el pulso a las promesas del gobierno y mantienen vivas las utopías de un mundo menos desigual.