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 ¿Es un cómic de superhéroes, políticos y grandes corporaciones la metáfora que necesitamos para entender lo que sucede en la realidad?

En Guayaquil, Gustavo Arguello bosqueja escenarios, dibuja personajes, colorea, anima. En Quito, Eduardo Varas imagina la historia, escribe el guión, borra, vuelve a escribir, busca el tono adecuado. Los dos trabajan en un proyecto al que llaman Crónicas Metahumanas, un motion comic que involucra personajes con superpoderes, corporaciones que los controlan, políticos con aun más poder y una terrible sociedad burocrática.

 

Gustavo y Eduardo acomodan su tiempo para sacar adelante este proyecto personal. Trabajan por las noches, los fines de semana, los feriados y cuando la obsesión por la suerte de Doc Escafandra –el protagonista de la historia– los despierta de madrugada. A través del chat revisan avances y nuevas ideas: las secuencias, la música, los puntos de giro en la historia, y se dan recomendaciones para mejorar el proyecto.

Arguello y Varas son dos geeks que siempre fantasearon con crear un cómic. Están enamorados de esa idea, e invierten tiempo libre y dinero propio· “Lo hacemos ‘por amor al arte”, me explica Varas. Será una serie de cuatro volúmenes de doce capítulos de siete minutos cada uno. Cuatro ya están escritos y uno está en la etapa final de la producción. El proyecto avanza gracias a esa misteriosa conexión que se parece menos a ser compañeros de oficina y es más cercano a la amistad. Si no se hubieran conocido, cada uno seguiría fantaseando por su lado.

Los metahumanos tienen superoderes con los que protegen a las personas y defienden a la humanidad. Un día se darán cuenta de que sus habilidades no sirven de mucho, cuando los verdaderos poderosos son las grandes corporaciones y los políticos. Doc Escafandra irá a prisión. ¿Por qué? Habrá que esperar hasta el estreno de la serie. La historia no transcurre en un país específico, no es Ecuador, tampoco un universo paralelo. Pero existen elementos que resultan familiares: una sociedad occidentalizada, sudamericana, la política y la determinante figura de un presidente.

En este mundo, los metahumanos son una especie de guardia privada permitida por la Ley. Son empleados de una corporación y no usan sus poderes fuera del trabajo. Para contratar sus servicios, se debe llamar a una central telefónica y pagar. Ser superhéroes es lo único que saben hacer y con eso se conforman: así son aceptados en la sociedad. Detrás, hay un entramado de corrupción ligado al poder político, y un sistema que ha convertido a unos cuantos en garantes de la seguridad y la ‘paz’. El Volumen Uno de Crónicas Metahumanas desarrolla una conciencia sobre el poder que tienen estos personajes. Esta es la historia de cómo ese sistema se desbarata. Los clientes de sus servicios se cuestionarán si los metahumanos pueden ser peligrosos. La respuesta: surgirán villanos.

 

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En una conversación a propósito de Crónicas Metahumanas, Eduardo Varas me dice “Gustavo es el geek mayor”. Él, en cambio, es el geek menor.  Gustavo Arguello es un fanático de los cómics, sobre todo los producidos por DC Comics; de ahí que sus personajes con superpoderes se llamen ‘metahumanos’ y no ‘mutantes’ (así se los conoce en el mundo Marvel). Se dedica a la ilustración, la dirección de arte y de comerciales, de videos y está detrás del proyecto de televisión web deleplay.tv, que transmitirá la serie.  Eduardo Varas es narrador y periodista, escribe sobre música, literatura, política. Para este proyecto, aunque le gusta el cómic, se asienta sobre todo en la ciencia ficción, en películas como las de Paul Verhoeven: el fascismo intergaláctico de Starship Troopeers, la corporativización de la seguridad en Robocop. Lo suyo va por tomar esos elementos para hablar de lo que somos y lo que sucede en la realidad. Considera a la ficción como la mejor manera de reflejar situaciones y problemas sociales más profundos. “Creo que esa idea de quién me puede proteger puede crear distorsión alrededor de quién y cómo me pueden proteger: Quién vigila a los vigilantes”, me explica en un café en Quito.

Es la primera vez que Varas escribe un guión para cómic, antes ya lo hizo para televisión, pero es un proceso distinto. Implica no estirarse mucho en el tiempo, el reto es condensar, algo que le cuesta: “Porque tiene límites temporales y de acción, tiene que pensar bien qué anticipa y qué no en cada capítulo”. Cuando le pregunto cómo logró el tono adecuado, contesta que le costó pero no lo atormentó,  le tomó tiempo hasta que lo encontró en cierta oscuridad, en un pequeño gesto de uno de los personajes,  como un efecto mariposa.

 

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Crónicas Metahumanas estará en Internet en los próximos meses. Aún no se sabe cuándo, pero quienes quieran estar al tanto de las novedades, la serie tiene cuentas en  Twitter y Facebook. Además, en su blog se podrá acceder a material adicional, como el periódico del mundo donde transcurre la serie, con textos sobre la historia personal de Doc Escafandra. La trama, el conflicto, el condumio del guión, todavía son un secreto y está bien guardado en los archivos privados de estos dos creadores guayaquileños hasta que se estrene (o una maléfica corporación los infiltre y los haga públicos).