Un recuento gráfico de un show improvisado en el metro
Invierno, 11:30 de la noche, estación de metro de Union Square, sur de Manhattan. Después de diez horas y al menos cien cuadras, mi mente y mis pies sólo querían llegar a la cama.
Hasta que camino al andén, me cruzo con el performace de Omar.
Detener a los neoyorquinos es difícil. Más aun casi a medianoche y con -4ºC en la calle. Divertirlos ya es más mérito que presentarse en varios grandes teatros del mundo, y cautivarlos raya en lo imposible.
Pero estas fotos demuestran cómo la energía, calidez de un ser humano libre puede cambiarle el ánimo y el humor a esta despiadada ciudad gris, más gris aun en invierno, pero con estos destellos de arcoiris en donde menos te lo esperas.
Eso me encanta de NYC, de la gente que la mueve. Te asombra hasta los huesos cuando menos te lo esperas…
¡Gracias al maravilloso Omar!