Quito no siempre sabe dejar ir
"En las veredas de Quito aparecen objetos que parecen no pertenecer a ningún lugar: sillones empapados por la lluvia, retretes cansados de tanta cagada, televisores que ya no encienden."
Cruce de rieles
"Aunque el tren ya no rueda sobre la línea férrea, aún perturban el sueño de sus durmientes el paso de cientos de personas"
Cómo se escribe Quito en piedra, hierro y bronce
"De cóndores y ciclistas, de guerreros y bañistas: la ciudad se piensa en formas."

Gente escampando
El impredecible clima de Quito, retratado.
Las cruces sobre la Simón Bolívar
La avenida quiteña, la más peligrosa del país, es un viacrucis de infinitas estaciones, donde hay que rezar para que sus muertos encuentren el camino a la vida eterna.
Un verano en el parque quiteño
Los parques no solo dan aire; dan sentido. Son el recordatorio de que la vida urbana no puede reducirse al trabajo, al tráfico, al apuro.
El gran chuchaqui de La Foch
"La burocracia mojigata de las horas zanahorias y los domingos abstemios y todos sus sucesores nunca supieron qué hacer con un sitio donde se cruzaban demasiadas vidas."
Bienvenidos a las cloacas
"Un sitio mil veces visto desde lejos, sin saber qué es, cómo es y que solo se descubre en su real dimensión cuando se pisa".
Portales con dientes de metal
"Pequeños colmillos que brotan al pie de las vitrinas, de las cenefas, de los muros bajos donde uno podría sentarse a mirar la calle o a esperar que pase el frío."
Primitivos e inútiles brackets de hierro y concreto
"Estructuras aparatosas que prometieron soluciones mientras ignoraban la incomodidad humana."
Mi otro yo soy yo
El maquillaje drag (o cómo ser fabulosas sin pedir permiso)
Las mujeres que curan la envidia
“Una botica de plantas”














