Contar con agua potable, limpia y segura es “una bendición” para Flora Marquez, agricultora y ganadera de los verdes páramos andinos del cantón Pucará, al suroccidente de la provincia de Azuay. Para ella y su esposo, Camilo Eras, que habitan en la comunidad San José de la Betania por más de 30 años, su vida y las oportunidades de desarrollo dieron un giro a su favor cuando desde hace 8 meses se implementó un sistema que provee de agua potable a las familias de estas zonas rurales. Acceder a este derecho universal fue posible gracias a Ayuda en Acción, organización internacional, experta en la gestión social del agua. Por eso, este 2024 asumieron el RETO 10K , una iniciativa que proveerá de agua potable a 10 mil personas más en zonas rurales y vulnerables de Ecuador.
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Antes, en San José de la Betania el agua era transportada por tubos artesanales desde una fuente natural hasta sus hogares, pero según Flora, el agua llegaba con basuras, olores, colores y, al no ser tratada, siempre corrían el riesgo de consumir agua contaminada. El esposo de Flora, a quien todos conocen como don Camilo, es el presidente de la Junta Administradora del Agua Potable de la Betania. Él junto a Ayuda en Acción unieron esfuerzos para organizar a la comunidad y trabajar en conjunto para acceder por primera vez a su derecho al agua limpia, segura y potable.
Los beneficios y oportunidades de esta intervención se perciben desde el día uno, según Flora, hoy tienen agua para todo. Esto no era posible antes porque debían priorizar los usos entre comer, bañarse, lavar la ropa, tener huertos y demás necesidades.
La misión de crear oportunidades
Para Ayuda en Acción, quien lleva trabajando más de 37 años en Ecuador, el agua es una oportunidad de desarrollo para las comunidades porque permite que el tiempo y los esfuerzos que las personas antes dedicaban para recolectarla, ahora los puedan emplear en sus jornadas de trabajo. Además les permite organizarse mejor como comunidad, prevenir enfermedades y proteger sus fuentes de agua a través del cuidado medio ambiental.
Precisamente, construir un mejor presente y futuro para las personas en situaciones vulnerables son los cimientos de esta organización que nació en España y se extendió a nueve países de América Latina y está presente en 19 países del mundo. En Ecuador, han construido y rehabilitado, en los últimos 5 años, más de 120 sistemas de agua potable asegurando así el abastecimiento de este recurso para más de 27 mil familias de zonas rurales. “Para nosotros el agua no sólo es un derecho sino también una oportunidad de desarrollo”, explica Carlos Hernández, Director Nacional de Ayuda en Acción en Ecuador.
Asegurar un suministro continuo de agua potable, no sólo representa más salud, desarrollo y bienestar sino que también fortalece a las comunidades y sienta las bases para un futuro más sostenible y próspero.
Un nuevo reto y 10 mil oportunidades
Ayuda en Acción junto a Sumar Juntos, iniciativa de la empresa privada, asumieron el RETO 10K para enfrentar los desafíos históricos del país e impulsar el desarrollo de las comunidades. Esta propuesta aspira a construir 19 sistemas de agua potable en Azuay, Carchi, Cotopaxi y Morona Santiago, en 20 meses, con el objetivo de brindar acceso a agua potable a 10 mil personas de 21 comunidades rurales.
El Reto 10K fue presentado el pasado 21 de febrero de 2024 en un conversatorio llamado “Oportunidades que Cambian Vidas”, en el cual participaron beneficiarios de otros sistemas de agua construidos por Ayuda en Acción, la empresa privada a través de Sumar Juntos, y el Embajador de la causa de Ayuda en Acción, Roberto Manrique, quien instó a las empresas, gobiernos locales y ciudadanía en general a sumar esfuerzos para que el agua potable llegue cada vez a más personas en el país de forma sostenible, “El Reto 10k es un hito histórico para el Ecuador, por eso nos involucra a todos” mencionó.
Un proyecto indispensable para un país en el que el 50% de los hogares rurales viven sin acceso a agua limpia y segura, lo que impacta directamente en su salud y sus oportunidades de desarrollo.
En Ecuador, el 36,7% de niños menores de cinco años están consumiendo agua contaminada con heces fecales. Esa es una de las principales causas de la desnutrición crónica infantil, condición que marca sus futuros de por vida. En Morona Santiago, una de las zonas a ser intervenida por el Reto 10K, los niveles de contaminación del agua ascienden al 70,2% y la desnutrición crónica afecta al 25% de niños y niñas de 2 a 5 años.
Frente a esta realidad, el RETO 10k es una promesa de equidad para las personas de la ruralidad ecuatoriana. Pues, este proyecto no solo se enfocará en la construcción de sistemas de agua, sino que impulsará el empoderamiento comunitario y la sostenibilidad de los sistemas de agua a través de la gobernanza comunitaria. También, se aplicarán acciones medioambientales claves como el cercado y reforestación de zonas de recarga hídrica, capacitaciones sobre el cuidado del agua y para el fortalecimiento de las Juntas Administradoras del Agua.
Ayuda en Acción, a través de su compromiso con el acceso a agua limpia y segura, aborda además y de forma integral cuestiones de género, medio ambiente e intergeneracionales. Su iniciativa clave, la Escuela Nacional del Agua, es un espacio de formación, tanto presencial como virtual, para las Juntas Administradoras de Agua Potable y de Riego. Este programa de formación les brinda las habilidades necesarias para administrar, operar y mantener sistemas de agua potable, asegurando así la sostenibilidad del líquido vital.
Un componente esencial de esta iniciativa es el software SAPRA (Sistema de Administración de Agua Potable y Riego), una herramienta tecnológica que facilita una gestión transparente y técnica del agua. Desde el registro de usuarios hasta la facturación y control de consumos, SAPRA es una herramienta creada por Ayuda en Acción para optimizar la administración y el acceso justo y sostenible del agua en comunidades rurales del país.
A través del mejoramiento de la calidad de vida y la salud de miles de personas en comunidades olvidadas por generaciones, el RETO 10K es un paso hacia el desarrollo integral. En un plazo de 20 meses, esta iniciativa marcará un hito histórico para convertir el acceso al agua potable en miles de oportunidades.
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