Nelson Muñoz es un académico chileno, consultor y experto en Gas, Electricidad y Energías Renovables. Él es uno de los panelistas invitados al evento de Electricidad y Energías Renovables organizado por Seminarium, el jueves 15 de junio de 2023, en Quito. En esta entrevista explica por qué la transición energética es urgente. 


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Muñoz cuenta la experiencia de Chile como modelo para América Latina y el mundo. Explica que la región afronta retos, pero también oportunidades, para migrar hacia energías renovables, limpias y sostenibles. 

Además, cuestiona las exigencias que los países más desarrollados ponen sobre los países en vías de desarrollo cuyas economías dependen, mayoritariamente, de combustibles fósiles como el petróleo.

El mundo funciona con una matriz de energía que depende en un 82% de los combustibles fósiles que generan el 73% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se habla de que es urgente una transformación energética masiva y radical. ¿Qué implica esta transformación?

Este es uno de los mayores desafíos que haya enfrentado la humanidad y tiene que ver con la necesidad urgente de abandonar los combustibles fósiles porque el planeta se está calentando. 

Es una necesidad del planeta. No es una necesidad de los países desarrollados o subdesarrollados. Es algo que nos incumbe a todos. 

Esa transición significa la urgente necesidad de disminuir las emisiones de los gases efecto invernadero y sabemos que la energía es la principal fuente de estos gases que están provocando el cambio climático. 

Lo que estamos enfrentando es una situación que no ha ocurrido durante el tiempo en que el Homo Sapiens ha estado en el planeta, es completamente nuevo. Los niveles de CO2 a los que vamos a llegar en los próximos 20 años, dicen algunos diez años, será el mayor nunca experimentado por el número de especies que hoy habitamos en este planeta.  

El desafío, entonces, es abandonar los combustibles fósiles, sin embargo, estos han sido la fuente de energía que ha generado esta civilización. 

Nos han permitido tener energía abundante,  barata, sin restricciones y desarrolló no solamente la industria de los hidrocarburos, sino también de todos los minerales sintéticos asociados a los hidrocarburos. 

Es decir que son parte de nuestra vida diaria; tienen que ver con la alimentación, los fertilizantes, los plásticos o la fibra sintética de mi chaleco y mi camisa. Sin embargo, tenemos que abandonarlos.

Estamos hablando de que se transformarían las formas de vida a las que ya estamos acostumbrados y hablamos de una transformación masiva y radical ¿Qué implica que sea masiva y radical?

El término radical tiene que ver con la necesidad urgente de dejar de extraer hidrocarburos, de dejar de extraer una materia prima que es abundante, variada y que genera beneficios a la humanidad. 

Esa es la raíz de lo radical, vamos a tener que tomar la decisión de dejar los hidrocarburos en el subsuelo y reemplazarlo por otras tecnologías que, muchas de ellas, aún están en ciernes. 

Es radical porque la sociedad tiene que tomar la decisión de prohibir el uso de combustibles fósiles. Esa transición ya comenzó, por ejemplo, en Europa hay países donde se prohíbe el uso de diésel. 

Es radical porque es una decisión que va a implicar tomar medidas para abandonar el uso de una materia prima que es abundante, barata y que genera beneficios de corto plazo, pero que a largo plazo nos puede producir la extinción. 

Las energías renovables juegan un papel muy importante ¿cómo se involucran en esta reducción de la dependencia de combustibles fósiles?

Abandonar los combustibles fósiles es un desafío y las opciones dependen de qué área de la economía estamos hablando. Pensemos en lo que significa la matriz energética de un país, en cuál es la fuente de energía primaria, en qué usamos para mover la economía y hoy día, fundamentalmente, vienen del petróleo.

El petróleo, el carbón y el gas natural son materias primas con las que producimos otro tipo de energía, por ejemplo, para mover un auto, producir electricidad o calor.  Entonces, el primer desafío es pensar con qué podemos reemplazar esas fuentes de energía primaria como el carbón, el petróleo y el gas. 

Otra fuente no renovable no es posible porque eso es lo que estamos combatiendo. Hay opciones como una batería con la que cambiamos la materia prima: dejamos de usar el petróleo y utilizamos electricidad. Construimos esa batería con fuentes no renovables como metales y ahí tenemos otro problema 

¿Para cuántos años más tendremos metales? Estamos reemplazando un producto no renovable que emite emisiones de gases efecto invernadero por otro en base a metales que también no son renovables, pero que no emiten gases. Por lo tanto, aquí la decisión es reemplazar lo más conveniente para la necesidad urgente y el desafío que tenemos hoy día. 

Por otro lado, el petróleo o gas natural también lo usamos para producir electricidad, en esa parte de la economía ¿cuáles son las opciones? Sabemos que la luz solar se puede transformar en electricidad, entonces la electricidad que producimos por gas, carbón o petróleo puede ser reemplazada por una fuente que es renovable absolutamente como la energía solar.

energía solar

Paneles de energía solar. Fotografía de Pexels.

La energía eólica —se obtiene del viento— también es otra opción para el caso de la electricidad donde podemos reemplazar parte de la energía secundaria que usamos para mover nuestra economía con una fuente renovable. 

La geotermia, por ejemplo, que es el calor de los volcanes que tienen ustedes -Ecuador-, ese calor se puede usar para producir calor o, en condiciones especiales, para producir electricidad y eso también es renovable. 

Otra opción es la energía hidráulica, pero esta tiene impacto ambiental, ¿cuánto estamos dispuestos a impactar para tener esa fuente de energía que es limpia, barata pero genera impacto en la biodiversidad? 

¿Cuáles son las fuentes de energía renovable más viables y prometedoras en América Latina?

Hablemos de Chile como un ejemplo en el mundo. Chile tiene potencial que se ve reflejado en que estamos iniciando la transición energética de una manera muy acelerada y tienen que ver con la necesidad de reemplazar la dependencia de los hidrocarburos fósiles. 

La matriz primaria de energía de Chile depende en un 70% de carbón, petróleo y gas natural. No así la matriz eléctrica, esta tiene hoy día un 60% de renovables. 

Entonces, la pregunta es ¿cuáles son las opciones para países como nosotros? Chile tiene un desierto con una radiación de las más altas del mundo y es seco, por lo tanto es muy predecible saber cómo se comporta la energía solar durante el día: las 24 horas del día, los siete días a la semana y los 365 días del año. 

Podemos decir que existen cierta cantidad de horas al año donde en el desierto de Atacama sí o sí hay disponibilidad de energía solar y por lo tanto sí o sí hay disponibilidad de energía eléctrica.

En Ecuador hay un potencial hidroeléctrico muy alto. De hecho la matriz eléctrica de Ecuador es fundamentalmente hidroelectricidad. 

La pregunta es cuánto de la electricidad se usa en la matriz primaria , cuánta de esa electricidad se usa para mover los autos, buses o trenes. 

La matriz primaria de energía de Ecuador es más del 90% petróleo.  Están indexados al petróleo y además producen petróleo que es una fuente de riqueza también. Entonces ¿por qué tendrían que reemplazarlo? 

Esa es la radicalidad de la que hablábamos anteriormente. ¿Cómo el resto del mundo puede pedir a un país como Ecuador, que tiene una riqueza petrolera, que abandone la explotación? 

A menos que tenga alternativas más económicas y más limpias, no se le podría pedir eso. 

Esa es la decisión lineal que está haciendo Chile en este momento abandonar la dependencia de hidrocarburos por una necesidad. 

No necesariamente porque Chile sea un país que se organiza y planifica a largo plazo, más bien porque se enfrentó a situaciones de un día para el otro en el que no teníamos hidrocarburos. 

Entonces pienso en esos desafíos que enfrenta la implementación de energías renovables en la región. ¿Cuál es su visión al respecto?

Tiene que ver primero con la necesidad de que el país transversalmente tome un decisión de largo plazo. En el caso de Chile se tomó la decisión de no depender de la fuente de suministro de petróleo y gases de Argentina. En Argentina hay oleoductos y gasoductos que cruzan la cordillera pero de un día para otro se acabó ese suministro y se tuvo que tomar una decisión.  

Una de las decisiones fue abrirse al mundo y buscar otras fuentes alternativas y eso fue transversal. Eso se decidió por el año 2004 y esa política se ha mantenido: diversificar las fuentes de energía, no depender de una sola fuente de energía, además se hizo una gran inversión en construir una planta de licuefacción de gas natural,  regasificación de gas natural licuado para traer gas de cualquier parte del mundo, si era necesario. 

Después se tomó otra decisión: aumentar el consumo de electricidad en Chile con fuentes renovables. También hubo un acuerdo transversal: facilitar que las energías renovables pudieran participar de la matriz eléctrica, por ejemplo.

Lo que ha tenido Chile es eso,  todo un espectro político que está de acuerdo con que la energía es un factor crítico porque las grandes yacimientos mineras necesitan suministro energético 24/7. Hay una serie de situaciones que favorecen este acuerdo transversal. 

¿Cuál es el estado actual de las políticas y regulaciones relacionadas con la energía renovable en los países latinoamericanos?

 Yo le doy la mirada de la industria, puede que esté sesgado. Visto desde la industria, lo que ocurre en países como Chile donde existen las condiciones para que el capital internacional se mueva, invierta y gane dinero. Esa es la primera condición base. 

Por lo tanto, cuando ocurra eso no tienen que haber subsidios a fuentes de energía alternativa. La remuneración que obtienen las empresas por sus inversiones está dada por el beneficio que produce una inversión y la rentabilidad de esa inversión en valores internacionales. Por ejemplo, todo el valor de la energía acá se transa en dólares y se transa con referentes mundiales. 

Así el precio del petróleo está indexado al precio del Golfo de México o sea cuando el precio del petróleo varía allá, el precio de la gasolina en Chile también varía. La licitación de suministro eléctrico, que son inversiones que hacen las compañías privadas, se cobran en dólares, por lo tanto es una moneda dura estable. El marco regulatorio también es muy claro y estable. 

El primer eslabón, que es la generación, es libre. Cualquiera puede entrar, no hay restricciones para inversión, no hay subsidio a la inversión y hay un marco regulatorio que define que el suministro de las necesidades de electricidad de largo plazo están dadas por licitaciones públicas internacionales en dólares, con acuerdos macro muy estables para que las compañías inviertan y produzcan electricidad al precio más barato posible. Entonces no hay restricciones.  

En la región hay muchos subsidios cruzados. El Estado define de acuerdo a su conveniencia qué tecnología desarrolla. 

El Estado subsidia cierta parte de la economía y cuando hay ese subsidio en muchos casos, el subsidio depende del tipo de gobierno que está en el poder y sabemos que en América Latina los gobiernos cambian de distintos signos y por tanto en un escenario donde no es regulado en base a acuerdos internacionales. La inversión se focaliza.

En Chile, por ejemplo, en los últimos años ha habido alrededor de 20.000 millones de dólares de inversión en energía renovable, lo que es, creo que el modelo más atractivo del mundo para invertir en energía renovable. Es porque tiene ese marco. Lo segundo es que hay una hoja de ruta transversal acordada por la sociedad.  

El tema acá es de todos de todos nuestros países ¿qué energía renovable tenemos cada uno? Yo creo que aquí la solución no es única. 

¿Se van a ir adaptando?

Sin duda, la transición de Ecuador tiene que ser con una mirada de largo plazo, con un acuerdo consistente, pero el gran desafío que tiene Ecuador es abandonar el petróleo como fuente de energía primaria.

En un segundo nivel, maximizar el uso de la energía hidráulica porque tienen un potencial. ¿Cuánto están dispuestos a sacrificar y eso lo tiene que definir la sociedad en su conjunto con grandes discusiones y acuerdos. Para allá vamos. 

¿Cómo se están desarrollando los proyectos de energía renovable a gran escala, como parques eólicos y plantas solares, en la región?

Es relativo. Podría decir que el gran ejemplo es Brasil que ha maximizado el uso de la energía de la energía hidráulica, pero ¿cuál es el costo social? Hace algunos años se estimulaba maximizar el uso de más fuentes de energía hidráulica, pero ¿cuál es el costo medioambiental de eso? Yo creo que ahí hay un desafío importante para todos los países latinoamericanos. 

De todos los países latinoamericanos, los países que tienen menos hidrocarburos son Chile, Uruguay y Paraguay. Dependemos exclusivamente de la importación, todos los otros producen algo. Uruguay va en un camino también a maximizar el uso de energías renovables y tiene un acuerdo de largo plazo. También va en dirección a ser independiente de los combustibles fósiles.

En el caso  de Argentina, está en la disyuntiva de maximizar la extracción de Petróleos con fuentes no convencionales y gas no convencional, una gran riqueza, versus la necesidad de abandonar los combustibles fósiles. 

Bolivia es un exportador de combustibles fósiles y tiene potencial ¿cómo se le puede pedir a Bolivia que abandone los combustibles fósiles? Perú también tiene un potencial de hidrocarburos, tiene una planta de licuefacción,  exporta hidrocarburo y es lo mismo ¿cómo se le puede pedir que migre hacia lo renovable?

Yo creo que lo que está pasando es que aquellos países que tienen la necesidad urgente de no depender tanto de la incertidumbre que significan los precios de los hidrocarburos en los precios internacionales, migren hacia fuentes renovables. 

Ese es el motor en Sudamérica. Colombia también es un país productor de hidrocarburos, pero también está implementando una política de energía renovable eólica y solar bastante eficiente y que está trayendo mucha inversión. 

En Centroamérica hay países como El Salvador o Nicaragua que tiene potencial geotérmico, ellos podrían maximizar ese uso y también va a depender de la capacidad que tengan de atraer inversión dado que la experticia local es limitada. 

Entonces en cada país los desafíos son particulares y enfrentamos decisiones muy similares en términos de lo que es el contexto mundial.

energías renovables

Las turbinas eólicas, una de las energías renovables que están en auge. Fotografía de Pexels.

¿Invertir en energía renovable puede traer beneficios ambientales pero también económicos?

Sin duda. Hoy día la energía eólica o solar son más baratas. La energía eléctrica es más barata que la energía producida con petróleo, con gas natural y con carbón. Hay un problema que es un desafío y una oportunidad. El problema es que son variables: si oscurece y llega la noche, no hay energía solar y por lo tanto tenemos que solucionar eso con almacenamiento de energía y hacerlo es caro. 

La energía eólica varía también en el tiempo. Entonces cuando hay energía eólica y solar necesitamos almacenar esa energía para los momentos en que no sopla el viento y cuando no hay sol y eso es caro. 

En el caso de Ecuador tiene la particularidad de que la hidroelectricidad es una batería porque una represa almacena energía, ese es el rol muy bueno que tiene la energía hidráulica y es barata y es predecible, tiene muchos beneficios, por eso una de las primeras grandes industrias que se desarrollaron a nivel mundial fue la hidroelectricidad. 

Si usted mezcla energía solar con hidráulica tiene 100% energía renovable limpia y más barata que si lo hace con gas natural, petróleo o carbón. La pregunta es ¿cuánto estamos dispuestos a tolerar como impacto al medio ambiente? 

Además de estos ¿cuáles son los desafíos técnicos y de infraestructura que se deben superar para integrar eficientemente las energías renovables en los sistemas eléctricos de América Latina?

Claramente hay muchos desafíos, tecnológicos y de conocimientos. Por ejemplo, si se quiere ir reemplazando los hidrocarburos.

Primero hay que aumentar la fuente de electricidad, hay que producir más electricidad, hay que cambiar las redes de distribución, hay que estar adaptados a que la gente enchufe su auto y lo cargue a una determinada hora o que  esté cargado cuando lo quiera. 

Eso requiere grandes cambios tecnológicos en toda la matriz eléctrica, requiere de mucha inteligencia tecnológica, de nuevas tecnologías,  Requiere de  gente experta que pueda manejar la variabilidad y de un manejo centralizado de todo el sistema: sistemas computarizados para que las fluctuaciones de la demanda sea proveída por fluctuaciones de la oferta también. 

Imagínense si toda la gente a las siete de la tarde llega a la casa y enchufa todos los autos. O sea hay que preparar el sistema y eso requiere de nuevas tecnologías, nueva regulación y desafíos del conocimiento experto. 

¿Cuál es la importancia de la participación de comunidades locales y pueblos indígenas en el desarrollo de proyectos de energía renovable en la región?

Muy relevante, es fundamental. Nosotros principalmente en América Latina hemos visto el impacto que ha generado la industria al desplazar comunidades, sobre todo, comunidades autóctonas, locales. 

Las han desplazado sin preguntarles o han hecho que un río vaya en una dirección en otra sin decirle a la gente. 

Entonces eso yo creo que llegó a su límite, la gente no está dispuesta a tolerar tipos de desarrollo impuestos de esa manera. La gente, por el avance que ha tenido en la sociedad, por el avance de las comunicaciones, está empoderada y está dispuesta a decir no más.

 Se opone en distintos niveles, también a nivel internacional. Entonces hoy día es una necesidad que cualquier proyecto que intervenga la naturaleza o intervenga zonas donde hay comunidades establecidas se logre un acuerdo anterior al proyecto. Hoy la sociedad no está dispuesta a aceptar esas imposiciones y requiere acuerdos. 

Nelson Muñoz

Nelson Muñoz dice que la experiencia de Chile con la transición ecológica es un modelo para América Latina y el mundo. Fotografía cortesía de Nelson Muñoz.

El 8% de la población mundial se encuentra en América Latina y apenas el 7% de las emisiones de carbono provienen de esta región del planeta. ¿Cómo se comparan los avances en energía renovable en América Latina con otras regiones del mundo?

Ese dato es relevante. Por eso me pregunto por qué el mundo desarrollado le puede exigir a Ecuador que abandone una fuente de riqueza, que si tiene esa fuente de riqueza produce cambio a nivel global. 

El impacto comparado con lo que han hecho los países desarrollados para llegar a su punto de desarrollo es marginal.  Y entonces se da esa contradicción de exigirle a los países en vías de desarrollo que abandonen una fuente de riqueza sin darles un beneficio o una compensación.

Cuando dicen que al Amazonas no hay que tocarlo. Sí, claro, pero hay gente en Brasil que se muere  de hambre porque tienen su sustento en el Amazonas. Entonces, ¿cuál es la compensación del mundo desarrollado?

Hoy China es el principal país contaminante del mundo seguido por Estados Unidos, Europa, Canadá, Japón.¿ A título de qué ellos nos pueden exigir a nosotros que estamos en vías de desarrollo que asumamos los costos de no usar una materia prima que es fuente de riqueza? 

Tiene que haber compensaciones y eso pasa por una mesa de discusión internacional donde se va a tener que debatir. ¿Por qué? Porque los europeos, por ejemplo, van a empezar a prohibir los combustibles fósiles, pero al mismo tiempo están grabando las emisiones de CO2. 

Imaginen que los camarones que cultivan en Ecuador con una lancha que usa diesel ahora van a tener que incluir en su catálogo la cantidad de CO2 que emitieron para producir ese camarón y exportarlo al país que lo consume. Por ese hecho, le van a poner un impuesto que va a encarecer el producto y perjudicar al país. 

¿Cuál es esta importancia de la cooperación, de ir uniendo como esfuerzos para como región encaminarnos hacia hacia esta migración? 

El potencial base de todo esto es que hablamos el mismo idioma, es fácil comunicarnos entre nosotros. Yo creo que ese es un activo que deberíamos explotar mucho más para ir compartiendo las experiencias y los errores. 

Para que aquellos países que están en una etapa menos avanzada en toma de decisiones pueden beneficiarse de los errores cometidos de otros países y eso requiere ámbitos de conversación multilateral más frecuente tanto a nivel gubernamental como a nivel de empresa como a nivel de sociedad. 

Estos foros, como el evento de Electricidad y Energía Renovables de Seminarium, creo que benefician la discusión para compartir datos, experiencias y avanzar de manera más coordinada. 

En muchos casos somos fronterizos también por lo que hay soluciones compartidas y eso a diferencia de lo que ocurre en Europa, no lo hacemos en Sudamérica. Al contrario, somos países independientes en política, en regulación, en estrategia.  

Entonces entre más nos coordinamos, más nos podemos beneficiar. 

¿Por dónde empieza esta discusión regional?

Yo creo que lo esencial en esta discusión sobre la transición energética es que los pueblos logren acuerdos transversales. Para hacer un gran esfuerzo para que esta transición sea decidida por todo el espectro político. Que no sea parte del debate coyuntural, del debate de corto plazo, el debate de sacar oportunidades en puntos muy específicos.

Hay que pensar que esto es en beneficio directo de la sociedad y de nosotros mismos independiente de quién esté en el poder, el resultado es el mismo y las consecuencias son las mismas. 

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