¿Quién fue Santiago Gangotena, fundador de la Universidad San Francisco?

“Cuando comenzamos la universidad, en la casita de la avenida 12 de Octubre, la cocina era el laboratorio de física y química”, solía repetir Santiago Gangotena, una y otra vez, en cada evento, celebración o aniversario de la Universidad San Francisco.

Era una manera de siempre recordar cómo había empezado el centro de estudios superiores, que más de una vez ha conformado la lista de mejores universidades del mundo. 

Santiago Gangotena murió atropellado por un bus el 21 de abril de 2023, a pocos metros del campus universitario, en el valle de Cumbayá. La fiscalía abrió una investigación del caso. 

Santiago Emilio Gangotena González nació en mayo de 1945 en Quito. En su perfil de Twitter se describía como “fundador de la Universidad San Francisco de Quito, amante de la libertad, buena cocina, los libros y el diseño”. 

Su hijo llamado Santiago José es profesor en la San Francisco. Con 75 años, en diciembre de 2021, Santiago Gangotena se casó, en una controversial boda, con la ex reina de Quito Macarena Valarezo, con quien tenía 27 años de diferencia. 

La “San Pancho», el apodo de la universidad, informó sobre su muerte la noche del 21 de abril con un correo a la comunidad educativa, y un comunicado en sus redes sociales. En el correo, escrito por Diego Quiroga Ferri, actual rector de la USFQ, lamentan el fallecimiento de Gangotena y expresan su “solidaridad y cariño a toda su familia y amigos”. 

Formación académica y experiencia 

Santiago Gangotena en su oficina, entre 1988 y 1992, en la casita de la 12 de octubre. Fotografía de la historia de la universidad en la página oficial de la USFQ.

El académico quiteño terminó sus estudios secundarios en el Colegio Americano de Quito como el mejor graduado en la especialización de físico-matemáticas. Hizo su primera exhibición de pintura a los 18 años, según su perfil en la página de la universidad.  

Según el mismo perfil, estudió en Estados Unidos y obtuvo el máster en física nuclear en la Universidad de Auburn, Alabama, y posteriormente un doctorado en Resonancia Magnética Nuclear en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. En la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) consta su licenciatura en física por la universidad de Auburn y su PhD en filosofía con mención en física. 

Su perfil universitario también menciona que “debido a sus intereses en filosofías de Oriente inició un centro de meditación y de yoga”. Fue profesor de varias universidades en el Ecuador y en el extranjero por más de 30 años y escribió varios artículos sobre ciencia y educación. 

En 1988 fundó la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), la primera totalmente privada en el país, junto a un grupo de intelectuales y empresarios ecuatorianos y extranjeros. En el mismo año, también fue cofundador del Colegio Menor San Francisco de Quito, la escuela secundaria de la USFQ. 

En 1996 recibió el título de doctor honoris causa de Kalamazoo College, Michigan, la primera universidad de programas internacionales del mundo. En 2009, la Universidad de Carolina del Norte le dio el “Distinguished Alumnus Award”, el más alto honor que la universidad entrega a sus ex estudiantes por “sobresalientes aportes a la humanidad”. 

En 2012 recibió la Condecoración “Federico González Suárez” otorgado por la Federación de Cámaras de Comercio de Ecuador, al mérito educativo en reconocimiento “al aporte a la educación de la juventud”. Entre 2015 y 2018 recibió al menos dos reconocimientos más por su aporte a la educación del Ecuador. 

Gangotena también fue articulista en el diario El Comercio y Hoy. Escribió los libros El cuarto Estado de la Mente, La Meditación; Bitácora de la Cocina Vegetariana, y fue coautor de la tercera traducción del Tao te Ching—libro clásico chino. 

Además creó empresas en las ramas de edición, diseño gráfico y publicidad. También promovió la construcción La Vía del Sol, una autopista que uniría Guayaquil y Quito. Según una nota publicada por Diario El Universo en mayo de 2003 la idea de construir una autopista que uniría a Quito y Guayaquil en cuatro horas, fue propuesta por la Universidad San Francisco de Quito en 1996. 

Gangotena había explicado al diario que profesionales de la universidad trabajaron en los estudios, basados en fotografías satelitales, para encontrar las rutas por donde se podría trazar y construir la nueva autopista. 

También había asegurado que el entonces presidente y vicepresidente, Jamil Mahuad y Gustavo Noboa, respectivamente, no le dieron impulso a la propuesta. Gangotena le habría dicho al diario guayaquileño que Lucio Gutiérrez —el presidente que sucedió a Noboa, quien asumió la presidencia luego de que Mahuad fue derrocado— y sus colaboradores “demostraron interés en ella, incluso antes de la campaña”. 

Fue así que en mayo de 2003, cuando Gutiérrez era Presidente, firmó un decreto para crear la Corporación Autopista Vía del Sol, que se encargaría de los estudios finales de la obra.

No obstante, según otro artículo en el mismo diario, el expresidente en una sesión solemne de aniversario de la provincialización de Bolívar dijo que el proyecto de nueva carretera se renombraría como “Autopista de la Integración Nacional”. Sin embargo, no hay información pública de qué sucedió con dicho proyecto.

Su más grande sueño y legado

La emblemática casita de la 12 de octubre donde inició la Universidad San Francisco en 1988. Fotografía de la historia de la universidad en la página oficial de la USFQ.

La Universidad San Francisco de Quito fue el “sueño más loco” de Santiago Gangotena, como él solía decir. La fundó a través de la Corporación de Promoción Universitaria que creó en 1980, con su cuñado Jorge Landívar Mantilla. 

Según la historia universitaria que aparece en la página web de la USFQ y fue escrita por el mismo Gangotena, “en 1972 tuve un sueño: crear una universidad en el Ecuador”. El académico escribió que mientras realizaba sus estudios para el doctorado en física en Estados Unidos comenzó  “a diseñar una universidad basada en mi experiencia, la filosofía educativa de las universidades estadounidenses, las Artes Liberales”. 

Para aterrizar la idea, el fundador menciona que se juntó “con varios amigos, Ari Casper, Sylvia González, Jean Pierre LeGoff y Peter Jones”, quienes hacían sus posgrados en la Universidad de Carolina del Norte y Duke University “en las áreas de artes, medicina, humanidades y ciencias sociales respectivamente”. 

El académico narra que su padre, Emilio Gangotena, le ofreció “unos terrenos en el sector de Calderón” —al norte de Quito— para empezar el proyecto como un centro de investigaciones entre Ecuador y Estados Unidos. En el relato, Santiago Gangotena escribió que mientras vivía en el extranjero, su padre le mandó una carta a él y su hermana Margarita que decía: “han desperdiciado sus vidas estudiando y no hay nada concreto”. 

Según lo relatado por Gangotena, eso no cambió sus objetivos y los hermanos hicieron sus doctorados; él en física y ella en comunicación. Luego, cuando regresó al país entre 1976 y 1977, empezó a poner en marcha su idea.

En la historia cuenta que para el diseño del proyecto se juntó con académicos y empresarios ecuatorianos. Entre ellos destacan Doris Cashmore de Mantilla, Bruce Hoeneisen, Miguel Vallejo y Carlos Montúfar. 

En sus palabras, de la historia oficial colgada en la página web, el sueño se hizo realidad en “una casita en la Avenida 12 de Octubre y Salazar con 132 padres de familia que se arriesgaron poniendo a sus hijos a formarse con unos 12 dedicados y reconocidos profesores a tiempo completo”. 

En 1992, 88 estudiantes se graduaron en la primera ceremonia de la universidad en el Teatro Sucre. “Sin título oficial”, decía entre risas Gangotena cuando recordaba esta anécdota con los estudiantes. Esto porque la USFQ fue oficialmente reconocida por el gobierno ecuatoriano en octubre de 1995, y acreditada por el Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada en mayo del 2001. 

La universidad que ahora cuenta con más de nueve mil estudiantes sigue la filosofía de las Artes Liberales. Esta plantea formar a los estudiantes en distintas áreas del conocimiento y no solamente en su área de estudio. Según la universidad, el objetivo es “formar individuos librepensadores, innovadores, creativos y emprendedores”.

Uno de los distintivos de la universidad son las distintas becas que ofrece a los estudiantes de excelencia y aspirantes que cumplan con los requisitos y con el proceso de aplicación. Cada beca da un distinto porcentaje de descuento; hay seis tipos de becas. 

Las de excelencia para estudiantes destacados, las de concurso que ofrecen las distintas carreras, culturales, para aspirantes de Artes Musicales, deportivas para deportistas jóvenes destacados a nivel nacional, las de honor para abanderados, portaestandartes y escoltas proclamados en el año académico en curso. Y finalmente, las de Cumbayá para aspirantes que no vivan en Pichincha. 

La Universidad también tiene un programa de becas de diversidad étnica para promover que personas indígenas, afroecuatorianas y “de otras minorías vulnerables”, que demuestran méritos académicos y deseos de superación para contribuir al desarrollo científico, social, económico y cultural, puedan estudiar. 

Un personaje con los estudiantes

A Santiago Gangotena no le gustaba que sus estudiantes lo llamen profesor o doctor, siempre pedía que le llamen por su nombre. Fotografía de la cuenta oficial de Flickr de la Universidad San Francisco.

Al fundador de la universidad no le gustaba que le dijeran profesor, doctor o profe. Incluso se molestaba si alguien le decía así. Pedía que siempre le digan Santiago. Siempre recalcó que la relación entre alumno y profesor debía ser «de tú a tú» para dejar esos formalismos de lado. Aquí todos estamos aprendiendo, decía. 

Al caminar por los pasillos de la universidad siempre se lo veía muy elegante, su ropa bien planchada y nítida. Una camisa que combinaba con la leva y el pantalón, al igual que los zapatos y el pañuelo en el bolsillo de la leva. 

Se rumoreaba que al lado de la garita del guardia, en la entrada principal de la universidad —en la calle Diego de Robles— tenía su propio armario con los ternos. “De ley hay más de tres mil dólares en ropa ahí”, bromeaban los estudiantes. 

Efectivamente se veían ternos de alta calidad colgados en múltiples tendederos de la pequeña bodega desordenada. Sin embargo, cuando fui estudiante, nunca pregunté si esos ternos eran del fundador. 

En una fotografía que Macarena Valarezo posteó en su cuenta de Instagram de su boda con Gangontea, se lo puede ver a él usando un sherwani, una prenda larga usada en Asia Central y del Sur, de color azul marino con hojas largas bordadas dorados. El sherwani tiene seis botones en diagonal que unen el abrigo. 

En otra fotografía, publicada en el Diario Extra, se puede ver al fundador junto a Valarezo, posando sonrientes ante la cámara al salir de un auto clásico antiguo de color negro con beige. 

Santiago Gangotena no estaba libre de polémicas. Más de una vez fue criticado por estudiantes y personas de la sociedad civil por comentarios considerados de derecha, elitistas, machistas, racistas e inclusive algo homofóbicos. Estos los hacía en entrevistas o discursos en la universidad. 

Más de una vez utilizó el término longo. “Si este longo me trata a mí de usted es un longo cualquiera, pero si me trata de tú, es mi pana” dijo en un tour que hace la universidad a los estudiantes que van a ingresar a la institución. Longo es una palabra que se usa en Ecuador de forma despectiva para referirse a una persona de la Sierra o de origen indígena.

A pesar de este tipo de comentarios considerados racistas, gran parte de la comunidad universitaria lo recuerda con mucho cariño. Anamaría Garzón, alumni y profesora del Colegio de Comunicación y Artes Contemporáneas de la USFQ, recuerda a Santiago como una “persona brillante y compleja”. 

La docente le dijo a GK que aunque públicamente sus palabras fueran controversiales, “en la universidad, puertas adentro, desbordaba entusiasmo, curiosidad y generosidad”. 

Cuenta que Gangotena “se emocionaba con los logros de los colegas y estudiantes”. No le gustaban las jerarquías y que para acercarse a él no era necesario llenar formularios ni seguir procesos oficiales, dijo Garzón. 

“De alguna forma, en la USFQ aprendemos a convivir con las diferencias, nos sentamos en la misma mesa aunque pensemos de formas completamente distintas. Escucharnos, tal vez sin coincidir, pero escucharnos. Ese es parte del legado de Santiago en la universidad”, comenta la docente.

Muchos estudiantes y profesores han lamentado en redes sociales y chats universitarios la muerte de Santiago. Esa persona seria y elegante que usualmente te la podías cruzar por los cuadrantes —el patio principal de la universidad— la laguna, el puente al Paseo San Francisco o el hall principal. 

Hace un par de años, mientras pasaba por el puente que conecta la universidad al  Hayek —la extensión de la universidad en el centro comercial Paseo San Francisco—vi al fundador parado de cabeza frente al mini market Oki Doki. “¿Por qué?”, pensé a pesar de que no estaba tan sorprendida porque había escuchado que solía hacerlo seguido. Durante muchos años practicó yoga y esa, al parecer, era una postura que dominaba. 

La respuesta a mí por qué fue sencilla: un estudiante le había preguntado si era verdad que “se podía parar de cabeza”. A Gangotena no le importó llevar un traje pulcro y bien planchado. No solo le dijo que sí podía, sino que lo demostró frente a estudiantes y otros transeúntes que pasaban por ahí. Tenía 74 años. 

Historias como esta y la de la casita de la 12 de Octubre están grabadas en las memorias de los estudiantes universitarios. Personalmente, no olvidaré lo que me dijo en mi ceremonia de graduación: “No sé quién eres, pero felicitaciones, te deseo muchos éxitos dragona”, como denominan a los estudiantes de la San Francisco porque su logo es un dragón rojo. 

Fuimos más de cuatrocientos graduados en la ceremonia de incorporación de febrero de 2023, la última que él dirigió.

En otro comunicado publicado el 22 de abril la universidad informó a los futuros estudiantes y padres de familia que el evento Be a Dragon BAD —en el que se promocionan las carreras universitarias y clases para colegiales y padres de familia interesados en la USFQ— que iba a realizarse el domingo 23 de abril fue suspendido. 

En redes sociales varias universidades del país, personas destacadas y entidades gubernamentales lamentan la muerte del fundador. La cuenta de la Presidencia del Ecuador escribió: 

Profesores, estudiantes y alumnis de la San Pancho han compartido fotos con Santiago Gangotena y han expresado, en sus redes sociales, sus historias con el fundador. Uno de ellos es Diego Cisneros, director general del Instituto de Biodiversidad Tropical de la USFQ, quien en su cuenta de Instagram escribió su experiencia “de una de las miles de historias de vida que se vieron marcadas por este ser humano que siempre quiso ser buena gente”. 

Desde la noche del 21 de abril hasta la tarde del 22 de abril en Twitter fue trending topic: Santiago Gangotena, Macarena, Universidad San Francisco de Quito, Cumbayá, Dragones por siempre y QDEP.

Despedido por miles

El 23 de abril amaneció con lluvia. Estaba nublado pero a pesar del mal clima, desde las diez de la mañana, más de mil seiscientas personas acudieron a la ceremonia en honor a Santiago Gangotena. 

Las miles de personas acompañaron hasta el final la ceremonia del académico. Fotografía de Emilia Paz y Miño para GK.

“Estoy un poco sobrecogido de ver a tantas personas aquí, tantas expresiones de cariño”, dijo Santiago José Gangotena, profesor de la Universidad que fundó su padre. Al campus universitario de Cumbayá llegaron autoridades, personal administrativo, profesores, ex alumnos, estudiantes, familia y amigos de Gangotena. 

Desde las diez de la mañana, personas vestidas de negro con un toque amarillo—color favorito de Gangotena—se formaron durante dos horas para recorrer los cincuenta metros entre el coliseo de la Universidad—donde empezaba la fila—hasta la tarima decorada, donde estaba el féretro de su fundador. 

La larga tarima tenía seis grandes arreglos florales a los lados, en los cuales destacaban los colores blanco y amarillo. El féretro de madera rojizo tenía otro arreglo encima y estaba en el centro de la tarima. Al lado derecho, en el suelo había más arreglos y ramos de flores amarillas rodeando una fotografía de Santiago Gangotena. 

En la tarima, adelante del Hall Principal de la Universidad, destacaba el color amarillo y blanco. Fotografía de Emilia Paz y Miño para GK.

La ceremonia de despedida empezó a las doce y cinco del mediodía. La dirigió Andrea Encalada, vicerrectora  de la universidad. Intervinieron familiares y autoridades de la institución. 

Macarena Valarezo, viuda de Gangotena, destacó la curiosidad y generosidad de su esposo. “Cuando nos sentábamos aquí, el Santiago me decía, Carlos hablas demasiado, voy hacer honor a ese pedido”, comenzó conteniendo las lágrimas Carlos Montufar, exrector, miembro fundador y amigo cercano de Gangotena. 

En su discurso recordó el año de 1974, cuando se conocieron. Desde entonces, “le acolité en todas sus locuras”, dijo. “No voy a decir Santiago descansa en paz, Santiago sigue jodiendo, gracias”, concluyó. 

Luego de Montúfar que habló, sin discurso escrito, intervino Diego Quiroga, rector de la Universidad San Francisco. “Santiago siempre me decía Diego, tú no hablas muy bien, mejor lee, así que voy a leer”. En su discurso destacó el trabajo de Gangotena en la educación del país, y cómo reiteraba la libertad y que “hay que hacer bien las cosas pero no tomarse muy en serio”. 

A las palabras del rector se sumaron las de Jorge Gómez, ex alumno de la San Francisco. “Hay muchos dragones en todas partes del mundo llevando el espíritu dragón, tú espíritu”, dijo. 

La ceremonia concluyó con un video de la vida de Gangotena. Su féretro salió en los hombros de su hijo  Santiago José, Carlos Montúfar, Diego Gómez y otros allegados hasta la carroza fúnebre, que fue escoltado por dos motos policiales. 

Luego de la ceremonia púbica, familiares y amigos del fundador fueron a una ceremonia privada para despedirse del académico. Fotografía de Emilia Paz y Miño para GK.

La Universidad San Francisco ha suspendido sus actividades académicas previstas para el lunes 24 de abril “como gesto de honra a su memoria”.