El miedo y la inseguridad son los sentimientos con los que conviven los ecuatorianos en su diario vivir y están entre los mayores problemas que enfrenta el país. En la soleada mañana quiteña, a las 7:45, hubo una balacera en la esquina de las avenidas de los Shyris y Naciones Unidas, donde queda un centro comercial de perfil alto y muchos bancos y negocios.

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Según un testigo que vio lo que sucedió, el tiroteo ocurrió porque cuatro delincuentes entraron a un conocido minimarket para asaltarlo. Dentro del local los ladrones habrían golpeado y amarrado al dependiente, pero no han trascendido más detalles de lo que sucedió.

Se conoce que los delincuentes habrían intentado abrir la caja fuerte y, al no poder hacerlo, salieron del local comercial, se subieron a dos motocicletas y dispararon. Mientras esto ocurría, una unidad de la Policía que pasaba por la zona disparó a los asaltantes y en pocos segundos el encuentro se convirtió en una balacera. A pesar del macabro momento hasta el medio día de hoy, 1 de junio, no se han reportado personas muertas pero sí una herida.

Tras el violento acontecimiento, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) cerró la avenida de los Shyris, en sentido sur – norte.

Cifras de violencia en Quito

La violencia en la capital ecuatoriana aumentó en un 11% entre 2020 y 2021. Sin embargo, Daniel Pontón, investigador universitario, explica que las estadísticas de 2020 son engañosas porque en aquel momento apareció la pandemia del covid-19 y  la mayor parte de los ecuatorianos estaban encerrados en sus casas. Como consecuencia los delitos y las denuncias bajaron dramáticamente. Pero el experto asegura que vale la pena comparar las cifras de 2021 con las de 2019. Pontón recalca que aún haciendo esa comparación, las de 2021 aún no superan las de 2019. “En 2021 las cosas se han normalizado o estabilizado”, dice. Daniel Pontón asegura que no hay un cambio significativo en la tendencia de robos comunes en la capital desde 2014, aunque hay un leve incremento. 

Según datos del Ministerio de Gobierno, hubo 1.765 denuncias por robos a domicilios. Mientras que en 2019 se reportaron 2.114, es decir un 16,51 por ciento menos. Con respecto a robos a personas, en 2021 hubo 5.309 denuncias y en 2019, 7083, es decir 25,05 por ciento menos que en el último año. 

La tendencia cambia con respecto a robos a entidades bancarias. En 2019 se reportaron 1.511 denuncias, mientras que en 2021 1538, es decir un aumento de 1,79 %. Uno de los rubros en los que más han aumentado los robos es a carros. En 2021 hubo 1.610 robos a automotores, mientras que en 2019, 1.383. Hubo un aumento del 16,41%.

Pontón explica que la realidad de Quito es típica de Latinoamérica. Es decir, somos una ciudad “acechada por la violencia desde hace varios años”, por lo que es frecuente que hayan robos a domicilios, personas y asalto en las calles. 

Daniel Pontón aclara que en lugares como el sector de Bellavista, donde un joven fue asesinado para robarle el teléfono celular o el minimercado donde hoy ocurrió la balacera son lugares conflictivos y “calientes”, porque se cometen muchos delitos. Sin embargo, las personas tienen la falsa percepción que son zonas seguras porque son céntricas y financieras, pero solo es una falsa percepción de la realidad porque en esos sectores hay un alto tránsito de personas y los delitos se realizan por oportunidad. Es decir, estos delitos comunes son producto de la dinámica propia de la ciudad. 

Pontón también asegura que la percepción de inseguridad no ha cambiado mayormente en los quiteños porque siempre está alrededor del 70%. “Las personas siempre creen que su barrio o su ciudad son inseguros”, dice el experto, que también aclara que aunque esas características no han cambiado, reconoce que ahora los delincuentes son más violentos y eso es lo que preocupa, pero hasta llegar a estos eventos de violencia han pasado muchos años. “Hay más uso de la violencia que dejan lesiones o con intento de asesinatos que asustan mucho a las personas y es uno de los principales problemas”, explica Daniel Pontón.

De la percepción nacional a la local

Daniel Pontón dice que la percepción de inseguridad en Quito pudo haber aumentado por la extrema violencia que se vive en las provincias costeras de Esmeraldas, Guayas y Manabí donde las cifras de inseguridad han aumentado dramáticamente. 

Influyen varios fenómenos que intervienen en la percepción de los ciudadanos y una de ellas es la visión que tenemos a escala nacional, a nivel de país. Es real porque “hay un aumento cualitativo de la violencia” a nivel nacional, dice Pontón.

Otro problema que influye en la percepción de la seguridad son las redes sociales donde se genera una amplificación mediática, que es cuando las personas asocian un problema que pasa en otra parte como que sucede donde está viviendo. 

Como consecuencia, en los ciudadanos se genera un “sentimiento apocalíptico de inseguridad y se cree que todo va para peor. Y en términos generales Ecuador sí está peor que antes” , dice Pontón. Sin embargo, en las ciudades como Quito se lo vive también desde un factor subjetivo que  incide en la realidad local porque “la subjetividad al final se termina convirtiéndo es un realidad”. Es decir, las personas cambian sus patrones de conducta, como salir o no en la noche. 

La concejala quiteña Luz Elena Coloma explica que en la capital ecuatoriana “tenemos una altísima percepción de inseguridad, más que hechos como tales” en comparación a ciudades como Guayaquil.  “Sin embargo no es para minimizar el tema sino más bien para prestarle la atención que merece”, dice Coloma.

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Liz Briceño Pazmiño
Periodista. Ex reportera de GK. Ha publicado en El Mundo (España) y Axios(EE.UU). Es becaria del International Center for Journalists (ICFJ). Máster en Producción, Edición y Nuevas Tecnologías Periodísticas. Cubre migración, derechos humanos y economía.

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