En el día de los inocentes, cada 28 de diciembre, se recuerda la orden del Rey Herodes (Rey de Judea y gobernante de Perea y Galilea), de matar a todos los niños menores de dos años, conocida como la masacre de los inocentes de Belén, en su intento por deshacerse del Mesías, como los cristianos consideran a Jesús, que se supone había nacido por esa época. 

En la actualidad muchos historiadores creen que la masacre no tiene ningún fundamento histórico. Solo se la menciona en el evangelio de Mateo y los expertos sostienen que “puede reflejar una dramatización cristiana de la ejecución de Herodes de sus propios hijos”. 

Aún así, la tradición se mantiene. Los católicos y cristianos practicantes le hacen un homenaje a los más inocentes de todos, los niños no nacidos, según el arzobispo colombiano Monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos en una nota del Vaticano, explica Adriana Carrera, comunicadora social y experta en temas sociales, de familia y religión. 

Pero la fecha se utiliza ahora también para hacer bromas y “pasadas”, ¿por qué? Te lo explicamos brevemente.

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La orden de Herodes y la Fiesta de los Locos

Para entender esto tenemos que hacer un poco de memoria histórica. La orden de Herodes está en el evangelio de Mateo, un recaudador de impuestos romano que —según la mitología cristiana— abandonó su trabajo para seguir a Jesús. 

En el capítulo 2, versículo 16 “Herodes entonces, cuando se vio  burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había averiguado de los magos”, dice el evangelista. “El arqueólogo español Néstor F. Marqué, del sitio web Antigua Roma Al Día, pone en tela de juicio que haya habido una matanza de tal magnitud”, dice Adriana Carrera. 

Por otro lado, esta celebración también es asociada con la “Fiesta de los locos”, que se hacía entre Navidad y Año Nuevo en la Edad Media (el período histórico occidental comprendido entre los siglos V y XV).  

Esta fiesta era celebrada por clérigos jóvenes quienes bebían, comían, jugaban, se disfrazaban, hacían castigos chistosos, cantaban canciones obscenas y sarcásticas y parodiaban a los sacerdotes. El objetivo de esta celebración era mostrar su inconformidad y protestar de manera burlona lo que vivían dentro de las iglesias. 

Para entender un poco mejor esta fiesta, es importante entender que para esta época, los monasterios eran lugares a los cuales se enviaban a los hijos menores de las familias de la nobleza. Estos jóvenes, que no podían aspirar a ocupar los títulos que les correspondían a sus hermanos mayores, eran enviados a monasterios como una forma de asignarles un espacio de poder. “No era propiamente una vida monástica la que ahí se vivía”, explica el experto en historia medieval británica y podcaster Jaimie Jeffers. 

Ahí podría estar el primer origen de las bromas del día. Pero hay un antecedente muy anterior al cristianismo. Los romanos celebraban las fiestas de Saturno (o Saturnales) entre el 17 y el 23 de diciembre. Saturno era el dios de la agricultura y esta celebración, en la que se agradecía por el fin de la siembra de invierno, y coincidían con el solsticio de diciembre. Cuando el cristianismo se volvió predominante y arrasó con las tradiciones paganas, el papa Julio I (que reinó entre el año 337 y 352) hizo coincidir la Navidad con los Saturnales.

En esta fecha se daban regalos —tal como en Navidad. Pero, explica Santiago Andrade, docente investigador y director de la Dirección de Identidad y Misión de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, también se gastaban bromas. “Hay registros en Iberoamérica y en España también sobre jugar bromas el día de los inocentes, pero con trasfondo desde la historia y la antropología que tiene que ver con las saturnales”, dice Andrade. “En el momento en que llega el cristianismo se subsume esa celebración al nacimiento de Cristo como sucedió después en iberoamérica en la conquista con los solsticios y con todas las divinidades”, explica.  

En el Ecuador 

El día de los inocentes es parte de nuestra cultura popular. Santiago Andrade dice que la celebración de este día en el Ecuador “está arraigada dentro de las tradiciones y nuestra verdad, no solo como ecuatorianos sino también como latinoamericanos”. También dice que al hacer bromas y divertirnos salimos un poco de la cotidianidad. “Sacudirnos de ciertos elementos que pueden ser demasiado acartonados o serios”, dice Andrade. 

Según el Ministerio de Turismo del Ecuador, “esta fiesta se celebra en las principales ciudades con máscaras y sátiras, lo tradicional es celebrar con burlas y bromas persistentes desde tiempos de la Colonia”. Dice también que en esta fecha se busca poner en evidencia la inocencia de las personas “a través de bromas y tomaduras de pelo”. En Cuenca se realiza la Fiesta de los Santos Inocentes que va desde el 28 de diciembre hasta el 6 de enero.

En esta fiesta organizan comparsas con música y bailes. Dentro del desfile arman concursos para elegir las carrozas y los disfraces de personajes destacados—generalmente personalidades políticas del país—demostrando su creatividad y originalidad. 

En las provincias andinas de Azuay y del Carchi se hacen fiestas con pregones y desfiles donde la gente se disfraza de diablos y payasos y van bailando por las calles. También hay concursos de carros alegóricos, carrozas y disfraces.

En otros países

En España y algunos países de hispanoamérica se realizan distintas celebraciones tanto religiosas como populares para celebrar este día.

En Guatemala se hace alusiones a la fecha en los centros religiosos. La gente también hace bromas a sus amigos y familiares cuando están despistados, al hacerlo dicen “caíste por inocente”. 

En México lo celebran en prácticamente en todo el país. Las iglesias ofrecen regalos y comida al niño Jesús y en la tarde, las personas se hacen bromas entre sí, que pueden ser ligeras o pesadas y llaman “inocente” al que cayó en ellas. 

En El Salvador la celebran religiosamente en  Antiguo Cuscatlán—departamento de La Libertad—es la fiesta patronal de la ciudad y la gente lleva carrozas o canastos adornados con imágenes de niños, como ofrenda y agradecimiento por algún favor recibido.

En Venezuela, se conoce a la celebración como Los Zaragozas, dura todo el día y hacen un recorrido por la ciudad de Sanare cantando y bailando, van a iglesias y distintos puntos de la ciudad, usan una vestimenta alegórica a la fecha y llevan el cuadro de los Santos Inocentes que lo colocan al culminar la celebración en el altar de la casa de la capitana—persona que tiene la responsabilidad de custodiar el cuadro, inscribe a las personas que se van a disfrazar, cobra su contribución y prepara el café para los participantes en el fin o inicio de la fiesta—. 

En Colombia la gente hace bromas a sus amigos o familia y los noticieros de las 19:00 horas hacen el especial de inocentes donde indican todas las equivocaciones del año.

Finalmente, en Italia, Francia, Alemania, Portugal, Bélgica, Estados Unidos, Brasil, Canadá y otros países celebran el 1 de abril una fiesta similar que es el Fools Day. No obstante, el motivo de esta fecha es para recordar cuando el rey Carlos IX—rey de Francia de 1560 a 1574— cambió la fecha en la que celebraban el Año Nuevo.

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Emilia Paz y Miño
Periodista y fotógrafa. Cubre temas de medio ambiente. También le interesan temas de género y derechos humanos.
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