El deshielo continuará en la Cordillera de los Andes si el cambio climático sigue como hasta ahora. La transición ecológica es una gran alternativa para evitar que estas situaciones empeoren.  El 5 julio de 2021, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, presentó la política pública sobre el medioambiente, e incluyó este término. Incluso se cambió el nombre del Ministerio de Ambiente por Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica. Pero qué significa la transición ecológica. 

El término apareció por primera vez en los años 70, con el informe Meadows, que planteó la necesidad de ir de un modelo de crecimiento a uno de equilibrio global. Es decir, cambiar a un modelo más ecológico y en armonía con la naturaleza.

La transición ecológica, por ejemplo, propone compensar la emisión de gases de efecto invernadero con proyectos de protección del clima como de conservación y regeneración. O  impulsar procesos regenerativos para los ecosistemas, como la recuperación de cuencas hídricas o el control de especies invasoras. Pero eso no es todo. Una transición urgente es dejar el petróleo bajo tierra, y así evitar la quema de los últimos reservorios de combustibles fósiles como petróleo o gas, que emiten gases de efecto invernadero.

En lugar de continuar explotando recursos no renovables, se podría apostar por alternativas como programas de turismo comunitario en la Amazonía como Naku, en territorio sápara, o Kapawi, en territorio achuar. Ambos son amigables con el medioambiente, son fuentes renovables de ingresos económicos y garantizan la preservación de la naturaleza.

Todo este proceso de cambios debe servir para mejorar la vida de todos pero debe empezar por la de los pueblos indígenas de la Amazonía. La mayor parte de estos pueblos viven en condiciones de empobrecimiento y ni siquiera tienen acceso a servicios de calidad como salud o educación.

 Aunque fue una buena noticia incluir el término transición ecológica en Ecuador, todavía no está claro de qué se tratará desde la visión del gobierno de Lasso.