Solo entre 1985 y 2018, más de 440 mil hectáreas de bosque amazónico de Ecuador y Perú fueron destruidas. Esto equivale a 1.500 veces el tamaño de la ciudad de Quito. Para detener esta destrucción, se busca dejar el petróleo y minerales bajo tierra y optar por el turismo comunitario y emprendimientos que sean rentables y responsables con la naturaleza. Por eso, se creó el Plan Bioregional de la iniciativa Cuencas Sagradas.
Esta iniciativa busca proteger a 35 millones de hectáreas de bosques tropicales de la Amazonía de Ecuador y Perú. Sus propuestas incluyen el cuidado del medioambiente, las especies de fauna y flora y mejorar las condiciones de vida de los pueblos y nacionalidades indígenas.
Uno de sus propósitos del Plan Bioregional de la iniciativa Cuencas Sagradas es impulsar la formación académica de los estudiantes y docentes amazónicos. Además de la nivelación preuniversitaria para jóvenes indígenas. En temas de salud, por ejemplo, el Plan Bioregional busca crear programas de alimentación y salud escolar, ampliar el programa Ikiama Nukuri promovido por Fundación Pachamama, una iniciativa que nació en 2006 para ayudar a mujeres achuar durante la gestación, parto, postparto y así disminuir la mortalidad materna.
Esta podría ser una iniciativa para ayudar a los pueblos y nacionalidades indígenas de Ecuador y Perú a tener una vida digna en un ambiente sano. Para que el Plan Bioregional de la iniciativa Cuencas Sagradas se cumpla depende del apoyo del gobierno, la Asamblea Nacional, el Ministerio de Ambiente y otras autoridades que deberían velar por los derechos de los indígenas, que por mucho tiempo han permanecido olvidados.