Hoy, 24 de enero de 2021, es el tercer Día Internacional de la Educación. En diciembre de 2018,  la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó esta fecha para celebrar el papel que tiene la educación en la paz y el desarrollo. Además, en este día se recuerda por qué es un derecho humano y no un privilegio. Se celebra desde el 24 de enero de 2019. Este año, ya que cae domingo, la celebración se pospondrá para mañana, 25 de enero. 

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En 2021, el Día Internacional de la Educación se celebrará mientras el mundo vive una pandemia “que provocó una interrupción del aprendizaje en una escala y gravedad sin precedentes”, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Cada año se escoge un tema en particular para conmemorar en este día. El de 2021, es “recuperar y revitalizar la educación para la generación COVID-19”. Con este propósito, se espera promover el desarrollo de iniciativas para paliar los efectos de la crisis sanitaria en el sistema educativo mundial.

La Unesco anunció que la celebración de este año tiene como objetivo “destacar compromisos y acciones” para protegerla. Entre ellas, aumentar la inclusión de los estudiantes y combatir el abandono escolar. Según datos de la Unesco, 262 millones de niños y jóvenes siguen sin ser educados. Casi 617 millones ni siquiera han aprendido a leer —casi la población total de América Latina y el Caribe.

Este año, la Unesco también se propuso que el Día Internacional de la Educación dé voz a la generación afectada por el covid-19 para que hable sobre sus dudas y aspiraciones para el futuro, al que la organización describe como “marcado por la recesión económica y el cambio climático”. Otro de los objetivos de la efeméride es proteger y aumentar los presupuestos para garantizar este derecho. La Unesco quiere “asegurar” que los paquetes de estímulo y ayuda de los gobiernos apoyen las medidas que faciliten que las personas “más vulnerables” regresen a la escuela.

El covid-19 obligó a que las escuelas, universidades y otros centros de aprendizaje se cierren. Además, detuvo programas de alfabetización y aprendizaje permanente, con el que se actualizan conocimientos. Según cifras de la organización, la pandemia afectó la vida de 1.600 millones de estudiantes en más de 190 países. Por eso considera necesario desarrollar programas para reducir el impacto de la pandemia.

En marzo de 2020 creó la Coalición Mundial por la Educación, una plataforma creada para proteger este derecho durante “esta interrupción sin precedentes”. Desde ese momento ha reunido a 140 socios que vienen de otras agencias de la ONU, la sociedad civil, la academia y el sector privado. Los miembros de la Coalición discuten sobre conectividad, profesores, género y causas y hechos específicos, como la explosión en Beirut en agosto pasado.

En octubre de 2020, ocho meses después del inicio de la pandemia, la Unesco convocó al Encuentro Mundial de la Educación. En el evento, los representantes de más de 70 países respaldaron una declaración que se comprometía a proteger su financiamiento. Un comunicado de la organización dice que también se empezaron a “esbozar” las medidas que adoptarán hasta finales de 2021. Entre ellas, tomar las medidas necesarias para reabrir las escuelas, capacitar a los profesores y priorizar su desarrollo profesional.