Gustavo Larrea Cabrera ha sido parte de la historia ecuatoriana por décadas. En 2020 anunció su candidatura a la presidencia por el movimiento Democracia Sí, que él mismo creó en 2015. El 14 de agosto de 2020, dijo en Twitter que aceptó la candidatura presidencial porque sabría “que es posible devolverle a las familias ecuatorianas un gobierno libre de corrupción”. 

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La inscripción del binomio de Gustavo Larrea y Alexandra Peralta fue la primera aceptada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) el 24 de septiembre de 2020. El CNE dijo que según la documentación presentada, “los postulantes no incurren en las prohibiciones e inhabilidades previstas en la ley”. Además, la institución dijo que el binomio cumple con los requisitos para ser candidatos establecidos en la Constitución, el Código de la Democracia y el Reglamento para la Inscripción y Calificación de Candidaturas

Larrea nació en Quito en 1956. Su padre, Hugo Larrea, fue ministro de Educación y de Gobierno de José María Velasco Ibarra. Según Larrea, en 1972 —cuando empezó la dictadura de Guillermo Rodríguez Lara— su familia se exilió a Venezuela. En ese país, Gustavo Larrea terminó el bachillerato y empezó a estudiar Derecho en la Universidad Católica en Caracas. 

Cuando regresó a Ecuador en 1977, empezó a estudiar Sociología en la Universidad Central, pero no tiene ningún título registrado en la página web de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT). No hay resultado para ninguno de los datos de identificación de Larrea. 

Por 12 años, Larrea utilizó dos números de cédula. En 1979, después de regresar de Venezuela, obtuvo el número 170384794-5 y cinco años más tarde, en marzo de 1984, obtuvo otra cédula con el número 170594021-9. Larrea usó los dos números desde 1990 hasta 2002, cuando el Registro Civil se dio cuenta de la doble numeración y canceló el documento emitido en 1984. En 2006, Larrea lo reactivó y empezó a usar otra vez la cédula que terminaba en 9. 

En 2009, el director general del Registro Civil de ese momento, Fernando Navia, dijo que era legal que haya anulado el primer número y reactivado el segundo porque la ley del Registro Civil “favorece el libre albedrío” de los ciudadanos. Navia dijo a los medios que el error se debía a fallas técnicas porque hasta 1990 el ingreso de los datos era manual. El exdirector general creía que Larrea era solo uno de los miles de casos con errores que se trató de corregir en el Registro Civil. Actualmente Gustavo Larrea utiliza 170594021-9 como su número de cédula, el que obtuvo en 1984. 

En su juventud formó parte del Frente Revolucionario Estudiantil (FER), la organización juvenil del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), junto al actual presidente Lenín Moreno. Según Larrea —en una entrevista para la revista Mundo Diners, aunque Moreno estudiaba Administración Pública, los unió “la lucha en las calles contra la dictadura militar”. 

Con el FER, dice Larrea, pararon Quito durante 21 días durante la guerra de los Cuatro Reales en 1978. Las manifestaciones empezaron cuando el Consejo Superior de Gobierno decretó que se incrementara 40% el precio del transporte público. Los estudiantes, obreros y pobladores de los barrios de Quito salieron a las calles para rechazar la medida. Según Larrea, la consigna del Frente durante la guerra de los Cuatro Reales era “Democracia sí, dictadura no”. Hoy, la primera parte de esa frase es el nombre del partido político que dirige y al que representará en las elecciones de 2021. 

Durante el gobierno de Jaime Roldós, en 1980, Gustavo Larrea se incorporó a la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (Aldhu). Un organismo internacional no gubernamental, que “impulsa la lucha por la construcción, defensa, promoción y observancia de los Derechos Humanos y la democracia en América Latina y el Caribe”, según una de sus páginas web.

En la Aldhu, según Larrea, fue el director de proyectos para los países andinos. Dijo que trabajó con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para crear la iniciativa Amazónica para visibilizar a la región y sus pueblos. Larrea dice que hicieron una enciclopedia que incluía a 374 pueblos de Brasil, Perú, Colombia, Ecuador, las Guayanas y Venezuela. 

Además, dijo que dos de sus objetivos con la Aldhu fue lograr que declaren a la Amazonía como área protegida y reserva de la humanidad y que recibieran a los pueblos indígenas para visibilizar sus problemas. En 2019, en una entrevista con Mundo Diners, dijo que por esos logros ganó el Premio Mundial de Derechos Humanos en 2002. Sin embargo, no encontramos información que certifique que Larrea ganó el galardón o que un premio con ese nombre existe. 

El que sí existe es el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, un reconocimiento otorgado por la organización cada cinco años. El único ganador ecuatoriano es monseñor Leonidas Proaño en 1988 —el mismo año que ganó Nelson Mandela. Proaño fue uno de los principales miembros de la Aldhu y amigo de Larrea, pero en el reconocimiento no se menciona su nombre. 

El candidato a la presidencia dijo en la entrevista de Mundo Diners que durante la década de los 80 participó en “cambios legislativos importantes”. Entre los que destacó la reforma de la Ley de Seguridad Nacional que consideraba que tener pelo largo para los hombres era un delito, lo que él llamó “una barbaridad”. Según Larrea, en esa época también trabajó en la creación del primer colegio bilingüe de quichua y castellano que funcionó desde Carchi a Loja, con la modalidad de autoeducación (los profesores iban a las comunidades semanalmente para reunirse con los estudiantes). 

Fue diputado entre 1994 y 1996 por la Acción Popular Revo­lucionaria Ecuatoriana (APRE), un partido social democrático liderado por el Frank Vargas Pazzos, un exmilitar y político ecuatoriano. Vargas Pazzos fue detenido en marzo de 1986 por el delito de sublevación, por la paralización de la Base Aérea Eloy Alfaro en Manta después de acusar al Ministro de Defensa, Luis Piñeiros, de irregularidades en la compra de un avión. Fue liberado en 1987, después de que militares, seguidores de Vargas Pazzos, secuestraron al presidente León Febres-Cordero en la Base Aérea de Taura hasta que firmó la liberación de Vargas Pazzos. Según Larrea, la APRE nació después de los eventos de 1986 y 1987. Vargas Pazzos fue candidato a la presidencia en 1988, 1992 y 1996 por la APRE y en 2002 se lanzó a la vicepresidencia por el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE). 

Entre 1996 y 1997, Gustavo Larrea fue subsecretario administrativo del Ministerio de Gobierno y Policía, cuando Frank Vargas Pazzos era el titular del Ministerio, durante el gobierno de Abdalá Bucaram. Lenín Moreno también trabajó como director administrativo del Ministerio de Gobierno en esa época. Larrea explicó que trabajaron en el gobierno de Bucaram porque varias fuerzas que participaron en las elecciones de 1996 —incluyendo al APRE, de la que eran parte— decidieron apoyar a la organización que pase a la segunda vuelta. Cuando Abdalá —del PRE— ganó la presidencia, miembros de otras fuerzas políticas de la alianza empezaron a trabajar en su gobierno. 

En 2006, tras la salida de Rafael Correa del Ministerio de Economía, junto a Larrea, Ricardo Patiño y Alberto Acosta fundaron Alianza País, para impulsar la candidatura de Correa a las elecciones presidenciales. En 2007, tras la victoria electoral y posesión de Correa como Presidente de la República, Larrea fue el primer ministro de Gobierno y Policía. Mientras él era el Ministro, en el Legislativo hubo el caso de los “diputados de los manteles” después de la destitución de 57 miembros del Congreso. 

El 7 de marzo de 2007, Jorge Acosta, entonces presidente del Tribunal Supremo Electoral — organismo que en 2008 se dividió en el Consejo Nacional Electoral y en el Tribunal Contencioso Electoral— destituyó y suspendió los derechos políticos por un año de 57 diputados del Partido Social Cristiano, Sociedad Patriótica, Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN) y Unión Demócrata Cristiana —que conformaban la mayoría del Congreso. La decisión la tomó un día después de que los mismos legisladores votaron a favor de destituir a Acosta por aprobar la Consulta Popular de la Asamblea Constituyente de Ecuador planteada por el presidente Correa para crear una Asamblea y reformar la Constitución. 

Los legisladores decían que no se podía convocar a la Constituyente sin primero tramitar el proceso por el Congreso. Sin embargo, Acosta argumentó que una vez convocada la consulta, el país estaba en tiempo electoral y él era la máxima autoridad. Por ende, decía Acosta, podía destituir a los legisladores por intentar frenar la consulta y querer destituirlo. Así que lo hizo. 

Gustavo Larrea dijo en una entrevista en 2019 que él conversó con los bloques parlamentarios y acordaron que el Congreso convoque a una consulta “para que el pueblo decidiera en las urnas si quería o no una Constituyente”. Larrea dice que una vez que el Congreso la aprobó y se envió la convocatoria al TSE, un sector del Legislativo se arrepintió y decidió destituir a Acosta. A él, dice Larrea, le “endilgaron algo que no tenía la facultad de hacer” como Ministro de Gobierno. 

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El 20 de marzo de 2007 —dos semanas después de la destitución— se reunieron 38 diputados alternos de los recientemente destituidos con Galo Oliva, el secretario particular de Gustavo Larrea cuando era Ministro de Gobierno, en una hostería de Puembo, en Quito. Un reportaje de Teleamazonas mostró a los diputados saliendo del lugar. Algunos se cubrieron en el asiento trasero de un vehículo con manteles, lo que originó el apodo de “Congreso de los manteles”.

Larrea dijo que no estuvo en la reunión, pero que envió dos delegados que “no quisieron ser identificados”. En la entrevista de 2019 dijo a Mundo Diners que “probablemente habría uno que otro suplente, no te digo que no, pero yo no tenía nada que ver”. 

Al día siguiente de la reunión, de madrugada, llegaron a la sede del Congreso 21 de los suplentes, con resguardo policial, en un bus. Los destituidos no pudieron entrar. Los 57 lograron que el Tribunal Constitucional —la actual Corte Constitucional— restituyera a 50 de ellos en sus cargos, pero el Congreso con la nueva mayoría destituyó a todos los vocales del Tribunal y su decisión quedó anulada. Los diputados dieron paso a la consulta popular para convocar a la Constituyente, se la convocó y en 2008 se modificó la Constitución ecuatoriana. 

A finales de 2007 otro escándalo marcó el trabajo de Larrea. Los pobladores de Dayuma, en la provincia de Orellana, organizaron un paro, frenando la producción de uno de los principales pozos petroleros del país. Los ciudadanos pedían, entre otras cosas, más plazas de trabajo y que se invierta dinero en servicios básicos e infraestructura, especialmente  en el asfalto de la  vía Auca que conecta Dayuma con El Coca. El Ejército intervino y golpearon, reprimieron y apresaron a los manifestantes. Una de las 27 personas detenidas fue Guadalupe Llori, prefecta de la provincia de Orellana. 

Larrea dijo en 2019 que él hizo las gestiones para que se paguen los recursos que no habían sido depositados a los trabajadores de la vía. “Ya les iban a pagar y yo tenía información de que iban a deponer la medida de hecho, pero horas antes el Presidente me dijo: ‘hay que desalojarlos’ ”. Larrea insiste en que él dijo que no era necesario porque ya la situación estaba arreglada, pero a Correa no le pareció. “Yo no iba a aplicar la fuerza porque no era necesario y presenté la renuncia”, dijo en Mundo Diners en 2019. Según él, inmediatamente Fernando Bustamante asumió el cargo y “entraron a pegar a la gente, a invadir casas” cuando el paro ya estaba por detenerse. 

En 2008 regresó a trabajar al gobierno de Correa como ministro de Seguridad Interna y Externa. Según Larrea, el Presidente habló con él, consideró que lo que pasó en Dayuma fue un error y le pidió que asumiera el nuevo puesto. Por eso decidió aceptar el cargo. Sin embargo, ese Ministerio tampoco estuvo libre de conflicto. 

En 2009, el medio colombiano El Espectador reportó que Mario Iguarán Arana, fiscal general de la Nación de Colombia, dijo tener suficiente material para señalar que Gustavo Larrea y su exasesor José Ignacio Chauvín “han sido enlaces de la guerrilla”. Según Arana, desde el ataque al campamento de alias Raúl Reyes en Angostura —en la frontera norte de Ecuador con Colombia— en 2008 se recopilaron varias pruebas de los contactos entre funcionarios del gobierno de Rafael Correa y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El Espectador dijo que Arana confirmó que las pruebas obtenidas les “permiten inferir que el señor Gustavo Larrea, alias Juan según Raúl Reyes, era emisario de las FARC”. Además, infirió que Chauvin —alias Nacho, según Raúl Reyes, dijo Arana— era emisario del grupo guerrillero. Chauvín no negó su relación con los hermanos Edison, Miguel y Jefferson Ostaíza, acusados de manejar una red de narcotráfico en asociación con las FARC. 

Larrea ha negado en varias ocasiones tener relaciones con las FARC. En 2019 dijo que él no comparte “ese uso de violencia, en mi vida he tenido simpatía por esa organización”. Además, dijo que Chauvin trabajó solo dos meses como coordinador de gobernaciones y tendencias políticas. “Lo conocí en la campaña electoral, hizo un buen trabajo en los cantones del país. Las relaciones que él haya tenido son suyas”, dijo Larrea en una entrevista en 2019. Según él, lo relacionaron con Chauvin porque “hubo mala fe” y “el correísmo lanzó una campaña” en su contra. 

En 2009, Larrea se separó de Alianza País, durante el gobierno de Rafael Correa. Dijo que tenía “relaciones tensas” con sus compañeros de partido porque tenían distintas visiones del país que querían. En una entrevista dijo que Rafael Correa “ve la democracia utilitaria­mente, cree que hay que concentrar el po­der”. Larrea dijo que cree que debe “haber división de funciones del Estado, pleno a las libertades, me parece abominable romper un diario ante las cámaras”, como Correa lo hizo en varias ocasiones en las sabatinas durante su gobierno. 

Larrea fue Vocero de la Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas —una coalición política creada en 2011 por algunos movimientos afines al correísmo— para las elecciones presidenciales de 2013. En una entrevista de 2012, Larrea dijo que creían que el gobierno de Rafael Correa había limitado “libertades y derechos”, por eso apoyaron la candidatura de Alberto Acosta en esas elecciones. 

En 2015, Larrea creó Democracia Sí, pero recién fue reconocido como movimiento político por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en 2018. Pudo participar en las elecciones seccionales del año siguiente y Democracia Sí alcanzó 33 alcaldías a nivel nacional —cuatro en alianza con otros movimientos— y cinco prefecturas. 

Larrea ha dicho que si no fuera político, se dedicaría a la literatura. Está casado con Lourdes Endara, antropóloga especializada en el área audiovisual. Tiene una hija, Camila, que es cineasta y una nieta llamada Luciana. 

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El 7 de febrero, Gustavo Larrea y Alexandra Peralta serán uno de los binomios que participarán en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2021. Desde el anuncio de su candidatura, Larrea ha organizado mítines y eventos para hablar de su proyecto presidencial. Ha destacado que se necesitan cambios en la salud pública, la producción y la educación. Además, planea terminar con “este sistema de corrupción que tanto daño le hace al país” y que no permitirá la impunidad.