Relatos en primera persona de aquellos que aún buscan los cuerpos de sus seres queridos que murieron durante la emergencia del covid-19.

Carlos Gustavo Salinas

Este es el testimonio de Carlos Salinas, hijo de Carlos Gustavo Salinas, fallecido el 1 de abril de 2020 en Guayaquil, su cuerpo aún no aparece.

Carlos Gustavo Salinas

Carlos Gustavo Salinas, fallecido el 1 de abril de 2020 en Guayaquil,

Mi papá estaba con algunos síntomas de covid-19, desde las últimas semanas de marzo tuvo fiebre y malestar del cuerpo pero realmente nunca supimos si es que esa fue la causa de su muerte. Tenía 62 años y falleció el 1 de abril. Mi papá también era hipertenso entonces puede ser que eso le afectó, pero con mis hermanos estamos casi seguros de que sí falleció por covid-19. 

Cuando supimos que tenía estos síntomas, mi hermano se contactó con un doctor particular para que vaya a su casa en Guayaquil y lo revise. También intenté ir para allá porque yo vivo en Durán pero por el confinamiento no me podía movilizar, entonces solo estaba pendiente desde mi casa. 

 Según el doctor, mi padre murió por un paro cardiorrespiratorio. Sabemos que mi padre  tomaba paracetamol para la fiebre y que incluso estuvo con un respirador artificial. Mi abuelita, que vivía con él, nos avisó que había muerto. Con mis hermanos no sabíamos qué hacer porque mi padre no tenía recursos económicos, yo estaba igual y mis hermanos también, entonces realmente estábamos desesperados, sin saber qué hacer o cómo pagar los servicios fúnebres. 

 Apenas pasó esto, mi abuelita fue a vivir con una tía porque ella tampoco podía hacer nada con mi padre ahí, y corría el riesgo de contagiarse. Cuando vimos que no íbamos a poder pagar por los servicios fúnebres, llamamos al 911 para que nos ayuden llevándose el cuerpo de mi padre, que ya había estado en la casa por dos días. El 3 de abril hicieron el levantamiento, con la ayuda de los vecinos que tenían la llave de la casa.

Gracias a un primo que tenía salvoconducto para movilizarse, pude ir para allá para fumigar la casa y para estar pendiente de lo que nos decía la policía de criminalística sobre mi padre porque cuando mi hermano se contactó con ellos, le dijeron que nos iban a avisar cuando sepan dónde estaría el cuerpo, y si es que lo iban a poner en una bóveda o en una fosa común. También nos dijeron que estemos pendientes de la página web del gobierno en donde se podía buscar con el nombre del familiar si es que ya habían sido enterrado. 

 Pero pasaron los días y no sabíamos nada, tampoco nos contactaba nadie. Ni del 911, ni de criminalística para ver si es que tenían información. 

 Pasó el mes de mayo y junio y no sabíamos nada. Mis hermanos y yo estábamos preocupados, siempre chequeábamos la página web que nos dijeron que veamos y también estábamos pendientes de que llamen. Nosotros decidimos esperar a que las autoridades nos contacten porque se escuchaba entre la gente y en las noticias que estaban enterrando a la gente en Pascuales.  Entonces mi hermana se contactó con la PJ (Policía Judicial) para ver si es que se llevaron el cuerpo. Para allá pero tampoco nos dieron una respuesta positiva. 

 Lastimosamente, como nosotros no sabemos qué hacer en el caso de que encuentren el cuerpo, hemos estado solamente a la espera de que nos digan qué hacer o si es que lo van a ubicar en alguna parte, pero hasta ese momento no nos han contactado para nada. 

A inicios de julio me llamaron de criminalística a preguntarme si es que ya encontré a mi padre. Les dije que no, me dijeron que me acerque a la PJ para que me haga una toma de ADN y que la puedan probar entre los cadáveres a ver si es que así se puede identificar a mi padre. 

 El día que me hice la toma de ADN firmé un documento en donde decía que la prueba era para reconocimiento del cuerpo y que me llamarán si lo encuentran. Ahora estoy a la espera de que me llamen. 

 Si buscas el cuerpo de un familiar fallecido en la emergencia del covid-19, escríbenos a info@gk.city


Este testimonio fue recogido y editado por Doménica Rivadeneyra.