Las emergencias, por naturaleza, son impredecibles y pueden afectar tu estabilidad financiera. Una enfermedad, accidente, la pérdida del trabajo o una pandemia como la que enfrentamos, pueden devastar tu liquidez si no estás preparado.

Hay dos estrategias para prepararse ante riesgos o crisis: las preventivas y las reactivas. La economista Bertha Romero, experta en finanzas personales, dice que las segundas involucran adquirir nuevas deudas, conseguir otro trabajo o vender bienes para poder pagar las cuentas. Pero Romero recomienda las preventivas. 

Una opción, dice Romero, es obtener un seguro de vida, desempleo, auto, casa o de lo que consideres necesario. Aclara que suele parecer un gasto innecesario. “A mí no me ha de pasar nada” y “como sea he de salir” son frases repetidas por muchos. También son cosas que se dicen muy fácil pero se viven con mucho sacrificio. Cuando hay una emergencia, “un seguro muchas veces puede salvarnos”, dice Romero: es una inversión a futuro.  

Otra forma de ser preventivos es tener un fondo de emergencia. Es una cantidad de dinero separada que se utiliza para cubrir los gastos de una situación imprevista. Sirve como una red de seguridad, solo para ser aprovechada en crisis financieras. 

Estas son las recomendaciones de Romero para que empieces a armar uno inmediatamente:

  • Analiza tus gastos y elimina los no esenciales para encontrar espacio en tu presupuesto. Estos pequeños cambios en tu rutina podrían ayudarte a ahorrar más. 
  • Lo recomendado, dice Romero, es guardar por lo menos el 10% de tus ingresos mensuales. Ese porcentaje dependerá de tus circunstancias. Responde a estas preguntas para hacer un presupuesto que se adapte a tus necesidades e ingresos.
  • Ese dinero será con el que construyas tu fondo para imprevistos.
  • Aplica la misma regla del 10% si recibes dinero extra, como bonos navideños o utilidades. 
  • Comprométete a cumplir la meta. Romero dice que es indispensable hacer del ahorro un hábito. “Aunque solo puedas ahorrar el 1% de tus ingresos, lo importante es no dejar de ahorrar”, dice. 
  • Una vez que cumplas tu primera meta —por ejemplo, tener ahorrado suficiente para cubrir tres meses de gastos en caso de emergencia— no pierdas el compromiso.
  • El siguiente paso, dice Romero, es decidir cuál es tu siguiente meta financiera. 
  • La experta recomienda plantearse metas más ambiciosas. “Piensa treinta años en el futuro y empieza a planear tu jubilación”, dice Romero. Lo importante es que el hábito del ahorro esté siempre presente. 

Una de las lecciones que nos dejará la pandemia por el covid-19, dice Romero, será la importancia de estar bien preparados para los imprevistos. Tener un fondo de emergencia podría darte seguridad en un momento de necesidad mientras te recuperas sin tener que endeudarte.  Nunca es un mal momento para empezar, aunque tengas que hacerlo poco a poco.